Los días grandes del festival Open House Valencia ya están aquí. Tras un mes cargado de actividades, este fin de semana, 25, 26 y 27 de octubre, las arquitecturas más preciadas de Valencia abren sus puertas al público para explicar, divulgar y mostrar sus secretos.
Entre las más icónicas se encuentran las antiguas bodegas Vinival que participan por tercer año consecutivo, después de haber batido récords de asistencia en 2023. La arquitectura ya fue la segunda más visitada de la IV edición del festival, abriendo tan sólo un día, y el año pasado se hizo con el podio, cuando más de 350 personas se adentraron en la peculiar mole de ladrillo frente de La Patacona.
Open House Valencia se ha convertido en un gran catálogo de la cultura arquitectónica de la capital y su área metropolitana. Y, en el caso de Vinival, una voz clave en la difusión de su historia y su valor.
El emblemático edificio fue proyectado por los arquitectos Luís Gay y J. Antonio Hoyos Viejobueno y el ingeniero agrónomo Ángel Argüelles, y su valor patrimonial dentro de la arquitectura industrial ha sido extensamente reconocido.
Al entrar en su sorprendente envolvente de más de 2 millones de ladrillos se descubre su secreto. No es un silo, sino un edificio de gran amplitud. Su curiosa piel no responde a la forma interior de los propios depósitos, sino que alude a la función que tenía: almacenar vino. El ladrillo cerámico enfoscado en su cara interior, una cámara de aire de 7 cm y aislamiento térmico con fibra de vidrio de 4 cm, dan lugar a una temperatura constante, típica de las bodegas. En lugar de tratarse de un espacio lúgubre y cerrado, el edificio disfruta de bastante luminosidad gracias a sus lucernarios en la cubierta y cuenta con sistemas de ventilación.
El edificio de las antiguas bodegas tiene 4.800 metros cuadrados en planta y 17,95 metros de altura. Disfrutaban de una capacidad superior a los 32 millones de litros. Unas magnitudes que dan testimonio de que fue una de las bodegas con mayor producción de Valencia. En palabras de uno de sus últimos directores, en sus mejores años, cerca del 25% del vino que exportaba España pasaba por ellas.
Un pasado industrial
Las antiguas bodegas Vinival se construyeron en lo que entonces era el polígono industrial de la Vera, desarrollado entre finales de los 50 y 60, como prolongación del frente marítimo de la malvarrosa, paralelo al mar.
En el año 1969, se funda Vinival S.A. por las familias Mompó, Teschendorf y Garrigos. Nace gracias a la agrupación de pequeños productores de vino como una empresa facilitadora de servicios de almacenaje y embotellado de cara a la exportación a través del puerto de Valencia.
En ese mismo año (1969) se inicia la proyección de las bodegas levantándose con ello el edificio que ha dotado de identidad al barrio de la Patacona desde entonces. El edificio principal se termina en 1972, añadiéndose posteriormente los edificios de oficinas, la planta embotelladora y un hangar ferroviario que no llegó a utilizarse.
Las bodegas estuvieron en funcionamiento hasta el año 2008. Por aquel entonces La Patacona ya no era el viejo polígono de Vera, sino un barrio en expansión, conurbado a Valencia y con una orientación claramente residencial y turística. El problemático paso de camiones a través de Valencia hasta el puerto y la presión urbanística del momento, llevaron a que en 2004 se acordara la venta del complejo, cerrándose el acuerdo y la actividad de la Bodega en 2008.
Regeneración para un futuro mejor
El destino de este particular edificio era su demolición para construir edificios residenciales, como en el resto de La Patacona. Sin embargo, la crisis inmobiliaria acabó con este proyecto, salvando al edificio y dejando al sector de Vinival tal y como se puede visitar en la actualidad.
El edificio sobrevive todavía sin protección ni catalogación, sin ninguna figura de protección legal. Varios inversores se han acercado en estos años al sector con diversas propuestas. Una universidad, la más llamativa, pero ninguna ha salido adelante.
Sin embargo, desde 2018 la promotora Metrovacesa, junto con el Ayuntamiento de Alboraya, lleva impulsando la recuperación y protección del edificio para regenerar la última pieza que queda del antiguo polígono industrial, convirtiendo las bodegas en el centro de un ecobarrio. De la mano del reconocido estudio de arquitectura Estudio Herreros, se presentó un proyecto que recoge la experiencia de otros barrios modélicos y sostenibles cuyas claves se aplican bien en este espacio privilegiado entre la huerta y el mar.
Esta propuesta se encuentra actualmente en tramitación urbanística, pendiente de aprobación por el pleno municipal de Alboraya y también se podrá conocer con detalle en las visitas previstas durante el Open House Valencia. De hecho, la participación en el festival es una actividad clave para la puesta en valor de esta arquitectura y se enmarca dentro de un continuo proceso de participación ciudadana que se lleva realizando desde 2021 en torno a este proyecto de regeneración para La Patacona.
La apertura de un icono de la arquitectura industrial valenciana como Vinival es de suma relevancia para que la ciudadanía tome conciencia sobre la importancia de la protección patrimonial.