Freixenet siempre trabaja pensando en el impacto ambiental de sus decisiones en el largo plazo y en preservar el entorno. En este sentido, la compañía, consciente de que la sostenibilidad es un compromiso que se construye día a día para lograr un futuro mejor, analiza de forma constante sus procesos de trabajo y busca nuevas fórmulas en todos los ámbitos de su actividad.
Actualmente, la compañía está poniendo un foco especial en el impacto que los medios de transporte tienen en el medio ambiente. Por ese motivo, Freixenet ha participado en una prueba piloto que tiene como objetivo promover el transporte multimodal en el sector, utilizando el ferrocarril como medio de transporte en vez de otros métodos más convencionales.
A través de este primer ejercicio se han extraído diversas conclusiones relevantes. En primer lugar, se ha detectado una mayor capacidad de carga, lo que se traduce en una relevante reducción en los viajes. Además, el ferrocarril presenta una mayor fiabilidad, seguridad y, sobre todo, reduce de forma exponencial la emisión de gases contaminantes como el CO2 o el NOx, un aspecto fundamental en el compromiso de Grupo Freixenet con la sostenibilidad.
Al iniciar este proyecto, se definieron una serie de objetivos tanto a nivel logístico como a nivel medioambiental para probar si la calidad del servicio era óptima y para saber cuán significativa era la reducción de las emisiones de CO2 en comparación a los métodos convencionales de transporte. A todo ello, se le sumaba la condición de que el producto debía llegar en perfectas condiciones a su lugar de destino.
En este sentido, la compañía ha podido confirmar que, usando el ferrocarril como transporte, se podría incrementar la eficiencia y eficacia de la logística gracias a la mayor capacidad de carga y a la protección del producto en el traslado debido al control de distintos factores, así como la estabilidad de la temperatura del espacio en el que se cargan las botellas y el día previsto de llegada.
A nivel medioambiental, los resultados también fueron muy satisfactorios ya que se obtuvo una reducción en la emisión de gases contaminantes de hasta un 92% en comparación por el transporte por carretera en un trayecto de 14.000km, distancia que conecta las bodegas Freixenet en Sant Sadurní d’Anoia (Barcelona, España) con Alsheim (Renania-Palatinado, Alemania). Además, las botellas de cava llegaron a destino en perfecto estado.
Estos datos son motivo de optimismo ante el reto de seguir construyendo un sistema logístico más sostenible en el sector del vino y el cava. Desde Grupo Freixenet, como empresa, se seguirá investigando e innovando para desarrollar nuevas soluciones y fórmulas en las que se garantice la preservación del producto, la sostenibilidad y la rapidez necesaria de entrega para estar cerca del consumidor y de los partners. Así, la compañía, sigue construyendo su historia mirando al futuro con ilusión y comprometida con su entorno.