Jacqueline Pistoulet, country manager de España de SMAAART ha hablado con Corresponsables sobre los criterios de reacondicionamiento y venta de dispositivos móviles, las ventajas de adquirir un móvil reacondicionado, y los desafíos en materia de sostenibilidad en su sector y en su compañía.
¿Qué labor llevan a cabo en SMAAART?
SMAAART es una marca de móviles reacondicionados, que nació en 2017. La compañía pertenece a la empresa francesa Econocom Factory, que ha querido poner en una marca lo que hacemos para simbolizar la calidad de nuestros productos, nuestros compromisos medioambiental y social.
¿Qué criterios utilizan para seleccionar los dispositivos móviles que reacondicionan y venden?
Es importante señalar que nosotros somos industriales, tenemos una fábrica de 3300 m² en el sur de Francia, y controlamos toda la calidad de la cadena de valor. Es decir, seleccionamos los productos usados que compramos, que son nuestra materia prima, e intentamos que estén cerca de la fábrica para para trabajar en economía circular en circuito corto. Compramos a empresas, a operadores, y a particulares. El primer paso que llevamos a cabo es el borrado de datos y, después, entran en todo el proceso de reacondicionamiento que tenemos en la fábrica.
¿Cómo garantizan la calidad y durabilidad de los productos?
Nuestra mejor herramienta es una herramienta de auditoría que hemos desarrollado internamente. Cuando vas al doctor es muy importante saber diagnosticar lo que tienes antes de curarte, pues ocurre lo mismo con nuestros teléfonos. Cuando entran tenemos que auditarlos bien para poder arreglar lo que sea necesario, y con nuestra herramienta de auditoria podemos revisar hasta 58 puntos de control. Es decir, podemos auditar 58 puntos funcionales, y nuestro compromiso es que el teléfono que vendemos es 100% funcional.
¿Qué beneficios puede obtener un consumidor al elegir un dispositivo móvil reacondicionado en lugar de uno nuevo en términos de sostenibilidad?
A nivel financiero es hasta un 50% más barato que un teléfono nuevo. Pero también tiene mucho menos impacto medioambiental, porque el 82% del impacto medioambiental de un móvil está en su proceso de fabricación. Es decir, si podemos alargar la vida de un teléfono y evitar fabricar uno nuevo, podemos eliminar toda esta contaminación. La fabricación de un móvil nuevo produce 52 kilos de CO2, se necesitan 164 kilos de materia prima y 56 metros cúbicos de agua, algo que podemos evitar con un teléfono reacondicionado.
El pasado mes de marzo recibisteis la medalla de oro de EcoVadis ¿Qué significado tiene este reconocimiento?
Para nosotros es algo muy importante, el año pasado teníamos la medalla de plata y hemos trabajado para seguir mejorando a nivel medioambiental y lograr esta medalla de oro. Desde EcoVadis evalúan varios aspectos del trabajo de nuestra empresa y todo lo que hacemos para preservar el medioambiente.
¿Cuál es, en su opinión, el mayor desafío que tiene actualmente la industria de la telefonía móvil en términos de sostenibilidad, y cómo lo abordan?
Hoy en día el móvil es para nosotros como la prolongación de nuestro brazo, lo utilizamos incluso más que un ordenador, con ellos podemos navegar por Internet, pagar, consultar los mails, hacer fotos… y todo en un mismo dispositivo. Se venden muchos teléfonos en el mundo, y se va a vender más aún, el problema es que se necesitan muchas materias primas para fabricar un móvil, como comentaba antes, y estas materias son finitas. Es necesario reutilizar los productos que tememos, cuidar el planeta y estas materias primas, reducir el impacto de todo lo digital y, especialmente, de los teléfonos móviles.
¿En qué otras áreas de la responsabilidad social corporativa están trabajando?
Contamos con compromisos medioambientales, como he comentado, pero también sociales. Hemos creado una escuela, a nivel interno, para desempleados de larga duración. Son personas que están en una situación muy precaria, a las que formamos para que adquieran las habilidades necesarias para un empleo con futuro, como es la reparación de teléfonos.
Desde hace unas semanas también somos empresa ESS, que en francés significa empresa de la economía social y solidaria. Es decir, que nos comprometemos a implementar más acciones para incluir a personas en situación de vulnerabilidad.
¿Cómo lleváis a cabo la comunicación y el diálogo con vuestros stakeholders?
Nuestro posicionamiento es muy particular porque estamos muy comprometidos con la economía circular en circuito corto y, hoy en día, en el sector del reacondicionados, que es un sector nuevo, hay muchos productos en el mercado, que vienen desde Estados Unidos, de Asia… esto es algo que tiene un gran impacto ambiental negativo, como consecuencia de la huella dejada por el transporte.
En SMAAART trabajamos con políticos, medios, y otros stakeholders, para explicar nuestro posicionamiento y los compromisos que consideramos que deben tener los reacondicionadores. Porque nuestro trabajo, o nuestro sector, tiene sentido si cuidamos el medioambiente, si realmente contabilizamos el impacto que puede tener nuestra actividad. Si separamos el transporte del reacondicionamiento no tiene sentido.
¿En qué otras áreas creen que se pueden lograr mejoras significativas?
En SMAAART intentamos reacondicionar los teléfonos usando un mínimo de piezas nuevas. Por ejemplo, nuestro nuestra herramienta de auditoría nos permite ser muy precisos en lo que se tiene que cambiar en el teléfono cuando lo reparamos. Y esto es muy importante, porque si cambias sistemáticamente piezas como la batería, la cámara, o piezas que no se necesitan, el impacto de la reparación es más grande. Nosotros reparamos únicamente lo que se necesita. Además, como tenemos mucha experiencia, contamos con técnicas para reparar y reemplazar productos que, de otra manera, acabarían en la basura. Por lo tanto, es muy importante también contar con nuestra experiencia para ampliar al máximo la vida del producto.
¿Cómo ve el futuro de la industria de los dispositivos móviles en términos de sostenibilidad?
El reacondicionamiento es un sector que está creciendo mucho, hablamos de más de un 10% de crecimiento anual, y las ventas de teléfonos nuevos están bajando. Yo creo que siempre necesitaremos teléfonos nuevos para poderle darles otra vida, pero considero que la gente también empieza a ser consciente de que no se necesita un teléfono nuevo cada dos años y que, salvo quizá por la cámara de fotos, no ofrecen tanto valor añadido.
“En SMAAART promovemos la sostenibilidad a través del reacondicionamiento de móviles”
Jacqueline Pistoulet, country manager de España de SMAAART
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