Para cumplir ese objetivo se ha desarrollado una plataforma digital que agiliza los proyectos y realiza una gestión inteligente de los ecosistemas restaurados durante todo el ciclo de vida, desde una fase muy temprana de identificación y validación de terrenos susceptibles de ser restaurados, hasta el diseño, y ejecución del proyecto, finalizando con un proceso de seguimiento de larga duración. El proyecto ha recibido una donación de 250.000 dólares por parte de Accenture a nivel global y 120.000 dólares adicionales en consultoría gratuita que se han aportado desde Fundación Accenture en España.
Mejorando la calidad de la actividad
“Las acciones a través de la restauración ambiental, aplicando la tecnología para medir el impacto económico, social y ambiental de nuestras actividades son una manera de mejorar la calidad de nuestra actividad”, señala Pablo Navajo, director de Medio Ambiente de Cruz Roja. “Con esta tecnología podremos, además, asegurar la trazabilidad de nuestras actuaciones y facilitar la participación de otras entidades, empresas y población en general en las actividades necesarias”
“Las soluciones basadas en la naturaleza para la captura de dióxido de carbono directamente de la atmosfera, que además potencian la biodiversidad y el desarrollo comunitario, juegan un rol relevante en la estrategia de descarbonización de Cruz Roja Española. Con nuestra colaboración, hemos demostrado que la tecnología es capaz de empoderar ecosistemas y personas haciendo más eficaz y eficiente la regeneración de ecosistemas naturales y facilitando la capacitación de las personas en esta nueva forma de hacer las actividades, ha comentado Ana Millán, directora de la Fundación Accenture y de Negocio Responsable en Accenture.
La plataforma ya se ha puesto en marcha en modalidad piloto en uno de los proyectos que la organización social tiene en la Dehesa de los Machos en Valverde del Camino (Huelva). Se trata de 68 hectáreas, repartidas en 5 parcelas, que va a permitir absorber 430 toneladas de CO2 durante los próximos 30 años.
Para obtener la información de los terrenos se han utilizado drones e imágenes satelitales. Una vez capturados los datos, se pasan a una fase de procesamiento de la información para poder realizar el inventario de cada terreno y automatizar el cálculo de beneficios generados en tres niveles: árbol, terreno y proyecto. Finalmente, dicha información se visualiza sobre la plataforma con imágenes en 2D y 3D, gracias al gemelo digital del ecosistema. Además, a través de inteligencia artificial la plataforma es capaz de calcular los beneficios generados por el ecosistema restaurado, como las absorciones de CO2, e incluso predecir y diseñar de forma inteligente nuevos proyectos que aún no se han ejecutado.
El plan CO(MPENSA)2
La estrategia de Medio Ambiente de Cruz Roja sigue 3 pasos: calcular sus emisiones, reducirlas al mínimo, y compensar lo que no se pueda reducir. Aquella huella de carbono que no sea posible de reducir se compensará de dos maneras: desarrollando acciones con familias en situación de vulnerabilidad, que son las que más sufren el cambio climático y la pobreza energética; y mediante la reforestación de espacios naturales.
Desde que comenzara esta estrategia, en 2020, ya se ha logrado reducir en 7.691 toneladas métricas la huella, lo que supone una disminución del 40%.
El día a día de millones de personas está en juego. El mandato humanitario de Cruz Roja no permite que se sigua malgastando energía mientras haya personas que no puedan mantenerse permitir una temperatura adecuada en su hogar. El cambio climático perjudica a los colectivos más vulnerables, que irónicamente son quienes menos contribuyen al mismo por su propia falta de recursos. Contrarrestar las emisiones de dióxido de carbono y gases de efecto invernadero a través de la reforestación, aprovechando la capacidad fotosintética de las plantas para absorber el C02 de la atmósfera, es ya una realidad para Cruz Roja.