La Confederación Española de Personas con Discapacidad Física y Orgánica (COCEMFE), a través del Proyecto Rumbo, pone en marcha el pilotaje una plataforma de soluciones tecnológicas aplicadas a la mejora de la calidad de vida de las personas con discapacidad. El programa se basa en la implantación de soluciones de movilidad, hogar y salud con el objetivo de crear un contexto seguro y adaptado a las necesidades de cada persona. En la actualidad, 280 personas con discapacidad participan en el pilotaje sobre el uso de este tipo de dispositivos en sus hogares.
La tecnología aplicada a la autonomía personal sitúa a la persona como protagonista de su proyecto vital y genera en torno a ella toda una serie de adaptaciones que permiten a la persona usuaria disponer de apoyo y mantener al mismo tiempo la máxima independencia. Se compone de soluciones basadas en aplicaciones móviles, inteligencia artificial, big data, registros de actividad o sistemas avanzados de procesamiento de datos y se complementa con un proceso de investigación y análisis sobre la eficacia de estas innovaciones en la realidad de las personas con discapacidad.
Según la ENSE (Encuesta Nacional de Salud de España), el 16,01% de la población española de 15 y más años presenta algún grado limitación para la movilidad, el 8,59% se mueve con alguna dificultad, el 4,88% con mucha dificultad y 2,55% no puede hacerlo en absoluto. Como respuesta a esta realidad, el equipo del Proyecto Rumbo, junto a su socio tecnológico, ViveLibre, ha puesto en marcha un conjunto de soluciones de movilidad que proporcionan un servicio de acompañamiento dentro y fuera del domicilio por medio del uso aplicaciones para móvil. Se trata de herramientas que permiten conocer la ubicación de la persona usuaria, establecer zonas de seguridad e itinerarios por los que transitar, lo que fomenta la independencia y la confianza a la hora de realizar salidas del domicilio. Cuentan, además, con servicios de atención 24 horas para situaciones de emergencia gracias a un sistema de alerta al que se accede fácilmente pulsando un botón en la aplicación.
Las soluciones de movilidad contribuyen a generar confianza, fomentan la vida en comunidad y dotan a las personas con discapacidad de autonomía necesaria para decidir cómo quieren que sea su día a día. Desde que el Proyecto se puso en marcha en marzo de 2023, se han registrado 1.112 alertas de las que un 12% estuvieron relacionadas con cuestiones de movilidad.
En cuanto a la promoción y cuidado de la salud, el Proyecto Rumbo está pilotando un sistema de control de parámetros biométricos (tensión arterial, frecuencia cardiaca, peso, temperatura, saturación de oxígeno y niveles de glucosa en sangre) que permite monitorizar la salud de las personas y atenderlas de manera proactiva o en caso de urgencia. Los datos que recopila el sistema son analizados por profesionales clínicos que estudian si hay tendencias de riesgo o alguna desviación, lo que permite llevar un control diario de la salud de las personas con discapacidad sin necesidad de acudir a centros de salud. El 78% de las alertas generadas de marzo a julio de 2023 fueron relacionadas por la toma de datos de parámetros biomédicos fuera de rango.
Por último, el equipo del Proyecto está implantando un ecosistema de soluciones para el hogar basado en el uso de relojes inteligentes y sensores que permiten, además de una localización detallada en interiores, responder automáticamente a situaciones de emergencia sin emplear cámaras ni elementos intrusivos en la privacidad de las personas.
Primeros aprendizajes
La aplicación de este tipo de soluciones tecnológicas está arrojando conclusiones que serán trasladadas a la Administración Pública con el objeto de generar políticas públicas que garanticen la autonomía y atención a las personas en situación de dependencia. Tras la implantación del proyecto, se han comenzado a extraer los primeros resultados y aprendizajes que destacan cómo la tecnología, siempre que sea accesible y universal, puede convertirse en factor de inclusión, capaz de desempeñar un papel crucial en la permanencia de las personas con discapacidad en su entorno y evitar así su desarraigo.
A nivel económico, el desarrollo tecnológico vislumbra un ahorro de costes. La integración de servicios de esta naturaleza en los servicios públicos de salud es capaz de proveer de metadatos sobre las condiciones de salud de la población en tiempo real, mejorando así los recursos y la eficacia de los mismos y reforzando al mismo tiempo el Sistema para la Autonomía y Atención a la Dependencia (SAAD). Además, un mayor uso de las tecnologías de apoyo por las personas con discapacidad supone un abaratamiento en el coste de producción de las mismas, un crecimiento de la oferta y gama de productos y servicios y un abaratamiento en los costes de los propios servicios
Las conclusiones finales que se extraerán de este proyecto de pilotaje, permitirán, entre otros, conocer si el uso de soluciones tecnológicas de esta naturaleza, pueden frenar la institucionalización no deseada, contribuyen a la participación de las personas en la vida social y pública, pueden a establecer métricas predictivas de salud y son útiles en los territorios rurales. También permitirán generar políticas públicas acordes a las necesidades de los 4,38 millones de personas que tienen discapacidad en España.
Sobre el Proyecto
El ‘Proyecto RUMBO: hacia un modelo de autonomía personal conectada e inclusiva’ es una iniciativa colaborativa desarrollada entre distintas confederaciones del Tercer Sector de la discapacidad (COCEMFE, ASPACE, PREDIF, FEDACE y AUTISMO ESPAÑA). El objetivo es impulsar el diseño de modelos innovadores de apoyo a la autonomía personal y la vida independiente de personas con discapacidad, especialmente aquellas con mayores necesidades de apoyos, mediante la combinación de servicios y recursos que puedan facilitar una forma de vida inclusiva en la sociedad en condiciones de seguridad, accesibilidad y bienestar.
Este proyecto, que cuenta con la participación de 22 entidades de estas confederaciones repartidas en cinco comunidades autónomas, está financiado por el Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030, con cargo al Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia del Gobierno de España, ligado a su vez a los fondos NextGenerationEU de la Unión Europea.