“¿Emprendimiento, qué?” Cuando empezó la andadura de BBVA Momentum, por aquel entonces Momentum Project, lo habitual era encontrarse con esta pregunta. Costaba hacer entender por qué había que hablar de los emprendedores sociales como una categoría dentro de los emprendedores generales. No se entendía que, a pesar de compartir retos y dificultades, su ambición les diferenciaba. ¿Cómo tratar de forma desigual a los que quieren hacer de éste un mundo mejor?
A pesar de ser un sector embrionario en España, que carecía de la visibilidad que sí tenían otros sectores novedosos como el de las start-up, y de la comprensión en el mundo financiero, en BBVA consideramos que era necesario apostar por el desarrollo de las empresas que existían para crear un mundo mejor. Así, nos embarcamos en un proyecto pionero, dentro y fuera de BBVA, para desarrollar un programa que ayudara a estos emprendedores a crecer e incrementar su impacto social a través de formación, asesoramiento estratégico, visibilidad y acceso a la financiación.
No cabe duda que para hacerlo contábamos la mejor de las compañías. A nuestro lado estaba ESADE originador del proyecto y compañero de camino y también otras grandes empresas e instituciones como PwC, Ashoka, la Fundación ONCE o la Skoll Foudation, que se convirtieron en colaboradores y asesores de excepción.
En 2011, estrenamos la primera edición de Momentum Project en España con diez empresas sociales a las que apoyamos en su crecimiento. Ese mismo año, Bill Drayton obtenía el Premio Príncipe de Asturias de Cooperación Internacional, por su labor como fundador de Ashoka, una plataforma global de emprendedores que abordan de forma innovadora los retos de la sociedad. Aquel era un gran reconocimiento para Drayton, pero también para el emprendimiento social, que ganaba en visibilidad justo el mismo año en el que Momentum iniciaba su camino.
En 2012, el Instituto de Innovación Social de ESADE en su libro Aprendiendo de las empresas sociales: Seis casos de emprendimientos sociales en Europa se mostraba optimista a pesar del contexto de crisis económica en el que se encontraba España: “Las empresas sociales se posicionan como un modelo de referencia. Surge el interés por unas organizaciones que ponen el mercado al servicio de la sociedad. Estamos ante empresas que demuestran que se puede tener un impacto social positivo desarrollando negocios económicamente sostenibles”. Por aquel entonces, tras el buen sabor de boca que nos había dejado la experiencia de la primera edición de Momentum Project, queríamos crecer, ganar fuerza y generar un impacto social positivo en otros países. En 2012 logramos estrenar el programa en México con BBVA Bancomer, EGADE Business School, New Ventures México y la colaboración del Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Al igual que algunas empresas del programa, cuyo objetivo era la internacionalización, Momentum traspasaba fronteras.
El emprendimiento social ha evolucionado en España y nuestro programa con él. A lo largo de estos años hemos vivido un crecimiento importante que hemos recogido en el Informe de Impacto de Momentum Project: Ediciones 2011-2015 en España y Ediciones 2012-2016 en México. Este documento supone, para nosotros, el cierre de una etapa en el que se han conseguido unas cifras que nos llenan de orgullo. En este periodo, el programa ha acompañado a 114 empresas sociales innovadoras y sostenibles que impactan positivamente en las vidas de más de un millón y medio de personas. Estas compañías generaron, en 2015, más de 69 millones de euros de facturación y en 2016, dicho indicador aumentó hasta superar los 85 millones €, lo que representa un crecimiento en la facturación del 20,39% en España y 76,14% en México.
Adicionalmente, me parece muy relevante destacar que BBVA ha financiado con 8 millones de euros los planes de crecimiento de casi el 50% de estas empresas, en particular 21 en España y 32 en México y que, de las 53 empresas financiadas, 50 siguen adelante.
Con estas cifras, hemos demostrado que el emprendimiento social puede y deber ser rentable y a la vez contribuir a la mejora de la sociedad, algo que cada vez se cuestiona menos.
En este camino que estamos recorriendo junto a las empresas sociales, los números se quedan cortos para describir a las extraordinarias personas que están detrás de ellas y sus historias llenas de superación, de perseverancia y de pasión. Algunas de estas historias han sido recogidas en el libro Un recorrido por 47 empresas sociales: Inspiración y aprendizaje publicado por ESADE en julio de 2017. Se trata de una lectura inspiradora que os recomiendo para acercaros al mundo del emprendimiento social en España, a través de la experiencia de unas compañías que ya son referentes en el sector.
2017 ha sido el año en el que Momentum Project se ha convertido en BBVA Momentum, con el lanzamiento de una nueva edición en cinco países (España, México, Colombia, Estados Unidos y Turquía) en la que han participado 86 emprendedores. Al igual que el emprendimiento social, el programa se ha hecho más global y más ambicioso. El panorama ha cambiado y ya nadie levanta las cejas con cara de extrañeza en España cuando se habla de emprendedores sociales. Los medios de comunicación se interesan por ellos, ganan premios internacionales, participan en foros y ferias a nivel global…
Me produce una gran satisfacción mirar atrás y comprobar que el trabajo realizado a lo largo de estos seis años no ha sido infructuoso. Apostamos por un sector incipiente y no nos equivocamos. Por ello en 2018 seguiremos trabajando para batir nuestras propias marcas, acompañando a más empresas sociales para ayudarlas en su crecimiento. Sabemos que serán meses de intenso trabajo porque queremos ofrecer a los emprendedores participantes un programa cada vez más completo y competitivo, pero lo hacemos con la mayor de las ilusiones. Ya sabemos que el esfuerzo vale la pena.