Jesús Pérez Amair, director Comercial de Finaer España, ha hablado con Corresponsables sobre los desafíos del mercado del alquiler en España, las buenas prácticas de su empresa en RSC.
¿Qué labor desarrollan en Finaer?
Finaer España es una multinacional de garantías de alquiler, que nace en Argentina hace 12 años, y que tiene como objetivo fundamental dinamizar el mercado del alquiler, dándole total tranquilidad al propietario y la seguridad de que va a cobrar sus rentas en caso de impago. Por otra parte, también ayudamos a agilizar el proceso de selección del futuro inquilino a las agencias inmobiliarias y facilitar así el acceso a la vivienda. Esto es muy importante para poder dar, con un solo producto, lo que cada parte está requiriendo: seguridad en el pago, agilidad en el proceso y accesibilidad a la vivienda.
¿Qué valores fundamentales guían vuestro trabajo y cómo se refleja en los servicios que ofrecéis?
Finaer cuenta con un recorrido de 15 años, es una empresa tecnológica, innovadora y disruptiva, que no busca hacer las cosas como habitualmente se vienen haciendo en el mercado, sino de una manera un poco más transversal, y con mucha transparencia. Nuestros valores fundamentales radican justamente ahí, en la transparencia, dentro y fuera de la empresa, para estimular el diálogo y la comunicación con nuestros empleados, y nuestros clientes, con los que tenemos un gran compromiso de servicio.
Lo que vendemos es un producto de servicio y, por lo tanto, el compromiso, la seriedad, y la responsabilidad son valores fundamentales en nuestra empresa para poder llegar al objetivo final. Que el propietario se sienta tranquilo y esté seguro de que va a cobrar su renta, y que el proceso se va a hacer de forma más ágil, más práctica y, sobre todo, darle también agilidad al agente inmobiliario, y acceso a la vivienda al arrendatario. Por tanto, la transparencia, la responsabilidad, y otro valor muy importante que tenemos es la meritocracia. Consideramos que cada persona debe labrarse su propio camino en función a los objetivos que se plantee y a la facilidad que tenga para conseguirlo.
¿Cuáles son los desafíos y riesgos asociados al mercado del alquiler en España y cómo los abordáis?
Es una pregunta compleja, con muchos matices. El mercado del alquiler ha sufrido una transformación muy importante desde la burbuja inmobiliaria de 2008, cuando en España solo el 14% de los españoles vivía de alquiler. En la actualidad, producto de esa burbuja inmobiliaria, está la dificultad para acceder a hipotecas, la pandemia, y el conflicto bélico en Europa, que ha generado mucha incertidumbre en los mercados, tenemos en la actualidad cerca de un 25% de los españoles viviendo de alquiler.
El mercado del alquiler siempre se ha visto en España como un mercado residual y hoy en día ya ha pasado a ser un mercado alternativo. Hay mucha gente que, incluso, está alquilando cuando podría comprar y no lo hace porque tiene dudas respecto al mercado, o respecto a su trabajo, si va a estar o no en el mismo sitio dentro de cinco años. Por tanto, es un mercado en permanente evolución, vemos cómo van saliendo nuevas alternativas de alquileres, como por ejemplo el coliving, el senior living, o el alquiler de habitaciones, que empieza a cobrar fuerza.
El mercado de alquiler se va a seguir consolidando por dos razones: la dificultad que van a seguir teniendo los que quieren comprar, que no van a poder hacerlo (ahora mismo, por ejemplo, tenemos el Euribor por encima del 4% y eso hace que las hipotecas sean muy costosas). Y, por otra parte, porque hay un cambio en el paradigma del ciudadano español, las nuevas generaciones no se plantean comprar una vivienda como un objetivo de vida, sino simplemente como una necesidad, que también puede ser suplida en un momento determinado por el alquiler.
El reto que tenemos es transmitirle al sector seguridad, tanto jurídica como económica. Tenemos una nueva ley de acceso a la vivienda que no le gusta a nadie, ni siquiera los que la han promulgado, con lo cual, entendemos que no ha cumplido, o no va a cumplir, con los valores que se ha propuesto. Creemos que hace falta una regulación, pero también que todas las partes salgan beneficiadas, no solamente una de las partes.
El reto pasa por fomentar el parque de vivienda, que lo hemos venido deteriorando en los últimos años, cada vez hay menos vivienda en alquiler y cada vez hay más gente buscando alquilar. Mientras esa balanza se siga inclinando hacia la demanda, y no hacia la oferta, tendremos un incremento en los precios. Será difícil controlarlo, tendremos una ley que será de difícil aplicación a nivel nacional, porque dependerá de los ayuntamientos y las comunidades autónomas, con lo cual tendremos tantas leyes como ayuntamientos haya en España. Y esto es una locura. Tenemos que buscar un equilibrio, incentivar el desarrollo de proyectos dedicados al alquiler y, sobre todo, dar seguridad y estabilidad jurídica al mercado del alquiler.
¿Qué buenas prácticas está llevando a cabo Finaer en materia de acción social?
La empresa, es una compañía innovadora, con una plantilla muy joven, yo soy la persona con más edad dentro de la empresa y apenas supero los 50 años. Un 65% de la plantilla está compuesto por mujeres, contamos con seis cargos directivos, tres mujeres y tres hombres. Creemos firmemente en el compromiso social de la empresa.
Todas nuestras oficinas son siempre eficientes, desde el punto de vista energético, somos una empresa 100% digital, con lo cual no generamos residuos de papel. Intentamos, en lo posible, y digo en lo posible porque no hemos llegado al 100%, no consumir nada que tenga que ver con plásticos. Estamos 100% comprometidos con esa nueva visión del del mercado.
Desde un punto de vista social, en una operación inmobiliaria de alquiler, por ejemplo, solemos hablar siempre de dos partes, una parte es el propietario, la otra parte es el inquilino y una parte implícita, que suele ser el gestor inmobiliario. Pero se nos olvida que quedan dos partes más que casi nunca aparecen: la administración pública, que es la que legisla en materia de vivienda, y el mismo inquilino cuando tiene un problema de pago, que pasa a ser un inquilino moroso. Entonces cambia radicalmente su visión y, sobre todo, cambia la visión que tiene el resto del entorno sobre ese inquilino. El 85%, y son cifras nuestras internas, de los impagos son de personas que no pueden pagar, no que no quieran pagar. Lo que necesita una persona en el momento en que llega a esa situación, por la pérdida de su empleo, una enfermedad o alguna situación que le lleve a la imposibilidad de hacer frente a esa responsabilidad de pago no es únicamente un abogado, sino una persona que pueda analizar su situación y ver cómo podemos resolverlo, cómo podemos ayudarle.
En los próximos meses comenzará su labor la Fundación Finaer ¿cuál va a ser su misión?
En Finaer España estamos casi a punto de tenerlo todo en marcha para operar con la Fundación Finaer, un ente cuyo objetivo es intervenir en los procesos de impago en los que exista una situación de vulnerabilidad y riesgo de exclusión social, y gestionar ese impago de una manera diferente, con apoyo psicológico, económico, y formativo. Porque, en la mayoría de los casos, el impago va vinculado a una pérdida de poder adquisitivo, por la pérdida del empleo. Y esa persona necesita apoyo para salir de esa situación, recuperar la capacidad de pago y volver a reinsertarse en el mercado laboral y en el mercado del alquiler.
En Finaer vemos la necesidad de ayudar a ese inquilino moroso, porque eso es lo que va a hacer sostenible nuestra sociedad, ser capaces de ayudar a una persona que en un momento determinado cae en una situación de fuerza mayor. Hay realmente una voluntad de adquirir una responsabilidad con esta sociedad que se encuentra en una situación compleja desde el punto de vista económico. Sabemos que los sueldos son precarios, la gente está disponiendo de más del 50% de su salario para el pago del alquiler en las principales capitales de provincia. Entre las primeras diez capitales de provincia no hay ninguna donde la media esté por debajo de la tasa de esfuerzo, por debajo del 50%, con lo cual entendemos que estamos en una situación límite de riesgo, y ni el propietario, ni el agente inmobiliario, ni el inquilino tampoco son responsables. Pero sí hace falta que haya una intervención para garantizar el pago y ayudar en caso de que haya estas contingencias.
“Finaer apuesta por el compromiso social y la sostenibilidad en el mercado del alquiler”
Jesús Pérez Amair, director Comercial de Finaer España
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