En los últimos años hemos visto como los conceptos de responsabilidad y sostenibilidad han ido cobrando un gran protagonismo en el ámbito empresarial, asociándose cada vez más a la estrategia fijada por cada organización, que apuesta por el desarrollo sostenido de la misma y que pretende ser una guía para el diseño de la sociedad del futuro, y que lo definimos como aquel que es capaz de mantener un equilibrio entre satisfacer las necesidades de la sociedad actual sin perjuicio de las futuras.
Como en todos los cambios, y recientemente estamos viviendo un importante número de ellos, las empresas que sean capaces de adaptarse a este modelo de desarrollo se verán beneficiadas.
Un reflejo de este compromiso se puede visibilizar situando el área de Responsabilidad Social Corporativa al más alto nivel dentro de la estructura organizativa de una compañía, tal y como sucede en nuestro caso, ya que la misión debe ser integrar en la gestión de la entidad los elementos de dirección necesarios para desarrollar un modelo de empresa responsable, acompañando y apoyando las necesidades de la sociedad. Sus estrategias deben ser diseñadas como el resto de las estrategias o funciones de negocio, buscando un objetivo y basadas en el conocimiento, la eficiencia y la convicción.
En ABANCA, la misión principal consiste en posicionar la entidad como un referente en comportamiento socialmente responsable en Galicia, y satisfacer los requerimientos asociados a la financiación alternativa con criterios ASG (ambientales, sociales y de buen gobierno corporativo). Para ello, la entidad ha ido poniendo en marcha una serie de proyectos con los que intentamos alcanzar nuestro fin, y entre los que podemos destacar el Programa de Educación Financiera, cuyo objetivo es que el mayor número de personas posible tenga información suficiente para tomar decisiones responsables sobre sus finanzas personales; el Voluntariado Corporativo, a través del cual nuestros compañeros tienen la oportunidad de desarrollar acciones en los ámbitos asistencial, educativo y medioambiental; la protección a deudores hipotecarios; y la educación en valores a través del arte, la música y el deporte.
Las materias relativas a la responsabilidad social corporativa han pasado a ocupar un lugar relevante en las recomendaciones de buen gobierno y, entre ellas, cobran una gran importancia los ejercicios de transparencia y reporting que se deben llevar a cabo. Publicar información, de manera periódica y de acuerdo a una estructura comparable, que permita a los grupos de interés conocer su grado de avance a través de información elaborada de acuerdo a los criterios establecidos por los estándares existentes, resulta imprescindible para las organizaciones de nuestro tiempo. ABANCA, tanto en el 2015 como en el 2016, ha seguido la metodología de Global Reporting Initiative (GRI), a través de los principios e indicadores que se contemplan en su guía.
La acción social de una compañía también está presente en las organizaciones responsables que quieren situarse con un posicionamiento estratégico sostenible y de futuro, y su actividad debe proceder de un ejercicio de reflexión sobre la responsabilidad que tienen y de su convicción de querer contribuir al desarrollo de la sociedad. Así, se hace necesario estar presente en proyectos cercanos, contribuyendo a su viabilidad y permanencia, apostando por iniciativas cuya actividad hacen de nuestro entorno un mundo mejor, y ayudan a concienciar sobre la necesidad de hacerse presentes en lugares también lejanos.
Otro forma de manifestar el compromiso con estas ideas y con su puesta en práctica es el ejercicio de divulgación y punto de encuentro que hemos hecho con la puesta en marcha del Foro ABANCA Responsable, creado por el banco en noviembre del año pasado con el objetivo de contribuir al desarrollo de la responsabilidad social empresarial en Galicia a través del fomento y aplicación de modelos de gestión responsable en las empresas de la comunidad. Entre sus miembros se encuentran algunas de las empresas, asociaciones e instituciones más representativas de la economía y el tejido social de Galicia.
En ABANCA tenemos el firme convencimiento de que el futuro de la RSC se fundamentará en conseguir un equilibrio entre lo económico y lo social, necesario para cumplir con un desarrollo sostenible que satisfaga las expectativas de los distintos grupos de interés y apoyando las necesidades de la ciudadanía, y en el que los ODS que se han fijado como meta para el 2030 deberán estar presentes en las agendas de las organizaciones.