La Fundación Banco de Alimentos de Madrid (FBAM) es una institución con 27 años de experiencia cuyo fin es concienciar a la sociedad y promover su solidaridad para paliar, mediante la gestión del Banco de Alimentos de Madrid (BAM), la falta de recursos para tener una vida digna. ¿Cómo ha evolucionado su labor desde su creación hasta la fecha?
Estos serían, en estos 27 años, los hitos más importantes:
- En 1994 se constituyó la Asociación Banco de Alimentos de Madrid con 34 voluntarios permanentes y 30 ocasionales y una estructura empresarial ya que sus fundadores eran personas jubiladas con trayectorias profesionales muy consolidadas. El primer año distribuyeron 29.315 kilos de alimentos a 6.000 beneficiarios a través de 32 entidades benéficas desde su local en Ribera de Curtidores.
- En 1998 ingresa en la Federación Española de Bancos de Alimentos (FESBAL) y también la CAM cede, gratuitamente y por 10 años renovables, el uso de 800 m2 en un edificio en el Colegio San Fernando.
- En el año 2.000 se constituye la Fundación Banco de Alimentos de Madrid, un paso muy importante porque le permitía emitir certificados de desgravación fiscal y, con ello, fomentar las donaciones de excedentes de los agentes de la cadena alimentaria.
- 2008 y 2009: son años de crisis económica y crecimiento notable de la actividad que ya en 2009 distribuye más de 7 millones de kilos de alimentos y atiende a más de 38.500 beneficiarios de 330 entidades benéficas, contando con 75 voluntarios permanentes.
- Del 2010 al 2019 son años de fuerte crecimiento. Destaca la concesión, en 2012, del Premio Príncipe de Asturias de la Concordia a FESBAL en reconocimiento a la labor de los Bancos de Alimentos asociados a la Federación. Un hecho importante para aumentar la notoriedad de su labor entre la sociedad española. Se realiza la primera Gran Recogida de Alimentos (2013) a nivel nacional. En Madrid se recogen cerca de 1,5 millones de kilos y colaboran activamente más de 14.000 voluntarios en 650 puntos de donación. Finaliza el 2019 con la entrega de más de 20 millones de kilos de alimentos – 2020 y 2021 – los años de la pandemia – fueron, desde la creación de la Fundación, los más complicados de su historia, con un crecimiento muy importante en beneficiarios (+ 45%) y muchas dificultades para poder llevar a cabo nuestra misión. Aun así, hemos sido capaces de proporcionar seguridad alimentaria a 180.000 personas en la CAM gracias a la solidaridad y donaciones de empresas, instituciones y particulares.
- En 2022, hemos revisado todos nuestros procesos internos, iniciando la digitalización de la institución y continuamos con una actividad frenética. La Guerra de Ucrania ha tenido un gran impacto en nuestra institución: ha provocado una alta inflación, una profunda crisis energética y sobre todo, una subida media del precio de los alimentos de un 30% que han hecho bajar las donaciones y nos dificulta poder aprovisionar alimentos regularmente.
De 1994 a 2022, la Fundación Banco de Alimentos de Madrid ha distribuido más de 302 millones de kilos de alimentos.
¿Qué iniciativas, buenas prácticas y proyectos estáis llevando a cabo actualmente desde FBAM?
Seguimos con nuestro proyecto de digitalización que afecta tanto interna como externamente ya que en el mismo está contemplado ayudar en el proceso a las más de 560 entidades benéficas receptoras de alimentos de nuestra Fundación. Estamos además revisando todos los procedimientos incluyendo el Cumplimiento Normativo.
Hay dos hechos muy importantes que van a dibujar el escenario del Banco de Alimentos del futuro.
- La Ley de Pérdidas y Desperdicio Alimentario, pendiente de aprobación en 2023, la cual indica que los excedentes de la cadena alimentaria han de donarse por obligación a las personas más vulnerables. Esto supone que todos los agentes de la cadena alimentaria, incluidos como agentes los bancos de alimentos, tenemos que adaptarnos al nuevo escenario. En ello estamos trabajando para poder hacer frente a las demandas de los donantes, las necesidades de las entidades benéficas y la obligatoriedad de la Ley.
- Los cambios sociales y la instrumentalización de ayudas a través de tarjetas monedero. Trabajamos para encontrar el equilibrio y seguir facilitando ayudas coordinadas con las oficiales de las administraciones públicas y evitar la duplicidad ya que implican un elevado coste.
¿Cuál es la situación actual del voluntariado que sustenta vuestra actividad y sus principales barreras y obstáculos? ¿Qué papel crees que pueden jugar las empresas en la construcción de un mundo más sostenible?
Somos una entidad benéfica basada en el voluntariado y estamos logrando que se rejuvenezca: En 2019 la edad media de los permanentes eran 73 años y actualmente es de 63 años. Cada vez se incorporan perfiles más especializados.
Hemos cerrado el 2022 con 380 voluntarios permanentes (81% de las personas que trabajan en la institución) y 34 personas contratadas para poder atender la actividad de nuestra sede central, y las tres delegaciones que tenemos: en Madrid (Colegio de San Fernando), Alcorcón, Alcalá de Henares y Mercamadrid. Estamos trabajando de forma mixta (presencial y teletrabajo) y el mayor reto es que los voluntarios estén permanentemente informados e involucrados en la actividad para que todos sepamos cuáles son los objetivos de la institución y sus logros.
Respecto al Voluntariado Corporativo en 2022 hemos recuperado la “normalidad” y contamos con la ayuda de en torno a 1.000 personas voluntarias de más de 50 diferentes organizaciones.
Cada vez son más las empresas que colaboran con nuestra Fundación y la sostenibilidad está muy presente en todas ellas, desde las de la industria alimentaria que nos donan sus excedentes hasta las que colaboran, a través de proyectos específicos, para poder llevar a cabo nuestra misión.
¿Cuáles son los otros grandes retos y desafíos de FBAM a corto, medio y largo plazo?
El mayor reto es ser capaces de adaptarnos a todos los cambios sociales, contribuir en la reducción del desperdicio alimentario y dibujar el Banco de Alimentos del futuro para poder seguir proporcionando seguridad alimentaria a las personas más desfavorecidas.
Esta entrevista forma parte del Dosier Corresponsables: Los bancos de alimentos y su aportación a la sociedad, en colaboración con el Banco Alimentos de Madrid.