La ONCE y la Universidad Complutense de Madrid (UCM) presentaron este jueves su Cátedra Extraordinaria de Investigación sobre Juego Responsable y su Comunicación, una iniciativa conjunta que pusieron en marcha en 2021 con el objetivo de “impulsar y promover la comprensión y el conocimiento” de la ciudadanía sobre las loterías responsables y la investigación en el juego responsable y trasladar los resultados de sus investigaciones también a los profesionales relacionados con esta área.
Así lo pusieron de manifiesto el director de este proyecto, el catedrático Ubaldo Cuesta; el director de Comunicación del Grupo Social ONCE, Antonio Mayor, y el responsable de la unidad de Juego Responsable de la ONCE, Miguel Prieto, en un encuentro con periodistas.
La Cátedra se ha fijado como “objetivo prioritario” convertirse en un instrumento investigador que pueda ejercer la “pedagogía en investigación y comunicación de esta realidad social del juego responsable en particular y del mercado del juego en general” y su director consideró “un orgullo” poder trabajar con una organización como la ONCE, a la que definió como “una institución muy seria, muy responsable y volcada en ayudar a la sociedad”.
“Queremos abordar este problema y este campo desde el punto de vista académico, científico y de investigación y el proyecto es ambicioso en cierto sentido”, abundó, para destacar como retos, entre otros, los de “adquirir conocimiento y mejorar el conocimiento” sobre el juego responsable consultando con expertos y con revisiones bibliográficas; realizar programas de investigación; “ayudar” a la ONCE mediante investigaciones “muy aplicadas a mejorar su trabajo”; impulsar programas de formación y educación o “comunicar” a la sociedad “qué es juego responsable y vea la diferencia en cómo ganan y utilizan el dinero un operador como la ONCE y el resto”
Entre los principales “hitos” alcanzados por la cátedra este año, Cuesta hizo hincapié en la creación, actualización y mejora de su página web, en la que se recopilan todos los documentos científicos “relevantes” que existen en este ámbito en una especie de “repositorio bibliográfico científico” que, además, sirve a los expertos para “mantener relación con otros científicos que trabajan en este campo” y pretende convertirse en “referente” del sector mediante la promoción de “buenas prácticas” y la “comprensión de los problemas vinculados a juego patológico”, entre otros aspectos.
Junto a ello, su director hizo hincapié en la realización de un estudio científico para la mejora de las comunicaciones electrónicas utilizadas por el área de Juego de la ONCE en sus relaciones con sus clientes y, “especialmente”, aquellos que “podrían incurrir en consumos excesivos en la web”.
El estudio ha incluido la celebración de varios grupos focales y la realización de entrevistas personales en profundidad a participantes de los mismos para la elaboración de informes y comparativas, desgloses de “fortalezas y debilidades” de las comunicaciones y asesoramiento por parte de expertos en comunicación y publicidad con el fin de establecer una propuesta que “complemente y mejore la eficacia” de la política de Juego Responsable de la ONCE.
Se trataba, a juicio del responsable de la cátedra, de “entender bien cómo entiende la ONCE y sus trabajadores el juego responsable, cuál es su misión y visión para que los propios trabajadores se sintieran más involucrados y motivados por este tema”, convencido de que la organización “advierte del posible peligro con mucha responsabilidad”.
En paralelo, Cuesta explicó que la cátedra ha formalizado también entrevistas personales con técnicos y profesionales de esta área sobre la “realidad” de las comunicaciones con los jugadores y consultas con “diversas” asociaciones de jugadores rehabilitados a través de la Federación Española de Jugadores de Azar Rehabilitados (Fejar) para “conocer su opiniones y sugerencias de cara a la mejora de estas comunicaciones”.
En este sentido, la cátedra también ha desarrollado un estudio con técnicas de neuroinvestigación en torno a las campañas de comunicación que la ONCE lleva a cabo en materia de juego responsable, con el fin de “seguir avanzando en la mejora continua de estos mensajes”.
Tras puntualizar que, además, patrocina el I Congreso Internacional de Neurocomunicación y neuromarketing que arranca este jueves en la Facultad de Ciencias de la Información de la Complutense, de cara al futuro avanzó que la cátedra organizará, junto a todas las facultades de comunicación de España, un concurso para diseñar una campaña de comunicación “eficaz” de juego responsable y que también servirá para “sensibilizar” a los jóvenes estudiantes sobre este asunto.
La Once, responsablemente responsable
Por su parte, el responsable de la unidad de Seguridad y Juego Responsable de la ONCE, Miguel Prieto, explicó que, para la organización “hablar de juego responsable no es involucrarse en algo que está de moda o que se lleva”. “La ONCE siempre ha sido responsablemente responsable desde su génesis, hace 84 años”, añadió, para advertir de que siempre ha trabajado “atendiendo a los mismos valores legales y éticos” y de que “históricamente la ONCE siempre ha sido lotería social, segura y responsable”.
“La prueba es que siempre ha sido una organización con una reputación muy importante”, agregó, para señalar que es una “institución de carácter marcadamente social”. “Siempre lo hemos sido y pretendemos seguir siéndolo”, sentenció, convencido de que el “estándar más exigente de juego responsable que hay en el mundo es el europeo y la ONCE cumple con creces y saca nota en el cumplimiento de esos estándares”.
Tras señalar que la ONCE “introduce” el concepto de juego responsable “en el día a día y en la comercialización de sus productos de lotería”, Prieto recordó que la organización se “ocupa” de sus vendedores, muchos con discapacidad, y tiene acuerdos para que sus productos sean comercializados por “terceras entidades, que también deben cumplir los preceptos y categorías de juego responsable”.
“Antes de comercializar un producto evaluamos su impacto social y verificamos el grado o riesgo que puede tener”, apostilló, para incidir en que entre sus “preocupaciones” también está el estar pendiente de aquellas personas “que pueden incurrir en comportamientos problemáticos” en torno a esta actividad legal.
En este punto, explicó que la ONCE cuenta con un protocolo que incluye una formación “muy potente” a sus vendedores “sobre qué es juego responsable y qué hacer cuando detectan un comportamiento desordenado en una persona”, al igual que ocurre en su canal digital, donde analiza “la forma de jugar del consumidor” y, en caso de sospecha de posible consumo problemático “saltan unas alarmas”.
“Además, cuando llega a un límite de consumo no le permitimos que juegue a ningún producto y queda en suspensión de cuenta durante un mínimo de tres meses”, subrayó, para puntualizar que la ONCE tiene “más de un millón de clientes y no llegan a dos centenares de personas las que pueden estar en un comportamiento desordenado”.
Por todo ello, defendió que la organización es “líder, vertebradora y faro de esta temática a nivel internacional”. “Somos el espejo, con toda la humildad del mundo”, resolvió, consciente de que, en materia legal, ahora “tocaría socialmente atender la demanda y la preocupación en torno al juego responsable” en el ámbito digital y de que, antes de que se apruebe el futuro Real Decreto por el que se regula el desarrollo de entornos más seguros de juego que prepara Consumo, la ONCE “cumple el 99,9% de los borradores legislativos”.
A este respecto, el director de Comunicación del Grupo Social ONCE, Antonio Mayor, aseveró que, “para tener 85 años, hay que hacer las cosas con rigor, seriedad, muy bien y con un propósito”. “No somos oportunistas”, dijo, en relación a la apuesta de la ONCE por el juego responsable, y recordó que la organización, integrada en el Grupo Social ONCE, es el cuarto empleador no público de personas con discapacidad en España y el primero a nivel mundial, con más de 73.000 trabajadores.
“Siempre tenemos en el centro a las personas con discapacidad y a los clientes, a los que conocemos perfectamente, porque estamos en todo los barrios, plazas y pueblos de España, en cada esquina siendo el termómetro de cómo está la sociedad. Somos personas de confianza y centinelas de la ilusión”, concluyó, convencido de que la ONCE “no es cualquier operador de juego” y busca “ir por delante de lo que marca el legislador trabajando con absoluta transparencia”.
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