La crisis generada por la Covid-19 ha supuesto un gran impacto para el tejido empresarial e industrial mundial y, especialmente, para el europeo. Aun así, ha propiciado una movilización de recursos financieros sin precedentes en el Viejo Continente, encaminados a la reconstrucción comunitaria a través de dos líneas de acción primordiales: la transición energética y la digitalización.
En lo que respecta a España, la cooperación entre las entidades públicas y las sociedades privadas será clave para alcanzar los objetivos marcados. Esta simbiosis encierra un potencial de financiación extraordinario y su éxito será sin duda fundamental para retomar la senda de crecimiento prepandemia.
La colaboración público-privada ha acaparado titulares de periódicos y centrado la temática de multitud de foros, presentaciones y convocatorias en el ámbito nacional en los últimos años. Es una forma de trabajar formidable que, si se articula correctamente y cuenta con la complicidad de todos los agentes (administraciones y empresas), supone una garantía de éxito, como han dejado patente en nuestro país grandes proyectos de infraestructuras e investigación.
En este sentido, la Compra Pública Innovadora (CPI) del Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial (CDTI) constituye un ejemplo claro, ya que ha servido para fomentar, desde el sector público, proyectos innovadores llevados a cabo por compañías privadas, instaurando un modelo que puede servir de inspiración para abordar los retos actuales.
En línea con esta premisa, los fondos asignados al Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR) representan una oportunidad única para hacer de la fuerza combinada del sector público y el privado uno de los pilares sobre los que se ha de cimentar la recuperación poscovid. A fin de maximizar los beneficios, se requiere una mayor implicación de las administraciones en proyectos impulsados por el capital privado y, para ello, es preciso que los gobiernos no se limiten únicamente a gestionar los recursos procedentes de Europa.
Para salir fortalecidos de esta crisis tenemos que delimitar juntos una línea de acción que conlleve un riesgo compartido, dé respuesta a los retos comunes y nos acerque a la consecución de los objetivos marcados por ambas partes. Todo ello sin olvidarnos de que, en el esquema actual, cualquier iniciativa que obtiene financiación pública debería considerarse per se un proyecto conjunto desde el momento en que la Administración decide hacerse cargo de una parte de la financiación.
Conscientes de la relevancia del momento que estamos viviendo, en Capital Energy hemos presentado y estamos preparando proyectos de gran impacto en los que, de una manera u otra, queremos colaborar con el sector público, porque entendemos que, por encima de todo, representan la posibilidad de crear de valor social real.
Trabajamos codo con codo con organismos españoles y portugueses a diferentes escalas con el propósito de potenciar iniciativas clave para abordar la transformación verde y digital que necesita el mundo y que demanda la sociedad. Buscamos así entablar una relación productiva que dé beneficios al país y sirva para cohesionar económica y socialmente zonas impactadas por factores coyunturales, como la pandemia, o estructurales, como la descarbonización de la economía.
Queremos convertirnos en aliados estratégicos de las comunidades en las que operamos, fomentando la creación de empleo y combatiendo los graves problemas que padece el entorno rural, entre los que figuran la despoblación y la desconexión digital.
Si logramos articular, en lo que resta de 2021 y los próximos ejercicios, una fructífera relación público-privada en el marco de la llegada de los fondos del PRTR, obtendremos una recuperación rápida y consistente, así como un amplio retorno de la inversión acometida que favorecerá que, en los años siguientes, se refuercen este tipo de proyectos cooperativos y vinculados a cuestiones primordiales como la lucha contra el cambio climático.
Ha llegado el momento de encarar unidos los retos de gran calado a los que nos enfrentamos, que también encierran oportunidades. De lo que hagamos ahora dependerá el futuro de las generaciones venideras.
Este artículo forma parte del Dosier Corresponsables: Plan Sumamos.