Tras 75 años de su aprobación, la Declaración Universal de Derechos Humanos está más vigente que nunca. El documento, que es el texto más traducido de nuestra civilización, consagra los derechos inalienables que toda persona tiene como ser humano, independientemente de su raza, color, religión, sexo, idioma, opinión política o de cualquier otra índole, origen nacional o social, posición económica, nacimiento o cualquier otra condición.
En línea con nuestro compromiso social y colectivo con los Derechos Humanos, como sociedad tendríamos que ser capaces de salvaguardar la relevancia histórica del texto y su plena vigencia. Los tiempos convulsos que estamos atravesando inciden negativamente en las personas más vulnerables, con menos recursos y mínima capacidad de adaptación.
Sin embargo, el respeto por los Derechos Humanos, por la dignidad, la libertad y la justicia no debería mantenerse de forma íntegra a pesar de todo.
Desde Corresponsables tenemos un objetivo: ayudar a salvaguardar la esencia de la Declaración Universal de Derechos Humanos y reivindicar su plena vigencia.