Brico Depôt Iberia forma parte de Kingfisher plc, una compañía internacional de mejora del hogar con cerca de 1.200 tiendas en 10 países de Europa. Entrevistamos a Alex Munujos, Responsable de Comunicación Interna y RSC de Brico Depôt que nos dará las claves y cómo funciona la RSE de la organización.
¿Podría empezar explicándonos cómo llegó a este mundo de la RSE y cómo fueron esos inicios? ¿cómo estaba la RSE en nuestro país y tu organización en la materia?
Mi primer contacto con la RSC fue de casualidad. Era el año 2010 y estaba estudiando ciencias ambientales, vi una oferta de trabajo en Brico Depôt en la que necesitaban una persona en prácticas para dar soporte al área de Responsabilidad Social Corporativa y opté a ella sin saber realmente de qué se trataba. Busqué información por Internet y empecé a comprender de qué se trataba. Es cierto que hace unos años no había demasiada información a nivel empresarial ni tampoco muchos ejemplos concretos sobre cómo aplicar criterios responsables de gestión medioambiental y ética en el mundo corporativo, pero me dio la sensación de que se trataba de un campo muy interesante y motivador.
Cuando inicié mi experiencia en Brico Depôt me di cuenta de que, en otros países, como el Reino Unido, la RSC estaba mucho más asentada que en nuestro país, ya que disponíamos de un programa de Responsabilidad Social con tareas y objetivos concretos y con tres niveles distintos el cual debíamos cumplir. En este sentido, Kingfisher, nuestra matriz, me sorprendió gratamente por su compromiso continuado con la RSC desde hacía muchos años atrás y del cual pude aprender muchísimo.
En esta línea, ¿cómo ha evolucionado la estrategia de RSE de su organización en estos últimos años hasta la actualidad y cuáles son, actualmente, sus principales líneas de actuación?
En un inicio teníamos un programa de RSC definido por el grupo Kingfisher al que dimos respuesta en forma de acciones y políticas. Una vez finalizado, ya en 2012, lanzamos la estrategia global “Net Positive” que tenía como objetivo no solamente minimizar nuestro impacto negativo en el entorno, sino que este impacto fuera netamente positivo.
La estrategia se centraba en cuatro pilares que impactaban en nuestro negocio: la madera, la energía, la innovación y la comunidad. Su lanzamiento fue un punto de inflexión para la RSC dentro de Kingfisher y Brico Depôt y supuso un posicionamiento e impulso claves.
Desarrollamos por primera vez un plan de sostenibilidad a tres años, durante los que logramos introducir la RSC en el día a día de la compañía y en todas sus áreas dándole una visibilidad interna y externa.
Actualmente, nuestra estrategia de RSE está centrada en cuatro ejes generales de actuación: ECOProductos, Madera sostenible, Medio ambiente y Acción social. Desde 2010 trabajamos productos que tienen un impacto positivo o significativamente menor en el medio ambiente.
En nuestra compañía utilizamos más de un 30% de madera en nuestros productos. De ahí que también colaboremos en la preservación de los bosques a través de la compra responsable de productos de madera, el apoyo a los productores locales, la promoción de la gestión forestal sostenible y la inversión en la gestión correcta de nuestros residuos.
Nuestras políticas de RSE también están centradas en las personas. Desde 2010 tenemos un convenio de colaboración con la Cruz Roja vinculado a nuestro Plan de Empleo para favorecer un acercamiento a la cultura del mundo laboral, que después ampliamos con Fundación Bancaria “La Caixa” a través del programa INCORPORA. Además, tenemos en marcha el proyecto “Hogares sostenibles – Escuelas sostenibles” con el que educamos a escolares y concienciamos a consumidores sobre las decisiones cotidianas de consumo para la disminución de su impacto en el medio ambiente.
¿Puede poner ejemplos, citar buenas prácticas de su organización en estos temas?
Desde el año 2011, en Brico Depôt hemos llevado a cabo nueve iniciativas de gestión forestal sostenible en España y Portugal, entre otras líneas de actuación de nuestra RSE. Ya hemos impactado en más de 3.000 hectáreas, gracias a la colaboración de más de 300 voluntarios (trabajadores y familiares).
Entre ellas, hemos colocado 12 cajas nido de murciélagos para prevenir plagas que afectan al alcornoque y a la producción de corcho en Valencia, hemos plantado más de 500 árboles de distintas especies en Barcelona, Goís, Arganil y Oleiros; y hemos reparado una balsa de agua para la extinción de incendios forestales en León.
Por otro lado, cada año invertimos en la mejora de la gestión de nuestros residuos. En 2012 lanzamos el proyecto “coste 0” y desde entonces hemos duplicado nuestra tasa de reciclaje.
Además, fruto del convenio de colaboración con la Cruz Roja e INCORPORA y en los últimos tres años hemos logrado más de 90 inserciones. Y a raíz del proyecto “Hogares sostenibles – Escuelas sostenibles”, hemos impartido talleres sobre la reducción del impacto del consumo diario en el medio ambiente en más de 100 centros escolares en España y Portugal.
¿Qué papel tienen en la misma la comunicación de la RSE y qué destacaría?, ¿cómo gestionan la comunicación en materia de RSE?, ¿qué formatos elijen para difundirla? y por último ¿la tratan de manera diferente a la información que generáis en otro ámbito?
Las empresas tenemos la capacidad de ofrecer respuestas a los retos medioambientales y sociales del planeta. Del mismo modo que los ciudadanos se muestran cada vez más sensibles y concienciados antes estos retos y demanda soluciones a los actores políticos y económicos, las empresas no podemos quedar al margen. Los consumidores también les demandan mayor responsabilidad y muestran preferencia por aquellas que tengan un claro propósito de mejorar el mundo y con las que compartan creencias e ideologías. De allí la importancia de comunicar nuestras actuaciones de RSE, es lo que nos permite darlas a conocer y, por tanto, facilitar la conexión con nuestros públicos, hacerles saber que nos importan los mismos retos, problemas o situaciones que a ellos les importan.
Esta comunicación nos permite mejorar también la reputación empresarial. Y más allá del impacto externo debemos tener en cuenta el interno. Comunicar nuestras actuaciones de RSE es una manera de hacer partícipes a nuestros trabajadores, de hacerles saber cuáles son los valores que nos mueven y generar un sentimiento de orgullo y pertenencia.
A nivel interno siempre comunicamos las acciones de RSC que se llevan a cabo tanto a nivel local en nuestras tiendas como a nivel global a través de proyectos corporativos. Es fundamental darles visibilidad para ofrecer un reconocimiento interno, así como para servir de inspiración a otras tiendas. A nivel externo, comunicamos los proyectos e iniciativas a través de nuestra página web, LinkedIn y medios especializados. Además, somos socios de FORETICA desde hace años y también nos ofrecen canales para visibilizar nuestras iniciativas.
¿Cuáles son las principales ventajas y beneficios de apostar por la RSE?
Además del impacto positivo que las actuaciones de RSC tienen en nuestro entorno –personas y medio ambiente–, contribuyendo, como agentes del cambio que somos, a la consecución de los objetivos de desarrollo, son múltiples las ventajas y beneficios de apostar por la RSE. Entre estas mencionaría:
- La mejora de la imagen corporativa y la reputación empresarial, aportando un valor diferencial.
- La fidelización de clientes y la posibilidad de aumentar la captación de otros nuevos.
- Ayudar a construir un sentimiento de orgullo y pertenencia entre los colaboradores y a captar nuevo talento. Cada vez más los trabajadores se sienten más atraídos por las empresas con este tipo de compromiso, en especial los millennials, que supondrán el 75% de los trabajadores en el año 2020.
- La mejora de la eficiencia energética y el fomento de la innovación.
- Y no nos olvidemos de la gestión del riesgo corporativo en áreas tan importantes como la correcta gestión de las materias primas o el consumo energético.
¿Cuáles son, en su opinión, los principales errores que se siguen cometiendo en la actualidad en torno a la RSE y cómo subsanarlos?
Algunas empresas que optan por incluir la RSE como parte de las políticas de la compañía caen en el error de crear una estrategia de RSE independiente a la empresarial; impulsar iniciativas dirigidas únicamente a públicos externos; o bien invertir más en comunicar una acción que en la acción en sí misma.
Con esto quiero decir que, por ejemplo, si se crea un departamento de RSE que se gestiona de manera desvinculada del resto de áreas y departamentos y sin tener en cuenta la operativa y el propio modelo de negocio, difícilmente lograremos que la RSE forme parte real del ADN. Es más, su impacto positivo se verá limitado.
Otro error es el de descuidar a los públicos internos, cuando pueden convertirse en los mejores embajadores de la organización. O bien destinar un presupuesto mucho mayor en comunicar la acción y publicitarla que en la propia ejecución, preparación y recursos para llevarla a cabo, lo cual sería contradictorio y poco coherente con los principios que deben mover nuestra política de RSE.
Aún se oye en determinados foros y personas que las empresas ‘hacen’ RSE por cosmética, por lavado de imagen, por greenwasing, ¿qué opina de ello y cómo revertir la situación?
Prefiero hablar de las empresas que, como Brico Depôt, se creen y creen en la importancia de la RSE, hacen crecer este ámbito y ponen en marcha acciones con resultados tangibles, con beneficiarios reales y con un impacto positivo del cual todos podemos beneficiarnos.
Recurrir al llamado greenwashing es una práctica que disminuye la credibilidad y confianza del consumidor hacia las empresas. De allí que lo relevante a la hora de abordar esta RSE sea educar a los empleados –a todos los niveles–, hacerles comprender e interiorizar el porqué de estas actuaciones, certificar los productos para garantizar el compromiso que hay detrás o promover entre los consumidores el consumo responsable, entre otros.
¿Cómo están fomentando en su organización la comunicación y el diálogo con los grupos de interés? ¿cómo lo llevan a cabo y cuáles son las principales buenas prácticas qué destacaría?
Nuestra relación con los distintos grupos de interés es muy diversa; como comentábamos antes, gracias a entidades como FORETICA o Cruz Roja, por ejemplo, hemos mantenido muy buenas relaciones con entidades sociales, proveedores, administraciones públicas e incluso han participado en algunas de nuestras reuniones internas para ofrecer su punto de vista siempre enriquecedor.
Finalmente, ¿cuáles son, en su opinión, los retos y desafíos de la RSE en nuestro país? ¿Y los retos de su organización? ¿Cómo los piensan llevar a cabo?
Las empresas españolas tenemos varios retos que afrontar. Sin duda, alinearnos con los objetivos de desarrollo e identificar en nuestro entorno, de lo local a lo global, los ámbitos en los que podemos contribuir es clave para que la RSE crezca y se convierta en uno de los pilares de las organizaciones.
La RSE debe expandirse a toda la cadena de valor y apoyar la innovación con fines sociales, esto es, que más allá de minimizar los impactos negativos de la actividad empresarial también permita mejorar la vida de las personas –desde los proveedores, empleados y clientes, por citar algunos, a todos aquellos ciudadanos que forman parte de nuestro entorno–.
En Brico Depôt, hemos trabajado la RSE a nivel global, a través de cuatro ejes generales de actuación, integrándola en nuestra estrategia empresarial. Actualmente seguimos trabajando para reducir lo máximo posible el impacto en el medio ambiente y actuar de manera más significativa en nuestro entorno. Por eso, de cara al 2021 tenemos previsto continuar desarrollando iniciativas enmarcadas dentro de nuestro proyecto forestal de conservación de los bosques, seguir optimizando nuestro consumo energético y ayudando a nuestros clientes a mejorar el suyo, aumentar en 31 centros escolares más a los que concienciaremos y formaremos sobre un mejor consumo de agua o energía en casa e incorporar al mundo laboral a más personas en riesgo de exclusión social.