¿De qué forma estás apostando por el desarrollo de buenas prácticas socialmente responsables? ¿Nos puedes explicar brevemente cuál ha sido tu evolución hasta la actualidad?
Estudié en Colegios del Mundo Unido y he tenido la suerte de formarme en muy buenas universidades para acabar trabajando en iniciativas de ingeniería para el desarrollo. Una de las cosas que más me molestaba era la falta de un modelo de sostenibilidad. Hasta la fecha, desde Bridge for Billions hemos apoyado a más de 1.700 emprendedores en 80 países que generan un impacto indirecto en su propia comunidad y que resuelven problemas que realmente importan. Las pequeñas y medianas empresas son clave en la economía social para la recuperación post COVID.
¿Puedes especificarnos algunas buenas prácticas y/o iniciativas concretas que estás llevando a cabo en esta materia y qué objetivos persiguen?
Nuestro objetivo es democratizar el acceso a la formación de calidad para emprender.
Nuestra metodología guía al emprendedor a través de ocho módulos estructurados para crear su plan de empresa de la mano de un mentor especializado en su área de actuación. Los programas de Bridge for Billions pretenden eliminar la brecha de género, generar empleos sólidos y resilientes e irrumpir en la industria a través de la innovación. En este sentido, hemos ampliado nuestro foco a América Latina y el Caribe, donde junto a la Fundación Argidius y PES LATAM queremos acelerar el desarrollo de las empresas.
¿Cuál es la situación actual de la emprendeduría social y sus principales barreras y obstáculos en España?
Según el informe de GIIN (Global Impact Investing Network), la inversión de impacto ha aumentado para las empresas en todas las fases de su maduración, excepto para aquellas en fase semilla o pre-semilla que han visto una reducción de casi el 54% de 2015 a 2020. En 2020, sólo el 1% de los activos bajo gestión son en empresas en fases iniciales donde el acceso a la financiación es crítico para la supervivencia de la empresa social.
Así mismo, el desempleo juvenil es uno de los problemas más importantes de nuestra década y ni el sistema educativo ni los programas de apoyo a emprendedores están preparados para afrontar este reto a nivel nacional y global.
Estos programas no son capaces de cubrir las necesidades de los emprendedores potenciales que desean poner sus proyectos en marcha, ya que normalmente sólo están presentes en ciudades grandes, son muy limitados en capacidad y suelen aceptar sólo a emprendedores que tienen conexiones con inversores. Además, excluyen de forma sistemática a mujeres, a personas con pocos recursos e incluso a minorías raciales. Desde Bridge for Billions trabajamos para conseguir que los ecosistemas de emprendimiento sean más meritocráticos, inclusivos y eficaces.
¿Cuáles son los otros grandes retos y desafíos que te planteas?
Los ecosistemas de emprendimiento actuales premian a aquellos que hacen más ruido y no a los que generan mayor impacto. Impacto en términos de cantidad de emprendedores a los que apoya, cantidad de negocios lanzados o cantidad de empleos creados.
Nos faltan los indicadores correctos en estos ecosistemas y no nos estamos enfocando en lo que es importante. Creo que es un desafío aún por resolver.
¿Qué importancia tiene para un emprendedor como tú formar parte de Ashoka España?
Ashoka es una red de apoyo a todos los niveles; tanto apoyo personal como profesional, tanto apoyo económico como de impacto. Para un emprendedor/a social, no es fácil tener acceso a muchos de los “decision-makers” que uno necesita para maximizar su impacto; sin embargo, Ashoka tiene la capacidad de abrir puertas que uno pensaba cerradas. Asimismo, el apoyo entre otros Fellows es muy valioso y hemos tejido una gran red de apoyo mutuo.
Esta entrevista forma parte del Dosier Corresponsables Emprendedores Sociales.