La responsabilidad social de las empresas y el bienestar laboral cada vez tienen mayor impacto en la actividad económica. De hecho, el 90% de la población consumidora en España cree que la diversidad y la inclusión son temas importantes, mientras el 43% ha cambiado sus hábitos de compra para alinearse con estos valores, según un estudio reciente de Integral Ad Science. Por otro lado, seis de cada siete personas trabajadoras esperan recibir algún tipo de apoyo por parte de su compañía, tal y como concluye el Informe Employer Brand elaborado por Randstad.
Todos los datos van en la misma dirección: los criterios de Diversidad, Equidad e Inclusión están aumentando su presencia tanto a nivel laboral como de consumo. Esta tendencia ha provocado que la retención de talento, el cuidado de la salud mental o la lucha contra el agotamiento laboral se sitúen como los principales desafíos para las empresas de cara al próximo año, según DEI Channel. Saber comunicar los avances en DEI refuerza la reputación de marca, pero no hacerlo empobrece la imagen corporativa y el impacto de las campañas de publicidad; por eso es fundamental conocer bien las demandas de la población.
1. Retención de Talento
La rotación de personal cada vez es un problema más agudizado en el sector empresarial. Según Randstad, una de cada tres personas empleadas tiene pensado cambiar de trabajo en los próximos seis meses, lo que supone un aumento respecto a 2022. La idea de mantener el mismo trabajo durante toda tu vida ha desaparecido porque la población busca de manera constante nuevos retos, mayor flexibilidad y mejores condiciones de trabajo. Por eso, en 2024 las compañías dedicarán más esfuerzos a retener a su personal creando entornos inclusivos que permitan a la plantilla aumentar su compromiso y su sentimiento de pertenencia a la marca.
2. Atención a la salud mental
El 52% de la población millenial y de la Generación Z critican que la mayor atención mediática a la salud mental no repercute en una mejora significativa en la situación de las personas empleadas, según indica el informe Deloitte Global 2022 Gen Z & Millennial Survey. A esto hay que sumarle que en España las bajas laborales por trastornos mentales se han duplicado desde 2016 y ya son el tercer tipo de baja más duradera.
Las generaciones más jóvenes están liderando este cambio de paradigma para pedir a los equipos directivos que piensen en su salud mental, y los datos prueban que esto genera un beneficio tanto para la productividad como para el bienestar de la plantilla. Las empresas tienen que definir programas para fomentar el cuidado de la salud mental, siempre dentro de sus capacidades y prestando especial atención a la temporalidad, la ausencia de flexibilidad, la presión, la falta de apoyo o la organización del trabajo.
3. Reducción del agotamiento laboral
España es el sexto país con la mayor tasa del “síndrome del trabajador quemado”, conocido por el término inglés “burnout”, ya que el 70% de la población española ha sufrido agotamiento en su puesto de trabajo durante 2023, según la encuesta Global Workforce of the Future 2023 realizada por The Adecco Group.
El 47% de las personas encuestadas asegura sufrir cansancio laboral por exceso de carga de trabajo, el 44% achaca este problema a la sobrecarga de responsabilidades tras la marcha o el despedido de algún miembro del equipo y otro 44% señala carencias de apoyo por parte del equipo directivo. Por esto, de cara a 2024 será una prioridad atajar este problema garantizando un entorno de trabajo saludable, un reparto de tareas realista y el descanso de la plantilla, ya que solo el 58% de la población española toma todas sus vacaciones asignas mientras el 79% asegura que no siente apoyo por su empresa a la hora de cogerlas.
4. Mayor representación de la diversidad en el marketing
La publicidad siempre ha sido una industria criticada por su falta de representación social. De hecho, el Censo Global DEI estima que solo el 16% de las mujeres piensa que se las retrata con precisión en el marketing. Una reciente investigación de Kantar señala la misma problemática al concluir que solo un 1% de los anuncios a nivel global visibilizan a personas con discapacidad, un porcentaje que asciende al 33% para las personas de diferente etnia o color de piel.
Sin embargo, durante los últimos años la situación está mejorando, ya que la mitad de la población considera que ha habido una evolución hacia la diversidad en los anuncios, y en esta línea se debe trabajar en 2024. Incorporar la DEI en la comunicación corporativa y publicitaria es tan importante como hacerlo en el trabajo diario de la empresa, ya que los anuncios funcionan como un reflejo de la sociedad y son el escaparate perfecto para mostrar referentes a las nuevas generaciones.
5. Fortalecimiento de la comunicación inclusiva
Durante los últimos años, el lenguaje inclusivo está y seguirá estando en el centro del debate mediático. Se trata de una forma de comunicarse que utiliza palabras y expresiones que no discriminen ni excluyan a ninguna persona o colectivo. Este lenguaje, que va más allá de la reputación de marca al afectar a todos los canales y medios de comunicación, busca garantizar la participación equitativa de todas las personas, independientemente de su origen étnico, género, orientación sexual, discapacidad o cualquier otra característica que las pueda hacer sentir excluidas. De esta forma, la comunicación inclusiva involucra a toda la población en sus mensajes, crea un ambiente más diverso e igualitario, fomenta que las personas se sientan valoradas y mejora la resolución de problemas.
Según Paradigm, el 70% de las empresas ofrecen al menos un tipo de formación sobre DEI, pero solo el 35% miden el impacto de este aprendizaje. Para 2024, estos porcentajes aumentarán y muchas de estas formaciones estarán enfocadas a elaborar una comunicación inclusiva compacta que evite sesgos inconscientes. También se seguirán incorporando más y mejores estrategias de inclusión que ofrezcan condiciones de trabajo óptimas y garanticen la máxima productividad.