Con motivo del octavo aniversario de los ODS, el Pacto Mundial de la ONU España ha lanzado la publicación “ODS Año 8. Rentabilidad económica y Agenda 2030: la sostenibilidad como sinónimo de negocio para las empresas”. Ésta realiza un análisis sobre la implementación de los ODS y los Diez Principios del Pacto Mundial en todas las empresas admitidas a cotización oficial entre 2016 a 2021, además de abordar la relación entre la sostenibilidad y la rentabilidad.
El estudio pone de manifiesto que desde la aprobación de la Agenda 2030 de las Naciones Unidas en 2016, el número de empresas que informan sobre su contribución a los ODS ha aumentado de forma exponencial, pasando del 32% en 2016 al 85% en 2021, un crecimiento que representa más de 50 puntos porcentuales.
Sostenibilidad como parte integral de los negocios
Además, las empresas cada vez son más ambiciosas con el número de ODS trabajados, pasando de cubrir una media de 2,7 en 2016 a 9,1 en 2021, y el porcentaje de empresas que identifica ODS prioritarios ha aumentado del 15% al 62%. Al mismo tiempo, se incrementa el establecimiento de compromisos cuantificables y la medición de avances, aunque el porcentaje está lejos de ser óptimo, con un 25% y un 21% respectivamente en 2021.
En palabras de Cristina Sánchez, directora ejecutiva de la iniciativa líder en sostenibilidad empresarial: “El crecimiento exponencial en el número de empresas que informan sobre su contribución a los ODS, así como la mayor ambición en la adopción de estos Objetivos, refleja un cambio significativo hacia la sostenibilidad como parte integral de los negocios. Sin embargo, aún queda un largo camino por recorrer en términos de establecer compromisos cuantificables y medir los avances de manera efectiva”.
Con respecto a los Principios del Pacto Mundial, la publicación muestra una evolución muy positiva en el periodo estudiado. Acciones poco trabajadas, en 2016 como la implantación del teletrabajo (10%), los procesos de diligencia debida (7%), la reducción de emisiones aprobadas por Science Based Target (2%) han pasado en 2021 a un 75%, un 48% y un 27%, respectivamente. También es destacable el porcentaje de empresas que se comprometen a respetar y apoyar los derechos humanos, que aumentó del 47% en 2016 al 89% en 2021 y de las que miden sus emisiones de dióxido de carbono con un 85% en 2021 frente a menos del 60% en 2016.
En conjunto, el establecimiento de medidas relativas a los Diez Principios del Pacto Mundial crece en todos los años del estudio y en todas las temáticas. En concreto, aumenta un 153% en el caso de los derechos humanos, 143% en normas laborales, 109% en medioambiente y 97% en anticorrupción. De media, estas medidas se han incrementado en un 119% entre 2016 y 2021.
Impactos positivos en la cuenta de resultados
Aunque desde el Pacto Mundial de la ONU declaran que no se puede afirmar manera categórica que todas las empresas que trabajen en sostenibilidad crecerán económicamente en mayor medida, sí existe un cierto consenso en que el trabajo en sostenibilidad impacta de forma positiva en indicadores con un componente económico como la productividad, la reducción de riesgos económicos y la rentabilidad.
En concreto, respecto a este último, la publicación hace referencia a varios estudios que sostienen la relación entre sostenibilidad y rentabilidad, en los que, entre otros datos, destaca que las empresas que han asumido un fuerte compromiso con la sostenibilidad han logrado unos resultados superiores en un 11% a los de sus competidoras en el mercado de valores.
La iniciativa líder en sostenibilidad también ha llevado su propio estudio al respecto en el que se identifican 15 indicadores específicos que están positivamente correlacionados con la rentabilidad de mercado de las empresas de los 36 indicadores analizados. Algunos de estos indicadores son medioambientales, como la fijación de objetivos de reducción de emisiones o la evaluación de impactos con respecto al cambio climático. También se consideran muy significativos indicadores ambiciosos en ODS, como el reporte de avances en los compromisos marcados, e indicadores básicos de anticorrupción, como la disposición de un código ético y un canal de denuncias. En general, ninguno de los 36 indicadores tiene un impacto negativo en la rentabilidad de mercado de las empresas.