Aldeas Infantiles SOS atendió en 2022 a 38.083 niños, niñas y jóvenes privados del cuidado parental o en situación de vulnerabilidad y a 8.056 familias gracias a sus programas en España y a aquellos de Cooperación al Desarrollo y Respuesta a Emergencias. En nuestro país, en concreto, la organización apoyó a 18.837 niños, niñas y jóvenes, un 46 % más que en 2021, y a 5.547 familias, una cifra que también se ha incrementado en un 44 %. En total, la organización ha aumentado su actividad nacional e internacional en un 25 %, lo que refleja el impacto que el contexto de crisis está teniendo en miles de personas dentro y fuera de nuestro país.
La pandemia, las guerras, la inseguridad alimentaria y la emergencia climática han sumido a innumerables familias de todo el mundo en la precariedad. La infancia, la adolescencia y la juventud se han visto especialmente afectadas en diversas áreas de sus vidas, desde la educativa a la laboral, pasando por la protección y la salud mental. Así lo asegura Aldeas Infantiles SOS, que en su recién publicada Memoria 2022 arroja un incremento de su actividad de un 25 % en sus programas en España, Latinoamérica y África, pasando de 36.867 a 46.139 niños, niñas, jóvenes y familias atendidos en total.
Este aumento en el número de participantes se ha producido en todas las áreas de trabajo de la organización y, en especial, en sus Programas de Prevención. Dentro de esta acción preventiva se han puesto en marcha nuevos proyectos comunitarios, entre los que cabe destacar un proyecto de Intervención en el espacio escolar con el objetivo principal de identificar a niños y niñas en situación de riesgo y asegurar su bienestar. Mediante actividades grupales e individuales, se busca promover su desarrollo individual, social y educativo, considerando sus necesidades y contextos familiares. Además, se hace hincapié en el apoyo a las familias, la colaboración con el profesorado y en establecer alianzas con otros agentes sociales, beneficiando así a toda la comunidad escolar.
En España, Aldeas Infantiles SOS atendió a un total de 18.837 niños, niñas y jóvenes, un 46% más que en 2021 y a 5.547 familias. A través de sus Programas de Protección, con los que la organización ofrece un hogar a aquellos niños y niñas privados del cuidado de sus padres, acogió a 1.324 niños, niñas y adolescentes y dió apoyo a 933 familias. La organización cuenta con ocho Aldeas Infantiles SOS, cinco Residencias de Jóvenes, ocho Programas de Apoyo al Acogimiento en Familia, un Programa de Primera Acogida y Valoración, un Programa para Jóvenes Migrantes y un Programa Especial para Refugiados de Ucrania.
Asimismo, Aldeas apoyó a 16.083 niños, niñas y adolescentes y 4.502 familias en sus Programas de Prevención, que tienen el objetivo de mejorar sus condiciones de vida y fortalecer a las familias, evitando que un empeoramiento de los factores de riesgo pueda provocar la separación entre padres e hijos. Esta labor se lleva a cabo a través de treinta Centros de Día, ocho Programas de Familias, cinco Centros de Educación Infantil y diversas actividades realizadas en colegios, proyectos comunitarios, huertos, granjas escuelas, terapia con animales, Aldeas Caixa Proinfancia y su Programa de Educación en Valores.
La organización también acompañó a 1.430 jóvenes que han crecido en el sistema de protección o se encuentran en situación de vulnerabilidad y, al cumplir la mayoría de edad, necesitan ayuda para adquirir una autonomía plena que les permita integrarse social y laboralmente. Lo hace mediante sus ocho Programas de Jóvenes, con los que, además de ofrecer apoyo para la autonomía y la emancipación de los jóvenes, les brinda orientación profesional, así como formación en competencias laborales y personales a través de dos Programas Profesionales y de otros proyectos. Dentro del Programa de Jóvenes también se facilitó ayuda a 112 familias.
Cooperación al desarrollo y emergencias
Fuera de nuestras fronteras, Aldeas Infantiles SOS financia Programas de Cooperación al Desarrollo en Bolivia, El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua, Perú, Marruecos y Senegal. A través de ellos, trabaja para romper el círculo intergeneracional de precariedad y pobreza y para promover comunidades resilientes y garantes de los derechos de la infancia y la adolescencia. Desde 2022 Aldeas forma parte de la Coordinadora española de Organizaciones para el Desarrollo (CONGDE).
Asimismo, en colaboración con SOS Children’s Villages (federación internacional de la que forma parte), la organización contribuyó a implementar Programas de Respuesta a Emergencias en Ucrania y Grecia, con los que ayudó a 5.006 niños, niñas, adolescentes y jóvenes.
Transparencia, calidad y buen gobierno
Tal y como explica en su Memoria 2022, los sistemas de calidad, la medición y el análisis de resultados forman parte intrínseca de la organización y son esenciales para mejorar la atención que presta a niños, niñas, jóvenes y familias. Con alcance a todos sus programas en España, Aldeas Infantiles SOS cuenta con la Certificación Nivel 1 de Keeping Children Safe, el más alto organismo en materia de protección a la infancia a nivel mundial, que desarrolló los Estándares Internacionales de Protección Infantil, y con el SELLO 200+ “por su gestión excelente, innovadora y sostenible” basada en el Modelo EFQM.
La organización también realiza evaluaciones anuales para conocer, a través de cuestionarios, el nivel de satisfacción con la atención recibida de los niños, niñas y familias que participan en sus programas. La nota media obtenida en 2022 ha sido de 4,39 sobre 5. Esta evaluación también se hace extensiva a las personas con quienes trabaja en la Administración (obteniendo una nota media de 4,72 sobre 5), los centros educativos (4,71 sobre 5) y los profesionales en prácticas (4,71 sobre 5).
Aldeas Infantiles SOS somete anualmente sus cuentas a un proceso de auditoría externa y al control de SOS Children’s Villages, las hace públicas y las deposita en el Ministerio del Interior. En 2022 las aportaciones de socios, donantes, padrinos y empresas supusieron el 75,2 % del total de sus ingresos, y las subvenciones concedidas por diferentes administraciones públicas el 24,8 % restante. El ejercicio se cerró con un resultado positivo.
En lo que al uso de los fondos se refiere, el 79,4 % estuvo destinado a programas sociales desarrollados principalmente en España y a cooperación internacional y emergencias; un 14,6% se dedicó a acciones de captación de recursos, gestión de socios y donantes, y justificación de subvenciones; y el 6 % cubrió los costes relacionados con la administración y
gestión de la organización.
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