La conciliación, desde siempre, se ha entendido como un aspecto que solo afecta a las mujeres con hijos, especialmente cuando estos son pequeños. Por suerte, a raíz de diversos cambios que se han vivido en nuestra sociedad —relacionados con la igualdad de oportunidades— y la pandemia —entendida como gran punto de inflexión— esta idea ha ido evolucionando hasta el día de hoy.
La conciliación debería de adaptarse a todas las realidades sociales que existen. No solo se trata de favorecer el equilibrio entre la esfera laboral y familiar durante la maternidad, sino que debería de ir mucho más allá. La conciliación debería de hablar a todos por igual, pues también somos hijos, hermanos, parejas, amigos y dueños de mascotas que requieren de nuestro tiempo y de nuestra ayuda. También necesitamos emplear tiempo para cuidarnos a nosotros mismos, para crecer personalmente y hacer aquello que nos gusta, ya sea hacer deporte, ir a pasear, leer, o practicar cualquier otro hobbie.
Si se puede extraer algo positivo del giro de prioridades que supuso la pandemia es que la sociedad se dio cuenta de las cosas que eran realmente importantes. Actualmente, la conciliación se entiende como aquellas acciones que nos permiten tener un equilibrio en los distintos puntos de nuestras vidas y nos permite disfrutar más de lo que nos rodea. En este sentido, esta se ha convertido en un aspecto estratégico que va intrínsecamente ligado a otros conceptos que se han vuelto indispensables para el día a día de los empleados, las empresas y los departamentos de talento.
La conciliación es algo que debería comprenderse dentro del salario emocional de un empleado, que se define como todo aquello que te hace permanecer en una compañía y que va mucho más allá de la retribución material. Este tipo de salario, con matices mucho más personales y sentimentales, incluye la relación con los compañeros, las facilidades y beneficios sociales otorgados por la empresa, y todos aquellos aspectos intangibles que se tienen en el entorno laboral.
En definitiva, es aquello que nos hace felices. Y es ahí donde está el verdadero reto para nosotros, los profesionales de RRHH, pues en vez de concentrar esfuerzos en crear nuevas fórmulas que nos permitan captar nuevo talento para sustituir al que se encuentra en fase de burnout, debemos de ser capaces de entender qué es lo que hace felices a los trabajadores que forman parte de la organización en la que trabajamos para conseguir que se queden el máximo tiempo posible.
Otro aspecto que ha fomentado la conciliación y ha impactado de forma directa en el salario emocional es el teletrabajo. Antes de la pandemia, las empresas estaban empezando a trabajar en la implantación de un formato híbrido que ofreciera la posibilidad de trabajar desde casa a aquellas personas que tenían otro tipo de obligaciones personales.
La llegada de la COVID-19 nos obligó a implantar este modelo de trabajo que posteriormente derivó en un formato híbrido, y que a día de hoy se ha consolidado como el modelo laboral de referencia. Gracias a este, los trabajadores no solo tienen facilidades para combinar su vida personal con la profesional, sino que también han aumentado su productividad.
Actualmente, pocas son las empresas o sectores que conciben un modelo laboral sin teletrabajo, mientras que, por otro lado, muchas compañías han fomentado la deslocalización de sus trabajadores para atraer nuevo talento y seguir trabajando en el salario emocional de sus empleados. Además, cabe destacar que este es un requisito esencial para las nuevas generaciones que se incorporan al mercado laboral, pues no conciben un modelo de trabajo que no les permita conciliar su vida personal con la profesional.
Con todo, se demuestra que la conciliación y el salario emocional son aspectos indispensables en cualquier estrategia empresarial. Por ello, la irrupción de negocios como niid; la plataforma tecnológica que hace la vida más fácil a ejecutivos y sus familiares, solucionando todas las necesidades de ámbito personal para que ellos puedan centrarse en sus tareas del trabajo, son plenamente necesarias para seguir trabajando en un modelo laboral que vele por el bienestar de los trabajadores.