Aqualia ha sido reconocida como la primera compañía en gestión de aguas “Espacio Cerebroprotegido” una distinción otorgada por la Fundación Freno al Ictus. El proyecto desarrollado junto a esta compañía incluye la campaña de sensibilización “ Aqualia contra el ictus“, que tiene como objetivo concienciar e informar sobre esta enfermedad, su prevención y la importancia del tiempo de actuación. La campaña consiste en una serie de materiales divulgativos distribuidos a través de los diversos canales de comunicación de la entidad y acciones de sensibilización entre los colaboradores de la compañía.
Con esta distinción, Aqualia se convierte en la primera compañía en gestión del ciclo integral del agua reconocida como “Espacio Cerebroprotegido”, y se une al conjunto de organizaciones comprometidas en la prevención del ictus. El programa de certificación, “Espacio Cerebroprotegido” ha capacitado a un total de 359 personas con un doble propósito: reducir el tiempo de respuesta para salvar vidas y prevenir secuelas, además de instruir sobre cómo estabilizar a las personas afectadas para activar de inmediato el protocolo Código Ictus mediante los servicios de emergencia.
Durante el acto de entrega del sello de reconocimiento, Jesús Raúl Díaz Bernal, responsable de Salud Laboral en Aqualia, destacó: “Agradecemos a la Fundación Freno al Ictus por ayudarnos a ser la primera empresa del sector de la gestión del agua que obtiene este sello. Ahora nuestros empleados, sus centros de trabajo, su entorno social y familiar están más seguros y forman parte de la cadena de supervivencia frente al ictus”.
Julio Agredano, presidente de la Fundación Freno al Ictus, enfatizó que “el ictus es una enfermedad donde el tiempo es un factor crítico, por lo que la reducción en el tiempo de respuesta es esencial para minimizar las secuelas. Gracias a Aqualia y su compromiso en la lucha contra el ictus, estamos sumando más personas que pueden alertar, ganando tiempo valioso para salvar vidas, tanto entre sus colaboradores como sus clientes. Según datos de la Sociedad Española de Neurología, más del 50% de los afectados por un ictus sufren secuelas discapacitantes o fallecen, y el 35% de los casos ocurren en edad laboral, con una tasa de mortalidad cinco veces mayor que la del cáncer de mama. El propósito central de esta certificación es preservar vidas y reducir las consecuencias a largo plazo.
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