En un entorno empresarial cada vez más exigente, el papel del directivo trasciende a la pura toma de decisiones estratégicas. Y es que hoy liderar no solo implica asumir la responsabilidad de llevar a los negocios al éxito, sino también la de construir entornos laborales saludables, tanto para los empleados como para uno mismo. En un contexto que otorga cada vez más importancia a la salud mental, el bienestar emocional de quienes están al frente de las organizaciones se ha convertido en un factor clave para garantizar la estabilidad, la productividad y el desempeño de cualquier empresa.
Sin embargo, tal y como señala el Whitepaper ‘El coste de montar tu propia empresa’ de Hiscox, el 88,3% de los responsables de pymes españolas ha sentido síntomas negativos a causa de su trabajo en los últimos años. Así, conscientes de esta problemática y de la necesidad de impulsar una nueva realidad que pone en el centro el bienestar emocional para un liderazgo efectivo, desde Hiscox hemos desarrollado la Guía de Liderazgo Saludable, como herramienta que proporciona a los directivos del tejido empresarial los recursos prácticos necesarios para afrontar sus responsabilidades desde un enfoque preventivo y centrado en el autocuidado. Porque hoy, un liderazgo saludable que asegura el funcionamiento de las organizaciones comienza con el cuidado de quienes las lideran.
Entre las principales recomendaciones recogidas en la guía, se destaca la creación de redes de apoyo entre homólogos que sean espacios de confianza donde compartir experiencias y desafíos y, en definitiva, que tengan el objetivo de evitar la soledad que puede implicar el liderazgo. Por supuesto, también se subraya la importancia de establecer límites claros entre el trabajo y la vida personal, protegiendo el tiempo libre y el descanso como cruciales para un mejor rendimiento profesional.
Asimismo, este enfoque preventivo incluye impulsar hábitos que ayuden a gestionar el estrés de forma proactiva, mediante estrategias como la actividad física regular, técnicas de relajación o la desconexión digital. A ello se suma el valor de realizar evaluaciones globales que permiten obtener una visión integral del estilo de liderazgo a través de la perspectiva de los equipos, así como la importancia de continuar cultivando las habilidades como líder mediante la apuesta por la formación continua y el mentorazgo.
Otro de los pilares fundamentales para un liderazgo saludable que recoge la Guía es la construcción de relaciones basadas en la confianza y transparencia con el resto de empleados. Esto no solo favorece una delegación de responsabilidades más efectiva, sino que también promueve entornos con una actitud constructiva ante los errores propios y ajenos, cruciales tanto para el directivo como para el resto de empleados, de igual forma esenciales para un liderazgo saludable y sostenible.
Más allá de todo lo anterior, desde Hiscox creemos que proteger la salud mental de los directivos es una necesidad estratégica, ya que lo cierto es que los riesgos y responsabilidades de su día a día pueden poner en juego no solo su salud mental, sino también su propio patrimonio económico. Por ello, para lograr un liderazgo sólido y duradero es crucial proteger a los directivos de los riesgos que enfrentan y, para lograrlo, creemos también imprescindible ofrecerles un apoyo integral en el desempeño de sus responsabilidades y labor profesional, asegurando así su bienestar personal, el éxito de sus negocios y, en definitiva, de toda la sociedad.