Ante las próximas elecciones municipales, cada vez son más los partidos políticos que están incorporando el modelo de las Ciudades de 15 minutos a sus programas. Tras ser elegido como el modelo central de su gobierno por Anne Hidalgo, alcaldesa de París, ayuntamientos en diferentes países, y de todo tipo de tintes ideológicos, se han sumado a la apuesta por la proximidad, esencia del modelo.
En España, durante los últimos doce meses y coordinados por el Foro NESI de Nueva Economía e Innovación Social, más de cincuenta personas expertas de empresas, ONGs y administraciones colaboraron en la elaboración de la Declaración por las Ciudades de 15 minutos y Territorios de 45 minutos, en la que se habla de “un modelo de lugares para vivir cercanos, diversos, inclusivos y conectados, diseñados para facilitar las relaciones humanas y la interrelación con la naturaleza”.
De este modo, el que las administraciones locales trabajen con el modelo de Ciudades de los 15 minutos – o su ampliación a territorios más amplios, ya sean áreas metropolitanos o zonas rurales bajo el concepto de Territorios de 45 minutos -, supone apostar por la regeneración urbana, mejorando las relaciones entre las personas y también integrando la naturaleza en las ciudades. Para ello, desde el Foro NESI también se ha elaborado una Guía que facilita la implementación del modelo y que incluye ejemplos de buenas prácticas en áreas clave como vivienda, movilidad, espacios públicos, compra, ocio y empleo.
El trabajo, el gran reto de las Ciudades de 15 minutos
¿Cuál es la gran barrera cuando hablamos de proximidad? El trabajo. En Madrid una persona emplea de media 69 minutos al día en desplazamientos siendo el principal desplazamiento no deseado el transporte al trabajo. Esta misma realidad se repite en todas las grandes ciudades y en muchas áreas metropolitanas además de en ciudades menores y zonas rurales en las que las personas, debido a la falta de empleo en su lugar de residencia, se ven obligadas a desplazarse, cada día, a otras ciudades.
Las administraciones, a través de la planificación urbanística, pueden diseñar barrios con zonas verdes, espacios multifuncionales en los que las personas puedan encontrarse, fomentar el comercio local y acercar servicios esenciales como escuelas y centros de salud. Sin embargo, aunque también pueden facilitar la integración de actividades económicas en los barrios, al final hay una decisión empresarial de ámbito privado que será clave a la hora de potenciar el modelo de Ciudades de 15 minutos.
¿Qué pueden hacer las empresas?
La buena noticia es que las empresas pueden hacer mucho por crear Ciudades de 15 minutos y, además, ser beneficiadas por ello. Todos los cambios que estamos viviendo en los últimos años y que afectan directamente a las empresas, como la pandemia, los retos del cambio climático, la revolución digital, las transformaciones en al ámbito laboral, el futuro del trabajo, los criterios de ESG y las preferencias de los inversores por aquellas empresas más sostenibles, tienen respuesta en un modelo basado en la proximidad como el de las Ciudades de los 15 minutos.
La clave para que las empresas contribuyan a las Ciudades de 15 minutos, a la vez que se convierten en empresas modernas, sostenibles, vinculadas con los territorios en los que operan, rentables y capaces de atraer el mejor talento, está en la descentralización de su fuerza de trabajo.
Las empresas pioneras en poner en marcha un Plan de Proximidad y Descentralización se convertirán en empresas más sostenibles, cercanas y, sobre todo, atraerán y retendrán el mejor talento.
Entre las acciones a incluir en ese plan estarían:
– Mapear dónde viven las personas empleadas. Es sorprendente que la mayoría de las empresas, en especial las grandes, no sepan dónde residen los trabajadores. Un simple mapeo digital, identificando barrios con más personas y preguntando los medios de transporte utilizados y tiempos empleados, será la base para el desarrollo del plan.
– Análisis de responsabilidades vs necesidad de presencialidad. El siguiente paso es analizar, para cada puesto de trabajo, la necesidad, los pros y los contras de trabajar en presencial, en teletrabajo o en una opción híbrida (que se está demostrando ser una de las mejores opciones a nivel de productividad y calidad de vida laboral).
– Evaluación por objetivos. Una de las claves de la modernización de las empresas es avanzar hacia modelos de evaluación del desempeño por objetivos, huyendo del tradicional “presencialismo”, síndrome que solo demuestra que en la empresa existen tanto “malos jefes” como “malos empleados”.
– Descentralización de espacios laborales. Conocidos los lugares de residencia de las personas y analizada la viabilidad de deslocalizar cada puesto de trabajo en función de sus responsabilidades, es la hora de facilitar la descentralización, ya sea a otras localidades o dentro de la misma ciudad.
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Descentralización a otras localidades: Muchas ciudades medianas y pequeñas son lugares ideales para descentralizar ciertos departamentos en función del sector y actividad de cada empresa. Por ejemplo, Palencia es un lugar perfecto para empresas de servicios del ámbito de los cuidados y sociosanitario, al estar ubicadas algunas de las organizaciones referentes del sector en esta ciudad.
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Descentralización en la misma ciudad. Se puede llegar a acuerdos con coworkings, ONGs con espacios disponibles en diferentes barrios, alianzas con otras empresas para uso compartido de espacios o alquilar locales en barrios con alta densidad de personas trabajadoras de la empresa y que, casi siempre, serán más económicos que unas oficinas centrales en parques empresariales o en el centro de la ciudad.
– Otras medidas. A partir de este punto cada empresa, en función de su realidad, puede analizar y poner en marcha otras medidas innovadoras como flexibilizar los horarios de entrada y salida (lo que permitirá evitar atascos y mejorar la conciliación), permitir teletrabajo y residencia en otras localidades y solo demandar asistir a reuniones en oficinas centrales cuando sea necesario o generar espacios de encuentro de los equipos de trabajo en los que se fomenten las relaciones humanas (fiestas, concursos, salidas al medio rural…), ya que las labores profesionales, en muchos casos, se pueden realizar en remoto.
Tras este año electoral, veremos como muchas ciudades y territorios apuestan por la proximidad y las Ciudades de 15 minutos, solo aquellas administraciones que sepan involucrar a las empresas en este cambio de modelo urbano y de estilo de vida, serán exitosas.
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