En los últimos años, se ha vuelto cada vez más evidente que la forma en que consumimos y utilizamos los recursos naturales está teniendo un impacto significativo en nuestro planeta y en nuestra propia calidad de vida. Los efectos del cambio climático, la contaminación y la sobreexplotación de los recursos naturales nos han llevado a una encrucijada donde debemos tomar decisiones importantes para proteger nuestro futuro y el de nuestro planeta. Es por eso que estamos presenciando el surgimiento de un nuevo movimiento: el consumo consciente.
Lo que antes eran simples voces que abogaban por la necesidad de replantarnos nuestra forma de consumir, pasará a ser una tendencia mayoritaria donde se tendrá mucho más en cuenta cada acto de compra y consumo. Es lo que muchos nombran Capitalismo Regenerativo, un sistema que apuesta por un modelo que recompense la verdadera creación de valor, y no solo la extracción de valor, como hace el modelo actual.
Se potenciarán acciones como el buycott, el acto de comprar productos o servicios de una marca como manera de mostrar apoyo y compartir los mismos valores. Así mismo, el reparar y reutilizar los productos ya no será una tendencia minoritaria, sino que se verá como algo imprescindible para solventar el descontrol de los crecientes residuos.
El hecho de lograr un consumo más controlado permitirá a las personas reforzar su seguridad ante un contexto de incertidumbre, teniendo la convicción que las pequeñas aportaciones que podemos hacer de manera individual tienen el poder colectivo de lograr grandes cambios.
¿Cómo impacta a las empresas esta era del Consumo consciente?
Ante este nuevo cambio de era en la forma de consumir, las marcas deberán tener una posición clara y firme sobre su compromiso con la sociedad y el cuidado del plantea. Aquellas empresas que no tengan como objetivo lograr dejar un mundo mejor de lo que se han encontrado para las siguientes generaciones quedaran relegadas por aquellas que apuesten firmemente en esta línea. De hecho, en el estudio realizado por Accenture “Del individualismo a la colectividad: el auge de la marca con propósito” queda reflejado que el 62% de los compradores en todo el mundo quieren que sus marcas tomen una posición sobre los temas sociales, culturales, ambientales y políticos que están cerca de ellos.
En este sentido, las marcas podrán jugar un papel muy relevante si logran ayudar a los consumidores a cumplir sus objetivos de sostenibilidad. Y este hecho cobrará mucho más sentido teniendo en cuenta el periodo de restricciones económicas que nos enfrentamos. Muchas personas, a pesar de tener una voluntad firme de aportar su granito de arena en el cuidado del planeta, tienen limitaciones económicas que podrán suponer un impedimento para logarlo. Por este motivo las marcas pueden reforzar su compromiso con el entorno ofreciendo soluciones asequibles que permitan a los usuarios sentirse parte de la solución del problema.
El desarrollo de productos con mayor durabilidad y al mismo tiempo la aportación de herramientas que nos permitan tener más recursos y ser más autosuficientes ante un contexto impredecible serán clave para lograr que los consumidores los vean como un aliado en su lucha para lograr una vida mejor.
¿Qué oportunidades ofrece esta tendencia para el mercado y la sociedad?
- Ser más humanos que nunca. Fomentar que clientes, trabajadores y otros actores involucrados en la empresa identifiquen los valores compartidos y las áreas en las que la empresa pueda marcar la diferencia.
- Honestidad y transparencia: cada vez más apreciados. Las empresas que reivindiquen con sus mensajes su compromiso con el entorno pero que después no demuestren con hechos sus mensajes serán claramente penalizadas.
- Reducir el impacto ya no basta, hay que aportar valor. Ya no bastará con que las marcas intenten reducir al máximo su impacto en el planeta, también deberán pensar en la forma de aportar algo de valor para mejorar las vidas de sus consumidores y ayudarles a consumir de manera más consciente. Las empresas deberán tener muy claro qué rol quieren jugar en la sociedad y como pueden contribuir a mejorar su entorno.
- Potenciación de recursos locales y diversificación. El conflicto de Ucrania ha puesto en evidencia la vulnerabilidad de las cadenas logísticas y de seguridad alimentaria global. Este hecho potenciará, si es factible, que las marcas exploren la posibilidad de volver a usar recursos locales o como mínimo a diversificar más sus recursos para abastecerse (y no solo aplicará a la industria alimentaria).
- Compromiso con las comunidades locales. Se exigirá a las marcas una mayor trazabilidad y transparencia sobre como obtienen las materias primas y como conservan los recursos naturales. Los consumidores demandaran credenciales sobre su actuación ética no solo en base a sus mensajes sino también en sus prácticas evidentes.
En definitiva, las empresas que se adapten a esta nueva era del consumo consciente no solo tendrán un impacto positivo en el medio ambiente y la sociedad, sino que también estarán mejor preparadas para enfrentar los desafíos futuros y tener éxito en un mercado cada vez más exigente.
Esta tendencia forma parte del Informe CONSUMER TRENDS 2023 elaborado por ANIMA Strategic Consulting. Para descargar el informe completo puedes hacerlo aquí.
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