“La fusión nuclear es la gran esperanza para alcanzar una fuente de energía limpia e ilimitada. Desde hace tiempo se considera que puede ser la alternativa energética definitiva frente a las fuentes que queman combustibles fósiles y liberan gases de efecto invernadero”, ha manifestado el presidente de BBVA, Carlos Torres Vila.
“Apostamos por compañías y proyectos que estén a la vanguardia de las soluciones frente al cambio climático. En ese sentido, nuestra experiencia tras la primera inversión en Lowercarbon ha sido muy positiva y completamente alineada con nuestra estrategia de sostenibilidad”, ha afirmado Carlos Torres Vila.
“Cuando lanzamos el primer fondo de fusión del mundo, denominado Lowercarbon Q>1, BBVA se atrevió a respaldarnos. Menos de un año después, los científicos alcanzaron lo que técnicamente se conoce como Q>1, es decir, una reacción de fusión que genera más energía de la que consume, un hito digno de un Nobel que pocos veían venir”, ha declarado Chris Sacca, socio director y co-fundador de Lowercarbon Capital. El otro co-fundador del fondo, Clay Dumas, ha manifestado que “a medida que la industria de la fusión avanza hacia una comercialización a gran escala, la inversión estratégica de BBVA, les proporciona una vía privilegiada para ayudar a ampliar la cartera líder en el planeta en productos de fusión”.
Para BBVA la sostenibilidad es una oportunidad de negocio. Rentabilidad, aprendizaje y acceso estratégico a estos nuevos modelos de negocio y sus compañías (que necesitarán financiación) son los objetivos de la inversión de BBVA en los fondos climáticos. A través de estas inversiones y apostando por tecnologías con enorme potencial de futuro, BBVA contribuye activamente a la descarbonización de la economía.
Inversión y tecnología para luchar contra la crisis climática
Lowercarbon Capital es una firma de capital riesgo enfocada en empresas en estado embrionario de clima y tecnología que cubre descarbonización, eliminación de carbono y tecnología. Invierte en la transición de algunas de las mayores industrias del mundo, buscando compañías que están creando productos y servicios mejores, más rápidos, baratos y eficientes para liderar este cambio.
Algunas de estas empresas han alcanzado el estatus de unicornio, lo que significa que tienen una valoración de más de 1.000 millones de dólares, como las startups Commonwealth Fusion Systems, Solugen o Avalanche Energy, una empresa ésta última que trata de construir el reactor de fusión nuclear más pequeño del mundo.
La fusión nuclear genera tanta energía con tan poco combustible que resulta virtualmente ilimitada. Además, algunas tecnologías y aplicaciones que se están desarrollando en la carrera por esta energía incluyen láseres mejorados, potentísimos imanes, e incluso radioterapia para la investigación del cáncer.
Desde Lowercarbon se considera que la fusión se encuentra en un punto de inflexión ya que, independientemente del diseño, las empresas están alcanzado hitos técnicos en lo que respecta a esta materia.
La fusión nuclear es el proceso por el cual los átomos de deuterio y tritio (dos tipos de isótopos de hidrógeno) se fusionan para formar un átomo de helio, liberando así un neutrón y una cantidad de energía muy elevada. Para llevar a cabo con éxito este proceso nuclear, es necesario que el plasma, elemento clave durante el proceso, adquiera temperaturas muy elevadas. Hasta ahora, la temperatura máxima alcanzada en un experimento de fusión nuclear está en torno a los 200 millones de grados centígrados. Sin embargo, ningún material de la Tierra puede mantener el plasma a esa temperatura. Este es uno de los grandes desafíos a los que se enfrenta todavía la fusión nuclear.
Las mejoras en el aprendizaje automático a gran escala han acelerado los experimentos y han ayudado a varias empresas a alcanzar o, al menos, acercarse a las temperaturas y presiones extremas que son necesarias para las reacciones de fusión.
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