Según la encuesta sobre el clima 2022-2023 que acaba de publicar el Banco Europeo de Inversiones (BEI), el 83 % de los españoles afirma que la estrategia de sostenibilidad de un futuro empleador es un criterio importante a la hora de elegir un trabajo. ¿Cómo interpretan este impactante resultado?
Este dato no es sorprendente dado el creciente conocimiento del impacto del cambio climático y las cuestiones medioambientales. Por lo tanto, las empresas que adoptan prácticas sostenibles tienen una ventaja competitiva en la atracción y retención de talento. Este resultado de la encuesta es una señal positiva que nos indica que la sostenibilidad se está convirtiendo en un factor clave en la toma de decisiones, y que las empresas tienen la oportunidad de demostrar su compromiso con la sostenibilidad y promover un cambio positivo.
¿Está preparado el sector empresarial español para hacer frente a las demandas de los candidatos más jóvenes en cuanto a empleo y Sostenibilidad?
Será interesante ver con qué rapidez se adaptan los mercados laborales a esta nueva demanda. Lo que es seguro es que las generaciones más jóvenes están dando una señal clara y que las empresas tendrán que seguir adaptándose y posicionándose en torno a esta circunstancia en los próximos años, no solo por la demanda de los jóvenes potenciales empleados sino también por cuestiones de tendencia de mercado y regulación.
Para el 74% de los españoles, el gobierno debería fomentar cambios en el comportamiento individual para hacer frente al cambio climático. ¿A qué tipo de cambios se refieren o qué medidas estarían dispuestos a asumir?
El 74% de los españoles que creen que el gobierno debería fomentar cambios en el comportamiento individual a la hora de abordar el cambio climático puede que tengan en mente variaciones como la reducción del consumo de energía y un mayor uso del transporte sostenible. También estarían dispuestos a apoyar políticas gubernamentales que incentiven comportamientos ambientalmente sostenibles.
Gran parte de estos españoles consideraría un límite en el consumo de carne y en cualquier tipo de consumo que tenga una huella de carbono elevada. Esto sugiere que las personas son cada vez más conscientes del impacto ambiental de sus hábitos de consumo y están dispuestas a hacer cambios para reducir su huella de carbono.
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