¿Como explicaría qué es Demos y en qué consiste su principal aporte a la sociedad para quien todavía no conozca el encuentro de referencia de las fundaciones y asociaciones?
Foro Demos es el lugar de reencuentro de las fundaciones, de la sociedad civil y del Tercer Sector. Es el espacio en el que, una vez al año, nos reunimos todas las personas dedicadas al sector fundacional para visibilizar nuestro trabajo, poner en común ideas y pensar estrategias para mejorar la sociedad. Hablamos de un sector económico de primer nivel, que genera un gasto de 8.499 millones de euros cada año y que emplea a 267.000 trabajadores, y por eso creemos que es importante disfrutar y aprovechar el encuentro que ofrece un espacio como Demos.
En esta sexta edición de Demos vamos a tener charlas muy interesantes como, por ejemplo, la que tendrán Jon Juaristi y Héctor García Barnés, moderados por Luis González, director de la Fundación Germán Sánchez Ruipérez – Casa del Lector sobre cómo el clima de incertidumbre que vivimos impacta en el funcionamiento de la sociedad civil y las fundaciones. Además, hablaremos de Ucrania, de innovación social, crisis climática, o de inversión de impacto como forma de escalar la actuación de las fundaciones en lo social y cultural y como forma complementaria de financiación del Tercer Sector, etc.
Este año tendremos una presencia especial de jóvenes, en el Año Europeo de la Juventud, jóvenes muy participativos que impulsan la solidaridad y que trabajan todos los días para romper estereotipos. Invito a todos los lectores a que se sumen a Foro Demos porque realmente el programa merece mucho la pena.
En esta ocasión, Demos2022 apela a la contribución de la filantropía al bien común, a su definición y materialización en miles de ideas, proyectos y beneficiarios. Comencemos por el principio, ¿qué es para ustedes el bien común?
Cuando hablamos de bien común nos referimos a aquello que es bueno y beneficioso para todos los miembros de una comunidad o sociedad. Esa expresión apela a todos, no sólo al individuo. En la AEF, cuando hablamos de bien común, nos gusta mucho también referirnos a otra palabra, filantropía, que es amor al género humano porque las fundaciones nacen de un acto filantrópico, de una filantropía que está estructurada y organizada y que hace las cosas de modo profesional.
Esta discusión sobre qué es el bien común y cómo contribuir al mismo cobra especial relevancia en un contexto tan lleno de incertidumbres como el actual. ¿Que pueden aportar las fundaciones para salir de esta complicada encrucijada en la buena dirección?
Las fundaciones aportan algo fundamental que es la creación de sociedad civil, es decir, la creación de compromiso por parte de la ciudadanía para resolver los problemas de los demás. A partir de aquí, las fundaciones, no sólo en España sino en todo el mundo, forman una red omnipresente que alcanza a millones de personas en muchas situaciones. En España, en concreto, hablamos de 40 millones de beneficiarios de todos los ámbitos: desde la salud a la discapacidad, de la infancia a la dependencia, de la cultura a la investigación, desde la educación primaria a la formación de posgrado, desde la acción por el clima al desarrollo sostenible.
Somos un tejido capilar, cercano a los problemas, que permite canalizar hasta la última gota de la solidaridad española. Y permítame que le ponga un ejemplo concreto que todos los lectores van a entender: el sistema de salud en España es grande y complejo.
A veces, surge una enfermedad rara que el sistema no tiene catalogada y a la que, por tanto, no se le dedican recursos suficientes. Es habitual que surja una fundación con personas afectadas que luchan por la investigación de esa enfermedad, algo de lo que se beneficia toda la sociedad, porque nadie está libre de enfermar, y el propio sistema público de salud. Por eso, desde la AEF siempre insistimos en que las fundaciones son una pieza esencial de la sociedad del Bienestar.
¿Qué proyectos y campañas destacaría, tanto de la AEF como de sus fundaciones miembros, por su carácter innovador o por su necesidad social?
Las fundaciones aportan nuevas formas y visiones de abordar problemáticas o retos sociales, algunos ya detectados hace tiempo y otros nuevos. En Demos veremos precisamente muchos de estos ejemplos: fundaciones que aplican soluciones tecnológicas a problemas sociales, otras que aplican técnicas de creatividad a la iniciativa empresarial o fundaciones que trabajan la equidad educativa abordando las desigualdades que existen fuera del aula y del sistema educativo que hacen que no todos los niños y niñas lleguen en las mismas condiciones.
O fundaciones que abordan los problemas de nutrición y alimentación en nuestra sociedad, que también generan desigualdad, como parte de la sostenibilidad ambiental y la transición verde. También hay fundaciones que hacen de la transición de nuestro modelo energético hacia un modelo más verde una oportunidad para reducir la pobreza energética.
¿En qué cuestiones y problemáticas creen que hay que reforzar todavía más la labor de la Asociación Española de Fundaciones?
Desde la AEF trabajamos con insistencia en hacer de las fundaciones y, por tanto, del Tercer Sector y de la filantropía, un sector conocido y visible para la sociedad y sobre todo para las instituciones. Pero a veces sentimos cierta falta de empatía y de conocimiento de que lo somos por parte de los poderes públicos.
De forma más concreta, en los tres últimos años venimos insistiendo en dos asuntos: la incentivación de la filantropía y de la financiación privada del sector a través de una reforma de la Ley del Mecenazgo y la mejora del modelo de supervisión a través de ciertos cambios del modelo de Protectorado de Fundaciones, para que sea más efectivo y menos burocrático. La burocracia y la falta del entendimiento del sector lastran el potencial de las fundaciones y su contribución al interés general. Voy por partes.
Sobre la Ley del Mecenazgo, primero hay que explicar que en el Parlamento existe una propuesta en estos momentos planteadapor el PDeCAT que contó con el apoyo de la mayoría de los grupos parlamentarios en su admisión a trámite y que si fuera apoyada por el Gobierno permitiría lo siguiente: aumento de las deducciones fiscales para las donaciones de personas físicas y jurídicas, en particular para el micromecenazgo, aumento de los límites a las donaciones deducibles y ampliación del concepto de donación incorporando las donaciones de servicios, por ejemplo.
Todo esto, que suena muy técnico y muy reducido al ámbito fiscal tiene para nosotros el objetivo de incrementar el número de personas y empresas que realizan donaciones a entidades sin fin de lucro y el importe de las donaciones medias que sigue siendo muy bajo comparado con otros países. Hablamos de donaciones medias de menos de 200 euros anuales en el caso de personas físicas. Esto es poco y una ley de mecenazgo no es incompatible con un sistema fiscal robusto.
Las organizaciones del Tercer Sector, incluida la AEF, han realizado de forma conjunta una serie de propuestas y se han presentado por todos los grupos un número relevante de enmiendas que conforman una amplia base para negociar. Incluso el pasado 17 de octubre, organizamos un acto en el Congreso de los Diputados para insistir en la necesidad de esta reforma.
¿Dónde está el problema? Pues en que el presidente del Gobierno anunció una reforma en el debate del estado de la Nación pero está claro que ya no da tiempo antes de que acabe la legislatura. El sector no conoce ni siquiera un anteproyecto si este existiera. Por eso, lo mejor es llegar a acuerdos en torno a la proposición de ley que está en tramitación. El contexto económico en el que estamos es muy preocupante. No son buenos tiempos para las organizaciones sin ánimo de lucro. La financiación de muchas actividades de interés general y el apoyo a colectivos muy diversos podría verse comprometida porque hay que tener en cuenta que la última reforma de la Ley del Mecenazgo es de hace 20 años.
Y sobre el Protectorado de Fundaciones, hay que insistir en que el sector fundacional necesita modelo de supervisión moderno, que las haga crecer. Un modelo ágil al tiempo que transparente porque los actos del Protectorado y del Registro, con excesiva frecuencia, resultan contradictorios, retroactivos, incomprensibles, arbitrarios o injustificados. Lo que llevamos años pidiendo a la Administración es que lleve el Protectorado a un ministerio transversal, por ejemplo, con el Registro de Fundaciones, y que sea un órgano independiente, profesional y colegiado para las decisiones más sensibles.
También hemos pedido a la Ministra de Política Territorial que ponga en marcha el Consejo Superior de Fundaciones, previsto desde la primera ley de fundaciones de 1994 y nunca activado. Este es el foro que permitiría una coordinación del Estado con los protectorados y registros autonómicos y constituiría un foro de interlocución permanente con el sector. Ahora vamos de ventanilla en ventanilla, cansados de peregrinar tanto para que administración atienda las necesidades del sector.
Hablemos ahora de los premios AEF. ¿Qué es lo que reconocen los mismos?
Con estos galardones, la AEF reconoce a los filántropos y fundaciones españolas que mejor representan los valores del sector en el cumplimiento de los fines de interés general.
Estamos muy satisfechos porque todos los años se premian iniciativas relevantes, innovadoras y con gran impacto. Estamos ya en la séptima edición y este año ha habido tantos candidatos en todas las modalidades como en ediciones anteriores.
¿Y qué destacaría en concreto de los ganadores en este 2022?
Me gustaría dedicar unas palabras a cada uno de los ganadores porque realmente representan la excelencia en el mundo fundacional y merecen un reconocimiento a su labor.
El Premio a la Iniciativa Filantrópica ha recaído en Lola Manterola y Diego Megía, creadores de la Fundación Cris contra el Cáncer. La fundación nace de la necesidad de apoyar la investigación de cáncer de una forma muy especial: detectar los mejores centros e investigadores, analizar las necesidades, financiar los proyectos y, con el aval de los resultados, crear sinergias colaborativas para compartir conocimientos e impulsar la cura. Lola y Diego, sus fundadores, tras la experiencia personal del cáncer de Lola decidieron invertir todo su esfuerzo en cambiar el panorama del cáncer.
La Fundación, en sus más de 10 años, ha invertido casi 30 millones de euros. Ha puesto en marcha 418 ensayos clínicos en Unidades CRIS y Proyectos CRIS, trabajando hasta el momento con 198 investigadores/as, lo que supone 81 líneas de investigación, con 739 publicaciones científicas, 634 comunicaciones a Congresos Médicos Nacionales e Internacionales y 64 tesis doctorales vinculadas a proyectos de CRIS contra el cáncer.
El Premio a la Colaboración se ha otorgado a la Fundación Youth Business Spain (YBS) y su red de entidades por el autoempleo y el emprendimiento juvenil en España, de la que los miembros del jurado han destacado su impacto por el número de jóvenes a los que ha alcanzado el proyecto. Desde el año 2013 sus servicios han sido utilizados con más de 20.000 personas de toda España contribuyendo a la creación de más de 4.500 pequeños negocios en nuestro país.
El Premio a la Innovación social ha recaído en la Fundación Unidad ELLIS Alicante, “Instituto de Inteligencia Artificial centrada en la Humanidad” que tiene como fines la investigación científica de excelencia en Inteligencia Artificial (IA) para el bien social, formación del talento joven investigador, difusión de conocimiento científico-tecnológico y liderazgo de pensamiento a nivel mundial. El trabajo de ELLIS Alicante ha contribuido a la definición de políticas públicas en la Comunidad Valenciana durante la pandemia de coronavirus con impacto en sus 5 millones de habitantes.
Y, por último, el Premio a la Comunicación ha sido para la campaña Transparentes, un proyecto de la Fundación Llorente y Cuenca que visibiliza al colectivo trans y sus barreras de inserción sociolaboral en España con la finalidad de sensibilizar a las empresas, las instituciones y la sociedad para contribuir a incentivar su contratación.
Por último, le dejamos una última pregunta abierta, para que no se quede nada importante en el tintero y puede usted añadir lo que considere que debe ser dicho y no olvidado.
Ya que estamos en una entrevista, hay que decir que los medios de comunicación deberían ser un gran aliado del sector. Los medios especializados lo son, pero en los medios generalistas seguimos echando en falta una mayor atención al sector, en el que además hay grandes especialistas en multitud de campos.