La contaminación de la atmósfera es uno de los grandes problemas de la actualidad por ser causante del cambio climático y ante la realidad de que en 2022 las emisiones de efecto invernadero aumentaron un 5,7% respecto al año anterior, debemos tener presente el impacto del sector transporte (que representa el 25% de las emisiones totales) y especialmente de la movilidad por carretera (que representa el 95% de las emisiones de Transporte).
El sector transportes es el eje vertebral de la globalización, es garante del funcionamiento de nuestros modelos productivos y estructuras territoriales, pero en el otro lado de la moneda está su impacto negativo en el funcionamiento de nuestros ecosistemas, de la biodiversidad y en el equilibrio del medio ambiente en general.
Trabajar en el sector de la movilidad te permite tomar conciencia de la necesidad de cambiar la movilidad tal y como la conocemos para poder alcanzar los objetivos de descarbonización.
El mercado del transporte en España está en una etapa muy excitante y la liberalización ferroviaria, con más servicios y alternativos para los viajeros, está dejando ver ya el inicio de una profunda transformación de la movilidad.
Ejemplo de ello son los últimos datos de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) de marzo de 2023, que reflejan que en el corredor Madrid-Valencia en el último trimestre del pasado ejercicio duplicó el número de usuarios y entre la capital y Barcelona se aumentaros un 35,3%, o los últimos datos de la patronal de las líneas aéreas (ALA), que reflejan el boom de la alta velocidad frente al avión con un hundimiento de un 75% en las rutas de Barcelona, Alicante, Málaga, Valencia y Sevilla en el primer trimestre de 2023 frente al de 2019.
Estos incrementos sustanciales reflejan un cambio positivo de tendencia en España. Gracias a la liberalización ferroviaria, se ha permitido ampliar los servicios y ofrecer precios más competitivos, dando pasos agigantados en esta direccion. Sin embargo, por impresionante que sea este progreso debemos tener presente que este gran paso para España se enmarca en la ambición europea de doblar la demanda de ferrocarril en 2030 y triplicarla para el año 2050.
En Europa, para alcanzar las metas de descarbonización, es esencial que se promueva el cambio de modelo hacia formas de transporte más sostenible y que se ponga al ferrocarril como palanca integral de este cambio modal.
Y en el caso de España es, si cabe, todavía más relevante por dos grandes motivos. El primero, que en nuestras vías la Alta Velocidad se alimenta con energías de fuentes 100% renovables y cero emisiones de CO2 y, el segundo, que tenemos una geografía radial donde las distancias respecto a Madrid son inferiores a los 700 kilómetros en la mayoría de los casos que evidencia que el tren es el medio de transporte que mejor se adapta en términos de sostenibilidad (el tren está a la vanguardia de la movilidad verde), seguridad, coste y rapidez.
Por ello, para alcanzar el éxito en este gran reto es fundamental lograr el equilibrio de condiciones entre los diferentes modos de transporte para potenciar su competitividad frente a otros modos, fundamentalmente frente al vehículo por carretera que es el principal emisor de CO2 del sector.
Desde hace medio siglo, cada 5 de junio se celebra el Día Mundial del Medio Ambiente para concienciar de que la naturaleza, nuestro planeta, se encuentra en una situación de emergencia. Este cambio modal en el sector transportes y la importancia de la liberalización ferroviaria no solo es importante para los pasajeros de hoy, lo es también para las generaciones futuras.
El aumento de la oferta y la entrada de nuevos operadores al tablero de juego con nuevos productos personalizados para cada tipo de cliente contribuyen al objetivo final: posicionar el ferrocarril como principal medio de transporte, haciendo posible que las personas crucemos España de forma sostenible.
Este artículo forma parte del Dosier Corresponsables: Día Mundial del Medioambiente 2023.