¿Cuáles son las principales conclusiones que podemos obtener del Bermeo Tuna Forum 2023?
Ha sido un foro muy completo y diverso en lo relativo a sus contenidos, con una acogida excepcional entre el total de ámbitos a los que nos dirigíamos: desde el sector atunero, al mundo científico, el tecnológico, el académico o el de las organizaciones no gubernamentales y organismos internacionales. Hemos hecho posible un lugar de encuentro y construcción muy potente, en el que además han sucedido cosas trascendentes que en el futuro podrían alcanzar mayor trascendencia aún, como la Declaración Internacional para la Sostenibilidad del Atún o la Alianza Mundial de Ciudades Atuneras por el Desarrollo Humano Sostenible. Estamos muy felices.
El eje central de la cita ha sido la sostenibilidad del sector. ¿Por qué es necesario debatir al respecto?
Porque somos líderes mundiales en la pesca del atún. Realizamos alrededor del 10% de las capturas en todo el mundo, y nuestra responsabilidad pasa por ser un agente motor de las mejores prácticas pesqueras que cuiden de los océanos y de las personas que trabajan en el mar. Pero el sector del atún no puede recorrer el camino de la sostenibilidad en solitario, y por ello es esencial que posibilitemos alianzas y trabajar en colaboración. Hablar, en definitiva. Es necesario y urgente que logremos mantener un equilibrio entre el desarrollo económico, la protección del medioambiente y el bienestar de los trabajadores de la mar, y para lograrlo necesitamos al ámbito científico, necesitamos también que las ONG ambientales y de derechos humanos difundan los impactos de nuestra actividad diaria para poder revertir lo que corresponda y, por último, necesitamos a las consumidoras y los consumidores. Uno de los principales retos que enfrentamos es precisamente conseguir hacer ver todo lo que hay detrás de una lata de atún y lo importante que es cada decisión de compra para lograr ese equilibrio.
¿Qué alianzas estratégicas habéis establecido durante el Foro?
Por un lado, hemos tenido la oportunidad de presentar la propuesta de Declaración Internacional para la Sostenibilidad del Atún, que recoge 15 compromisos para preservar el recurso pesquero más importante del mundo y a las personas que participan en su cadena de suministro. Algunos de ellos exigen, por ejemplo, un control eficaz de la explotación y la gestión pesquera para evitar las prácticas ilegales, establecer la obligatoriedad de contar con sólidos sistemas de trazabilidad que promuevan la defensa de los más altos estándares de derechos internacionales (el trabajo decente, la equidad de género, la inclusión…) o favorecer la inclusión de las comunidades de pesca artesanales locales.
Una Declaración que afronta las tres patas de la sostenibilidad: económica, social y medioambiental, y que ahora requiere de la participación activa y responsable de todo el sector atunero en alianza con el conjunto de nuestro universo, para dar soluciones conjuntas que promuevan el liderazgo de la flota vasca y española en las buenas prácticas atuneras.
Además, en Bermeo firmamos también la primera Alianza Mundial de Ciudades del Atún. Un documento pionero que reúne a un total de 7 ciudades tan diferentes como Concarneau (Francia), Pago Pago (American Samoa), Victoria (Seychelles), Majuro (Islas Marshall), General Santos (Filipinas), Manta (Ecuador) y Bermeo (España) cuyo eje económico y social es el atún. Todo un compromiso que despliega nuevos instrumentos de diplomacia para reforzar sus relaciones, mejora la relación entre ciencia y pesca, impulsa la formación y la difusión de nuestro patrimonio histórico, y sobre el que se iniciará un plan estratégico para el sector.
¿Qué importancia le dais a la comunicación de las buenas prácticas que desarrolla el sector en beneficio de la sostenibilidad?
Debemos convertirnos en agente tractor a nivel global y demostrar que la sostenibilidad integral es fundamental incluso para la supervivencia del propio sector. Y debemos mejorar en la comunicación de nuestras buenas prácticas a la sociedad, porque no todas las latas de atún son iguales. Es necesario que logremos concienciar a las consumidoras y los consumidores sobre la importancia de una compra de atún sostenible. Existe un enorme desconocimiento sobre lo que diferencia un producto de otro, desde condiciones de trabajo decentes, salarios dignos, seguridad laboral, asistencia médica, trazabilidad…, y solo si conseguimos trasladar esta diferencia, las personas consumidoras estarán preparadas para desempeñar el rol que les corresponde en este cambio de paradigma hacia la sostenibilidad.
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