En la época de la revolución industrial quizás la mayor preocupación de los empresarios era la cantidad, generar más y más y más beneficios económicos, sin importar las condiciones de trabajo o el resultado del producto final. Por suerte, esta visión del negocio quedó anclada en el pasado y, a día de hoy, las empresas cuidan con detalle la calidad de sus servicios o productos pero también la que ofrece a sus empleados y en la relación con sus grupos de interés. Porque sí, la excelencia y la calidad se ha convertido en un valor añadido que puede diferenciarnos de la competencia. Nos entrevistamos con Ignacio Babé, secretario general del Club de Excelencia en Gestión.
¿Cómo ha evolucionado el Club Excelencia en Gestión durante estos 26 años? ¿Y el Sello EFQM en Excelencia, que es vuestra principal seña de distinción?
Nuestro mundo es el de la calidad de la gestión y nos hemos ido adaptando durante estos años. Antes se asociaba calidad a productos, después a procesos, también a servicios, pero hoy la calidad cuando se habla de gestión se refiere a la calidad que das a tus empleados, qué beneficios les ofreces para que trabajen en la empresa. Pero también a la calidad que le ofreces a los clientes y la satisfacción que tienen con los productos, así como el impacto que generas en los accionistas o para los patronos de una fundación. Sin olvidarnos de la calidad en la relación con la sociedad, que es una parte importantísima del Modelo EFQM en Excelencia.
Desde el Club Excelencia en Gestión, que tiene 26 años, hemos intentado adaptarnos a los tiempos y al interés de los socios. En la actualidad, contamos con 230 empresas socias de todos los sectores, que representan el 20% del PIB de España y el 25% del IBEX. Hace 26 años las empresas tenían interés por gestionar la calidad total, por cómo se captaba y retenía el talento, se mejoraban los procesos o la formación. Hoy uno de los temas que les preocupa a los socios del Club es la gestión del impacto en la sociedad y cómo se consigue con una gestión excelente.
¿Cuándo se dieron cuenta que la gestión responsable de las organizaciones tenía que ser integral?
Lo que hacemos es observar la realidad. Veíamos hace años que algunos socios estaban muy preocupados por el impacto ambiental y de manera paralela lo integraban en la gestión con la ISO 9000 y 14000 e iban avanzando. La responsabilidad con el medio ambiente se ha transformado en la responsabilidad con la sociedad y es algo que nuestro presidente, Alberto Durán, también presidente de Ilunion, nos ha trasladado a todos: qué deben hacer las organizaciones excelentes para mejorar la sociedad.
Nosotros lo que estamos haciendo es tratar de ayudar a nuestros socios para hacerles entender que ayudar a mejorar sociedad no es un requerimiento legal, pero sí un requisito para ser una organización excelente con ánimo de lucro o sin ánimo de lucro. Intentamos explicarles que todo lo que se hace en gestión, procesos, incorporación de tecnologías o formación tienen un impacto en la sociedad y nos centramos en que las organizaciones se focalicen en hacer mejor a la sociedad. Hace 25 años, cuando se desarrolló el Modelo EFQM, las organizaciones no sabían cómo medir su impacto social. La mayoría tenían serían dudas de lo que era, asociándolo a pequeños patrocinios o iniciativas medioambientales. Ahora se centran en qué acciones tienen que realizar para mejorar su entorno. Pasar de ser pasivos a ser proactivos y reconocer que tienen responsabilidades donde operan, además de medir su eficacia y eficiencia, que son los principios de la excelencia.
¿Cómo ayuda el Sello EFQM a que las organizaciones mejoren su excelencia en la gestión?
El Sello EFQM evalúa a las organizaciones en base a los nueve criterios de la gestión excelente, verificamos su desempeño y les trasladamos si lo hacen bien o si se están desviando en algunas áreas en base a su estrategia. El Sello no sólo reconoce el nivel de excelencia de la organización, sino su compromiso con la gestión excelente y responsable. En España, casi 500 organizaciones tienen el Sello EFQM en vigor y se han evaluado más de 2.000.
¿Qué papel juega la comunicación interna y externa con los grupos de interés a la hora de lograr esa excelencia en la gestión?
La comunicación de las organizaciones con sus grupos de interés es uno de los aspectos que se miden según los cuatro criterios de resultados del Modelo EFQM: clientes, personas, sociedad e inversores o financiadores. La forma de medir es la percepción de los clientes, empleados y sociedad e indicadores de cumplimiento. La gran ventaja es que el Modelo lo tiene muy equilibrado y contempla que cada uno de esos resultados tiene que tener una medición de percepciones e indicadores de objetivos de los procesos, así como resultados que estén alineados con la organización.
Respecto a la comunicación, el modelo dice que las organizaciones excelentes tienen un contacto continuo con los grupos de interés para poder evaluar qué tienen que ofrecerles y cómo lo están haciendo. Así se cierra el círculo virtuoso que establece, según el Modelo de excelencia, la organización con sus grupos de interés.
¿En qué tienen que mejorar las empresas españolas en excelencia en gestión?
Eso depende del sector o del tamaño de las empresas. En líneas generales, tenemos un país muy competitivo en excelencia en gestión y se demuestra en que somos el país europeo con más reconocimientos EFQM, posiblemente porque partíamos de una situación menos ventajosa y hemos avanzado mucho en estos 25 años. Hoy podemos estar muy orgullosos de las empresas que tenemos y de los directivos que las lideran.
Deficiencias, las hay en cada sector y empresas, pero en líneas generales creo que la empresa española que busca la excelencia está por delante de sus homólogas europeas y se han caído muchos mitos de empresas alemanas o del Norte de Europa. No tenemos complejos en hacer un marketing excelente frente a los italianos ni necesitamos proteger el mercado como los franceses. Las empresas españolas han salido a competir y hoy se están internacionalizando más que nunca, lo que prueba que las empresas y los directivos lo están haciendo bien.
¿Han notado mayor necesidad de transparencia?
Sí, sin duda. La transparencia es uno de los valores que todos los socios del Club que creen en la excelencia en gestión, practican y es uno de los valores asumidos para todos los socios. Además, en el Club Excelencia Gestión hay socios que tienen memorias sociales con mayor impacto que la económica.
¿Qué planes tienen a corto y medio plazo?
Hemos aprobado el Plan 2017-2020 y una de las demandas que nos han pedido los socios es qué va a hacer el Club en materia de RSE. Hemos analizado lo que veníamos haciendo, sobre todo compartiendo conocimiento a través de nuestra actividad. Pero tenemos que ser concretos para mejorar la sociedad y nuestro fuerte es la excelencia en la gestión no el de la RSE. Por eso, hemos creado un grupo de trabajo con Forética en el que estamos definiendo qué debemos de hacer para apalancar nuestra experiencia en temas de RSE. Queremos ayudar a que nuestras organizaciones trabajen para mejorar la sociedad.
¿Cómo convencería a una organización que no dispone del Sello EFQM para que lo tenga?
El Sello EFQM ayuda a las organizaciones a reflexionar sobre qué quieren conseguir en el futuro a un año, a dos o a tres y qué acciones, enfoques o metodologías están llevando a cabo para lograr esos objetivos y las herramientas que tienen para medir. Es una visión holística que fomenta un equilibrio en todos los procesos. No sé puede ser excelente si no tienes un equilibro en cómo te relacionas con las personas, los clientes, los accionistas o la sociedad. Y el Modelo EFQM te ayuda a lograr ese equilibrio de manera eficaz y eficiente, midiendo y mejorando.
Le gustaría añadir algo más…
Estamos poniendo en marcha un área de benchmarking, que no es un análisis comparativo sino una comparación con el mejor. En el tema del impacto social no es tan fácil, depende del sector, del tamaño de la organización, de dónde estés ubicado y estamos buscando cómo podemos ayudar a las organizaciones a que puedan compararse con los mejores en temas de impacto social como lo hacen en temas de clientes, personas o económicos.