En el Día Mundial del Agua de este año, Naciones Unidas hace un llamamiento global para “Acelerar el cambio” y pide que gobiernos, compañías, y ciudadanos tomen las medidas necesarias en la forma en que gestionan y consumen el agua. Los últimos datos, advierte Naciones Unidas, muestran que los gobiernos deben trabajar cuatro veces más rápido que hasta ahora para cumplir con el Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) 6: “Agua Limpia y Saneamiento” a tiempo.
Aunque en los últimos años se han alcanzado importantes logros, la ONU afirma que todavía hay 2.000 millones de personas en todo el mundo sin acceso a servicios de agua potable gestionados de manera segura y estima que en 2025 dos tercios de la población mundial podrían vivir en zonas con escasez de agua. En este escenario, las empresas especializadas en la gestión del ciclo integral del agua tienen un papel clave, pudiendo investigar e innovar para poner los recursos hídricos en la vanguardia de la sostenibilidad y el cuidado de la salud humana. Las inversiones en I+D+i realizadas por Aqualia inciden en este sentido y han permitido que, a lo largo de 2022, se pusieran en marcha seis nuevos proyectos, se avanzara en el desarrollo de otras doce investigaciones y se concluyeran cuatro.
La innovación y la transformación digital frente a los retos futuros
Durante 2022, la inversión de Aqualia en tecnología se situó cerca de los 17 millones de euros. En España, el objetivo se centra en mejorar la eficiencia y sostenibilidad en la gestión del agua y, para ello, se enfoca en desarrollar y mejorar las tecnologías hídricas. La compañía está implantando una red de nueve centros tecnológicos y de control en España, en los que centraliza la gestión de redes, la cartografía, el lanzamiento de órdenes de trabajo, y el control de los almacenes, entre otras actividades.
La principal herramienta en este proceso tecnológico es Aqualia Live, una plataforma modular e integrada en torno a la que se concentran todos los servicios digitales de la compañía y que tiene como objetivo la interconexión de los millones de datos que gestiona cada día para tomar decisiones más eficientes. En el caso de Dénia (Alicante), la instalación de 50.000 sensores a lo largo de los 500 kilómetros de la red de abastecimiento favorecerá una mejora en la gestión, el aumento de su eficiencia, la reducción de las pérdidas en las redes de suministro y el avance en el cumplimiento de los objetivos ambientales marcados.
Para enfrentar los desafíos de la era tecnológica, el cambio climático y el estrés hídrico, la principal aportación de las empresas es la innovación y la capacidad de inversión. A través de estos puentes las compañías pueden acelerar el cambio y mejorar la eficiencia del ciclo integral urbano del agua, ya que las nuevas tecnologías son un aliado imprescindible en el camino hacia los ODS.
Un claro ejemplo se encuentra en la depuradora de Lleida, donde Aqualia ha implementado diferentes actuaciones para potenciar la eficiencia del tratamiento de fangos, lo que permitirá aumentar la producción de biogás, tanto para su uso en cogeneración como para su empleo como biocombustible vehicular. Además, con la instalación de 705 placas fotovoltaicas, la planta ya ha alcanzado el 50% de autosuficiencia energética, convirtiéndose en una de las depuradoras más sostenibles en nuestro país.
Por otro lado, Aqualia ha conseguido que en los últimos 30 años la ciudad de Almería reduzca a la mitad el agua que consume, de 30 hectómetros cúbicos anuales en el año 1993 a 16 hectómetros cúbicos en la actualidad. Todo ello pese a que la ciudad ha aumentado un 30% su población. Este incremento de la eficiencia se ha logrado gracias a la sectorización de la red de agua, a la implantación de sistemas de detección de fugas y al desarrollo de campañas de concienciación ciudadana.
En Baleares, la implantación durante los dos últimos años de nuevas tecnologías para la búsqueda de fugas, junto a la sectorización de la red municipal de agua, han permitido alcanzar rendimientos muy elevados, por encima del objetivo definido en el Plan Hidrológico de las Islas Baleares para el 2027 y superando incluso la media nacional. En Sant Joan, por ejemplo, se ha alcanzado el 91,36%; y en Formentera, se alcanza el 92%. En Santa Eulària se ha reducido un 20% el agua no registrada respecto al año anterior, lo que supone un ahorro de 300.000 m3. El uso de agua desalada ha permitido también dejar de extraer 1,3 millones de metros cúbicos de los acuíferos.
Para Aqualia, primera empresa del sector certificada por AENOR en la consecución de los ODS, el agua es fundamental para el desarrollo sostenible. Naciones Unidas declaró el periodo 2018-2028 como el Decenio Internacional para la Acción «Agua para el Desarrollo Sostenible». De esta manera, la sociedad cuenta con un marco de actuación para acelerar el cumplimiento del ODS 6 “Agua Limpia y Saneamiento” y sus respectivas metas, aunando esfuerzos para afrontar los desafíos relacionados con el agua y con el resto de los objetivos de la Agenda 2030.
Accede a más información responsable en nuestra biblioteca digital de publicaciones Corresponsables y en el Caso Práctico de Aqualia en el Anuario Corresponsables 2023.