“Con nuestra nueva estrategia, situamos BASF en la senda del crecimiento”, afirmó Martin Brudermüller en la presentación de la nueva estrategia de BASF que ha tenido lugar este martes en Ludwigshafen (Alemania). El presidente de la Junta Directiva ha destacado el desarrollo positivo en los últimos años: “Desde 2012, nuestros ingresos por las operaciones antes de la depreciación, la amortización y los efectos especiales han crecido de media un 8% cada año, considerablemente más rápido que el 3% de aumento en los costes fijos por año”.
Las ganancias de BASF también superaron el 3,7% del crecimiento anual de la producción química global. Además, hubo un fuerte desarrollo del flujo de caja en los últimos años y una elevada tasa de rendimiento del capital invertido (ROCE), el más reciente del 15,4%. Por encima de todo, la nueva estrategia está dirigida a aumentar las ventas y los volúmenes.
BASF está enfocada en el crecimiento del negocio orgánico. Para crecer más rápido, BASF tendrá que concentrarse aún más en sus clientes y desarrollar ofertas personalizadas para ellos. Con el objetivo de volverse más flexible y rápida, la compañía simplificará significativamente las estructuras y los procesos, perfeccionará su cartera de productos y aprovechará la fortaleza del concepto Verbund. “Transformaremos nuestra organización para concentrarnos aún más en nuestros clientes y ser más agiles”, dijo Brudermüller.
“El mercado asiático, dónde BASF está bien establecida, juega un papel muy importante en su estrategia de crecimiento. Con más del 40% de la cuota de mercado, China es el mercado químico más grande e impulsa la producción de esta industria a nivel global. “Para el 2030, la cuota de China en el mercado aumentará hasta casi el 50% y queremos ser parte de este crecimiento. Nuestro Verbund en Zhanjiang, en la provincia de Guangdong, y la expansión del centro en Nanjing mejorarán significativamente nuestro crecimiento en este dinámico mercado”.
BASF establece ambiciosos objetivos financieros y no financieros
Con su nueva estrategia, BASF persigue ambiciosos objetivos financieros y no financieros. “Queremos crecer más que el mercado y para ello necesitamos aumentar nuestras ventas por encima del crecimiento de la producción química global”, explicó Hans-Ulrich Engel, director financiero y vicepresidente de la Junta Directiva de BASF SE.
BASF también quiere incrementar la rentabilidad y fija un aumento en el EBITDA antes de extraordinarios de entre un 3% a un 5% anual. “Asimismo, espera conseguir un retorno en el capital invertido muy por encima del porcentaje del coste del capital cada año. Lo que significará que creamos verdadero valor añadido”, afirmó Engel.
BASF dirige sus esfuerzos a ser líder a ojos de sus inversores y pretende entregar un valor superior a la media en comparación con la industria química. Engel: “Por ello, queremos incrementar nuestros dividendos por acción cada año, apoyados por un fuerte flujo de caja”.
Para conseguir estos ambiciosos retos, BASF está iniciando un nuevo programa de excelencia para el periodo 2019-2021. Este programa fija una contribución anual de beneficios de 2.000 millones de euros desde finales de 2021 en adelante. El programa incluye medidas centradas en la producción, la logística, la investigación y el desarrollo, así como en la digitalización, la automatización y el desarrollo organizacional.
La compañía también ha establecido ambiciosos objetivos no financieros. “BASF se compromete a mantener les emisiones de gases de efecto invernadero en los mismos niveles de 2018 hasta el 2030 – incluso con un objetivo de crecimiento considerable de la producción anual,” explicó Brudermüller. “Esto significa que desvincularemos nuestras emisiones de gases de efecto invernadero del crecimiento orgánico”.
El objetivo incluye planificar mayores inversiones, como el nuevo centro de producción integrada (Verbund) en la provincia de Guangdong, en el sur de China. Para conseguirlo, BASF mejorará la gestión, eficiencia e integración de sus plantas y, allí donde sea posible, adquirirá mayor proporción de energías renovables.
“Dados los ya muy altos estándares tecnológicos de nuestras plantas, este será un objetivo ambicioso que requerirá de una creatividad excepcional para hacer cosas de manera diferente”, dijo Brudermüller. Añadió que ello requeriría un entorno regulatorio adecuado en Alemania, Europa y en todo el mundo. BASF ya ha reducido sus emisiones de gases invernaderos en un 50% en términos absolutos comparados con los niveles de 1990 –mientras ha doblado el volumen de producción en este mismo periodo.
Además del objetivo de crecimiento neutro de CO2 hasta 2030, BASF quiere generar alrededor de 22.000 millones de euros en ventas con productos ‘Aceleradores’ en 2025. Estos productos producen una contribución sustancial a la sostenibilidad a lo largo de toda la cadena de valor.
“Nada de esto será posible sin nuestros empleados. Por esta razón, por primera vez, estamos estableciendo un objetivo que defina su satisfacción. Queremos que más del 80% de nuestros empleados sienta que en BASF pueden prosperar y alcanzar su mejor desempeño”, concluyó Brudermüller: