La esperada recuperación del consumo está en marcha. El esfuerzo del sector en la pandemia tendría que acompañarse de medidas que ayuden a fortalecer nuestro sistema productivo. La distribución ha tenido que adoptar medidas drásticas, muy duras, en ocasiones, para adaptar su modelo de negocio a una crisis inédita. Es necesario reconocer el esfuerzo para mantener el empleo estructural, apoyar a los colectivos más dañados y dar una oferta comercial competitiva.
Mientras sucedía todo esto, algunos de los cambios estructurales se han acelerado. Principalmente, la transformación digital y la transición hacia una economía más sostenible. La digitalización absorbe ya un tercio de la inversión total de nuestras empresas. En el último año, el comercio electrónico ha crecido un 53% y en algunas categorías supone ya más del 20% de la cuota (…)
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