Sabemos que la causa que defiende ARHOE desde hace 15 años es una causa justa y necesaria, lo que hace mas fácil mi reivindicación y compromiso individual, no tiene mucho merito. Para empezar, unos datos estremecedores.
El Informe de la evaluación de implantación de equilibrio de la vida profesional y personal en las empresas de la Comunidad de Madrid del año 2019, el 94% de las mujeres afirman usar la flexibilidad para el cuidado de dependientes y responsabilidades en el hogar. Y el 89% de los hombres lo hace para deporte, estudios o gestiones.
O cómo señala la Encuesta de Población Activa (EPA) de septiembre de este año, casi 600.000 mujeres no buscan empleo por estar dedicadas a tareas de cuidados, 150.000 más que cuando comenzó la pandemia.
Unas diferencia que no se Uds., pero que desde nuestra visión, una sociedad europea como la española en pleno siglo XXI, no puede ni debe tolerar de ninguna forma.
Pero es que además, en los tiempos actuales nuestra sociedad ha tenido un impulso “forzado”, pero inevitable de hipertecnologización.
El 97% de personas de entre 16 y 34 años, usa diariamente Internet en nuestro país según datos del INE de noviembre de este año. Y un 68,7% de los menores españoles entre 10 y 15 años tiene teléfono móvil. Y un 55,2% ha comprado a través de Internet en los últimos tres meses.
En base a este parámetro y la indudable desigualdad que señale anteriormente, tenemos que preguntarnos que tipo de sociedad queremos en el corto plazo y si debemos reivindicar un humanismo 3.0 ante una presencia constante de la tecnología en nuestro día a día y los comportamientos individuales y colectivos que genera, sumando además la necesaria acción ante el cambio climático ( si realmente queremos un futuro), aspectos todos sobre los que inciden de manera directa la conciliación y unos horarios racionales.
No me entiendan mal. Cuando uno pone en google las bondades de la tecnología aparecen 147 millones de resultados. Curioso. Y este tema como en otros, la realidad de su ventaja o desventaja esta en el uso que se le de por la persona a esa herramienta que debería ser la tecnología. En mi opinión la clave es un humanismo tecnológico que no nos haga perder de vista quienes somos, personas, con nuestras singularidades y gustos individuales , pero siempre, siempre con el respeto a las singularidades de los demás, personas como “yo”. Sin esa exigencia innegociable, no hay futuro.
Y la conciliación como derecho fundamental y la corresponsabilidad como obligación fundamental ( el matiz es importante) es humanismo puro ya que pone el foco no en la colectividad anónima sino en las personas individuales atendiendo a sus circunstancias. De ahí que flexibilidad, desconexión, y tiempo dignos para el disfrute individual y familiar apelen siempre a la singularidad personal.
En el mundo de la empresa es poner por delante de la persona jurídica a las personas físicas que integran la organización. Porque ello además es “rentable” ya que permitirá liberar y retener talento, y generar un entusiasmo individual que nos hace mejores profesionales y mejores personas. Una llamada a las empresas: sigan con el teletrabajo a tiempo parcial. Es bueno para la productividad, no olviden las inversiones y esfuerzos ( forzados) que todos hemos realizado, y además no olviden que además de ser un factor que ayuda a conciliar ( con sus ventajas productivas) también evitan desplazamientos y en cierta medida se pone un pilar importante para reducir el cambio climático. Todo cuenta.
Como ven, mi insistencia es volver a poner a las personas como foco en la actuación personal, laboral y política. Y desgraciadamente hay interferencias muy importantes como los comportamientos (sí también las palabras hacen daño) basadas en el anonimato de las redes, o amparándose en comportamientos colectivos que parecen justificarlo todo o en hiperliderazgos populistas excluyentes en el que parece que todo vale por un voto.
Como se comento en el reciente Congreso de ARHOE, las cosas cambian porque cambian las leyes o porque cambien las conductas de las personas sin necesidad de leyes que nos obliguen a cambiar.
Al final tenemos que ser honestos y determinar que tipo de sociedad nos gustaría tener.
Y aquí hay aspectos y principios que deben estar en el ese ADN social saludable como son el compromiso individual ( y su responsabilidad individual ante los comportamientos), el desarrollo de coraje cívico que nos permita enfrentarnos a las realidades sin miedo y sin ataduras ni polarizaciones externas, el respeto a nuestra Constitución y al Gobierno que hayan elegido los ciudadanos, la negociación abierta, el consenso y la búsqueda de pactos de estado en aras al bien de la sociedad y respetando la diferencia, sumando siempre y no polarizando con cargas ideológicas…
No, desgraciadamente somos una sociedad con mucho por hacer desde lo individual (y colectivo), y quedan muchas tareas pendientes por hacer en un tema como la conciliación y corresponsabilidad. Es sencillo desearlo, pero mas complicado y en nuestra opinión se tiene que abordar de manera real y definitiva con un Pacto de Estado sentando a todos y a todas. Y sobre todo, medidas concretas. Nosotros en ARHOE así lo planteamos y en nuestra web www.horariosenespana.com van 50 medidas. Nos lo debemos como sociedad y sobre todo se lo debemos a las generaciones futuras. ¿ Se suma Ud. a reivindicar y a comprometerse individualmente?.
Yo reivindico y me comprometo individualmente por la conciliación y corresponsabilidad. ¿Y ustedes?
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