¿Qué importancia tiene para vuestra organización formar parte de la Alianza País Pobreza Infantil Cero y qué objetivos concretos esperáis conseguir con ella?
En Ayuda en Acción llevamos 40 años trabajando en favor de la infancia en entornos vulnerables en todo el mundo y sabemos que, si queremos que los logros sean sostenibles en el tiempo, estos necesitan de alianzas amplias en los territorios en los que actuamos. Es por ello que siempre buscamos trabajar junto a otras entidades con las que compartimos objetivos, sean ONG, administraciones, empresas, universidades… Sabemos que el reto de la pobreza infantil es inabarcable desde el trabajo individual, así que estamos ilusionados con formar parte de esta Alianza.
El primer objetivo que esperamos de esta gran coalición es que logre la consolidación de un movimiento de organizaciones que sumen esfuerzos y trabajen en red para abordar la problemática de la pobreza infantil en España. En este sentido, tenemos esperanzas en que impulse consensos en los que estemos involucradas las entidades sociales y desarrolle políticas de Estado que permanezcan más allá del color de los gobiernos y en todos los niveles de nuestra administración. Esto además se debe traducir en recursos económicos que estén orientados a la infancia, adolescencia y juventud más vulnerable.
Relacionado con el anterior, el segundo gran objetivo es el diseño de manera conjunta de un plan de acciones concretas donde podamos sumarnos el conjunto de organizaciones e instituciones que formamos parte de esta Alianza. Además, creemos que puede ser una gran oportunidad para el desarrollo de propuestas innovadoras que pongan el foco en la equidad educativa y la inserción sociolaboral de los y las jóvenes.
El tercer objetivo que nos marcamos es acceder de forma conjunta junto al resto de aliados a los fondos de recuperación económica europeos vinculados a los objetivos de educación y empleo. Creemos que la unión hace la fuerza y que la Alianza es una palanca importante para que presentemos propuestas de gran calado alineadas a nuestros objetivos comunes y destinadas a la lucha contra la pobreza.
Por último, esperamos que sea un espacio de intercambio de aprendizajes y conocimientos y un canal que dé voz a las personas que se encuentran en situación de vulnerabilidad haciendo llegar sus demandas y necesidades. Solo de esta manera, la Alianza podrá construir respuestas eficaces en la lucha contra la pobreza y la desigualdad.
¿De qué forma está vuestra organización trabajando para erradicar la pobreza infantil en España? ¿Nos puedes explicar brevemente vuestra evolución hasta la actualidad?
La pobreza y la desigualdad se heredan. Por eso, trabajamos en España desde 2013 a través de nuestro programa de acción social Aquí también para reducir las desigualdades y mejorar las condiciones de vida de la infancia, adolescencia y familias que se encuentran en riesgo de pobreza y exclusión social, ayudándoles a prevenir y mitigar algunos de los factores que afectan directamente a la transmisión intergeneracional de la pobreza. De esta forma, evitamos que la infancia y la adolescencia más vulnerable perpetúe esta situación una vez llegan a la vida adulta, proporcionándoles las herramientas que necesitan para que puedan acceder a las mismas oportunidades y, así, construyan el proyecto de vida que deseen.
Para lograrlo, contamos con la colaboración de una red compuesta por cerca de 80 colegios e institutos de toda España que cuentan con las características comunes de estar ubicados en zonas o barrios en los que existen altas tasas de desempleo y con un elevado porcentaje de alumnado en situación de vulnerabilidad. Estos se convierten en espacios dinamizadores, donde las familias obtienen apoyos y, al mismo tiempo, participan en la educación de sus hijos e hijas. Así también conseguimos crear un tejido social en el que las familias establecen sus propias redes de apoyo.
Durante estos siete años de trabajo, el programa ha ido evolucionando. En sus inicios y debido al contexto de crisis económica en el que se encontraba España, comenzamos con una intervención más asistencial destinando nuestros esfuerzos a proveer de ayudas directas (alimentación, material escolar, excursiones, etc.) ligadas a cubrir las necesidades básicas del alumnado. Con el tiempo, fuimos ampliando nuestro trabajo para dar respuesta a otras donde involucramos a toda la comunidad educativa.
Los proyectos que hemos puesto en marcha estos años, se centran en abordar tres objetivos: asegurar el éxito y la permanencia en el sistema educativo del alumnado; promover la mejora de las condiciones de vida de las familias, poniendo el foco en las mujeres; e impulsar redes de apoyo mutuo, la coexistencia multicultural y una ciudadanía crítica, comprometida y activa.
En estos momentos nos encontramos en un nuevo punto de inflexión, donde estamos revisando nuestro trabajo y hemos diseñado una nueva estrategia que guiará nuestra acción los próximos dos años. Esta parte de dos reflexiones. La primera aborda el contexto en el que nos encontramos y los retos que nos tocará afrontar como sociedad debido a la COVID-19: cómo evolucionará el escenario económico, social, político e institucional en España los próximos dos años; cuáles serán las necesidades de los sectores más vulnerables; y qué nuevos modelos de pobreza y desigualdades planteará la pandemia. La segunda está más relacionada en dos ámbitos en los que somos expertos -educación y empleo-: los factores o condicionantes que más influirán en ellos, ya sea para mejorarlo o para impedir que se formen nuevos desequilibrios o desigualdad de oportunidades; y qué podemos aportar desde el Tercer Sector.
¿Puedes especificarnos algunos proyectos desarrollados de forma conjunta con empresas que estáis llevando a cabo en esta materia y qué objetivos persiguen?
Desde el nacimiento del programa, colaboramos de forma estrecha con empresas y fomentamos la creación de alianzas. Ejemplo de ello son los proyectos Mujeres en Acción, que surgió gracias al impulso de Benefit, y Circular Schools que desarrollamos con la colaboración de Fundación Repsol; o GEN10S, que cuenta desde su inicio con el apoyo de Google.org.
El último proyecto que hemos puesto en marcha ha sido Escuelas digitales resilientes con la colaboración de Google.org e INCO. A raíz del cierre de los centros educativos en marzo de 2020, quisimos analizar las necesidades, dificultades y fortalezas de los colegios e institutos que participan en nuestro programa y conocer su capacidad de adaptación o resiliencia durante el periodo de confinamiento. Fruto de los resultados de este análisis, surgió esta iniciativa que busca apoyar y preparar a los centros educativos para que sean capaces de afrontar crisis como la de la COVID-19 y garantizar el derecho una educación de calidad, inclusiva y en igualdad de oportunidades a todo el alumnado.
En 2021, ha arrancado la tercera fase de este proyecto al que se han sumado empresas y entidades como el Banco de Desarrollo de América Latina (CAF), Lynthia o Deloitte, entre muchos otros. A través de él, estamos acompañando a 13 centros educativos de Extremadura, Baleares, Andalucía y Aragón en su proceso de transformación digital a medio y largo plazo y realizaremos un seguimiento de los resultados, lo que propiciará la creación un modelo que pueda ser replicado en centros educativos de otros territorios.
¿Cuál es la situación actual de la lucha contra la pobreza infantil en el tercer sector español en su globalidad?
La pobreza es una problemática compleja y que a menudo refleja una cuestión estructural que va más allá del impacto visible en la infancia; por ello, necesita de diversos enfoques.
Existen entidades y organizaciones que están especializadas en cada uno de ellos, como son el acceso a la educación (incluyendo la brecha digital), ocio, alimentación, vivienda o la pobreza energética. Pero también la brecha de género, el acceso al empleo o la prevención y protección ante cualquier tipo de violencia, racismo y xenofobia. Entre las entidades que trabajamos para erradicar la pobreza buscamos la complementariedad y acompañamos a las distintas Administraciones. Sin embargo, creemos que es necesario mucho mayor liderazgo y determinación por parte de estas y, por supuesto, muchos más recursos que vayan destinados a apoyar a la infancia, adolescencia, juventud y familias más vulnerables.
Vivimos en una sociedad donde todo es cambiante y donde la incertidumbre se ha convertido en algo estructural; por eso, creemos que es más necesario que nunca el apoyo al desarrollo, puesta en marcha y evaluación de proyectos piloto que sean escalables. Y precisamente aquí es donde organizaciones como la nuestra podemos ser muy útiles.
¿Cuáles son los otros grandes retos y desafíos de tu organización en esta materia para los próximos años?
Para nosotros es básico estar siempre conectados con las demandas y necesidades de las poblaciones más vulnerables y los territorios en los que intervenimos.
En España trabajamos codo a codo con los centros educativos, las administraciones públicas y los diferentes actores y redes que trabajan en entornos educativos y sociales. De esta forma, sumamos esfuerzos en la lucha contra la pobreza y la desigualdad.
Sabemos que la educación es la herramienta más importante para romper el círculo de la pobreza, por ello, seguiremos trabajando en la puesta en marcha de proyectos que busquen la equidad educativa y garanticen el derecho a una educación de calidad, inclusiva y en igualdad de oportunidades. Y, en este sentido, la COVID-19 ha puesto de manifiesto la importancia de atajar la brecha digital pero no solo entendida como la dotación de infraestructura, sino como una problemática mucho más amplia y compleja. La otra gran herramienta es el empleo. Por ello, el otro gran reto al que nos enfrentamos como organización es el tránsito desde la educación a un empleo de calidad, digno y decente en el que, de nuevo, la tecnología juega un papel fundamental.
Además, no podemos obviar los nuevos escenarios que nos dejará la era post-COVID-19. Deberemos analizar y entender esta nueva realidad para poner en marcha acciones destinadas a atajar las brechas –las nuevas y las que ya existían y que se han acentuado- que heredaremos de la crisis provocada por la pandemia.
Esta entrevista forma parte del Dosier Corresponsables: Una alianza de país para combatir la pobreza infantil.