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Ribera Lab ha conseguido recientemente la certificación GHG Protocol de Cálculo de Gases de Efecto Invernadero, una de las normas internacionales que valida el cálculo de la huella de carbono, demostrando así su compromiso con el medio ambiente y la reducción en las emisiones.
La huella de carbono es una métrica crucial en la lucha contra el cambio climático, ya que permite a las organizaciones cuantificar la cantidad de gases de efecto invernadero que generan a través de sus actividades. “Medir y entender esta huella es fundamental para diseñar estrategias eficaces de reducción de emisiones, promoviendo así prácticas más sostenibles y responsables con el medio ambiente”, asegura desde el departamento de Calidad del grupo sanitario Ribera, en el que se integra la división de laboratorios, Ribera Lab. Además, explican, “obtener certificaciones como la de GHG Protocol proporciona credibilidad y transparencia, demostrando un compromiso real con la sostenibilidad”.
Respecto a los factores que se certifican en este protocolo, entre otros, destacan que el laboratorio de referencia de Ribera Lab, ubicado en Torrellano (Elche), cumple de forma rigurosa con el cálculo desglosado de las emisiones totales que genera; que realiza periódicamente auditorías internas y externas para el control de estas emisiones, además de que cada año se marcan objetivos de reducción de la huella de carbono.
Desde su creación, en Ribera Lab se han implantado diferentes medidas para mejorar su impacto en el medio ambiente, entre las que destacan la instalación de placas fotovoltaicas, una gestión eficiente de la climatización y la utilización de iluminación LED, entre otras.
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