En verano hay que tener especial cuidado con los incendios forestales; bosques y montes descuidados por falta de prevención, la falta de lluvias junto a las primaverales copiosas, el calor en aumento por el calentamiento global, el aumento de olas de calor… Todo ello hace crecer el riesgo de provocarse un incendio que se extienda sin control sobre un bien de naturaleza forestal, que además de las innumerables pérdidas medioambientales (destrucción de la flora y fauna silvestre), también ponen en riesgo la seguridad de la vida humana (directa, e indirectamente por la desaparición de especies que generan oxígeno e incluso previenen ante otras enfermedades), por lo que se deben extremar precauciones en las zonas y épocas con mayor riesgo.
En los últimos años, los incendios forestales han arrasado bosques y paisajes agravando la situación medioambiental y climática; causa y consecuencia vinculadas son las olas de calor, un asesino invisible; en Europa, estamos experimentando temperaturas cada vez más altas durante períodos de tiempo más largos cada verano. Siete países del sur de Europa han emitido advertencias ‘rojas’ por olas de calor, y hay importantes incendios en el este de Europa (Croacia, Sicilia, Grecia…) pero también se están alcanzando temperaturas récord en América del Norte y Asia, según el Centro Climático de la Cruz Roja.
El año pasado fue el verano más mortífero registrado en Europa: más de 60.000 personas murieron en Europa por causas relacionadas con el calor, y fue el número más alto en Italia, Grecia, España y Portugal, pero el calor implacable ha sido mortal en gran parte del continente.
En los últimos diez años, más de 400.000 personas han muerto a causa de desastres relacionados con el clima y el clima extremo, según el Informe Mundial sobre Desastres de la Federación Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja. Cada uno de ellos es una tragedia para las familias y seres queridos que dejan atrás.
Sin embargo, el 95% de los incendios forestales que se ocasiones se deben a la acción humana. Las negligencias y causas accidentales -como arrojar colillas aún encendidas, dejar vidrios abandonados, barbacoas mal apagadas…- son una de las mayores fuentes que provocan estos desastres naturales, por lo que se deben extremar precauciones siempre que vayamos a disfrutar de una jornada en la naturaleza.
Cinco recomendaciones básicas para prevenir incendios en la naturaleza
- No hagas fuego en el monte. Y si te encuentras con algún tipo de fogata, apágala con agua y tierra, y no abandones el lugar hasta asegurarte que deja de humear. Recuerda que sólo se puede hacer fuego en zonas habilitadas para ello.
- Evita fumar en el monte: además de que lo agradecerá tu salud, evitas el riesgo innecesario de prender llama en espacios naturales. Si lo haces, no arrojes cerillas ni colillas al suelo, ya que cualquier chispa o llama por pequeña que pueda ser (como un cigarrillo mal apagado) puede provocar un incendio. Utiliza ceniceros de bolsillo para desechar los residuos.
- No arrojes basura fuera de los contenedores. Lleva siempre contigo los desechos hasta el punto más cercano, y presta especial atención a vidrios y latas.
- Si vas al monte con vehículo propio, estaciónalo sólo en los lugares indicados: el contacto del tubo de escape con la vegetación puede provocar un incendio. Además, aparcar un vehículo en un lugar no apropiado, dificulta gravemente las actuaciones de emergencia
- Si encuentras cualquier objeto que pueda provocar una combustión en un espacio natural, o su aumento, ¡recógelo! (cristales, papel, plástico…)
Recuerda que, si observas cualquier infracción sospechosa que pueda provocar un incendio, o involucrar a pirómanos, debes denunciarlo. Llama de inmediato al 112.
Del mismo modo, no pierdas de vista a los y las más pequeños, y no les permitas jugar con petardos u otros juegos peligrosos que puedan poner en peligro su vida y la del monte.
Si te encuentras con un incendio forestal, mantén la calma e informa al 112 especificando claramente la ubicación. Observa la dirección del fuego y prevé una vía de escape, siempre alejándote en sentido contrario a la dirección del viento. Si estás en una montaña, baja la ladera pues el fuego tiende a subir. No cruces las llamas, pero si fuera necesario, humedece tu ropa y cubre tu cabeza con una tela húmeda, y si el fuego te rodea, sitúate en una zona ya quemada siempre que sea posible.
Si las llamas están muy próximas, túmbate en el suelo, y cubre tu cuerpo con tierra.
Si circulas con tu vehículo por una zona incendiada, sube las ventanillas y enciende las luces, y siempre que puedas, regresa.
Prevención y sensibilización
En los denominados como “puntos calientes” donde tanto por afluencia turística como por las condiciones del paraje el riesgo de incendio es alto, el voluntariado de Cruz Roja informa a los senderistas de las posibles señales e indicios de incendios que deben tener en consideración, y se informan sobre las negligencias más habituales en este entorno que como consecuencia puedan producir cualquier conato. Aprovechando estas actividades, Cruz Roja también promueve las buenas prácticas medioambientales, e incluso ha creado un juego de mesa de prevención de incendios que se utiliza en escuelas de verano, campamentos urbanos y colegios durante el resto del año.
En Collado Villalba, Galapagar, la Sierra Oeste de Madrid, la Sierra del Maigmó, o Castalla, por ejemplo, se realizan habitualmente actividades de prevención de incendios; si paseas por estas zonas, encontrarás rutas fijas y móviles de vigilancia, que además de comprobar que no existen conatos, entregan información y ceniceros portátiles o bolsas de basura a las personas que disfrutan de una agradable jornada en el entorno natural.
Ya son casi 30 años los que Alicante, por ejemplo, realiza este tipo de actividades de sensibilización, donde también han trabajado con guías de flora autóctona, o se han realizado talleres de recogida de semillas e identificación de plagas. Igual de importante es la actuación que se realiza en la Dehesa del Parque Natural de la Albufera, en Valencia, o en los parques nacionales de La Cabrera y Ordesa, donde a estos servicios se les suma los de primeros auxilios (con la instalación de un puesto y una ambulancia a modo preventivo), o las rutas guiadas accesibles para personas con discapacidad.
Es importante recordar, que durante el resto del año, Cruz Roja también realiza la limpieza de espacios naturales, y la restauración de ecosistemas mediante la reforestación a través de su plan CO(mpensa)2
La actuación de Cruz Roja en los incendios 2023
Entre los incendios más recientes, Cruz Roja Española activó sus equipos de Emergencias en los tres incendios que se han producido en Gran Canaria, Tenerife y La Palma, en los que se han habilitado albergues que alojaron a centenares de personas, gracias a la colaboración del voluntariado. Además, tanto a personas alojadas temporalmente, como a personal interviniente en la emergencia, se les han entregado raciones de alimento y bebida, y se ha hecho seguimiento telefónico del estado de salud de las personas usuarias de teleasistencia para comprobar que se encontraban bien.
Cruz Roja también ha acogido en el albergue de Los Llanos de Aridane, a más de 40 animales (perros, gatos y una cotorra) que han tenido que abandonar sus hogares. Esta actuación es fruto del trabajo conjunto entre el Colegio de Veterinarios, el Gobierno de Canarias y Cruz Roja.
Y como siempre en cualquier emergencia, Cruz Roja no se olvida de los niños, niñas y adolescentes, y desde Cruz Roja Juventud, se habilitaron zonas con juegos y actividades para que los más pequeños tengan momentos de desconexión.