La comunicación es un acto libre y responsable, que surge de la naturaleza misma de la persona como ser social. Comunicamos para la relación, en un ejercicio de libertad que nos conecta con los demás.
En este sentido, la comunicación clara y responsable intenta elevar a sus cotas máximas el entendimiento entre el emisor y el receptor del mensaje, tratando de expresar las ideas de manera ordenada, sencilla y transparente, en un ejercicio que exige conciencia y trabajo. En pocas palabras, la comunicación clara es también una comunicación ética, por la concisión y honestidad que conlleva.
La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), estableció en su acta de constitución de 1945, que la Organización debe “facilitar la libre circulación de las ideas por medio de la palabra y de la imagen”. Un año después, en 1946, la Asamblea General de las Naciones Unidas mediante la resolución 59 realizó el reconocimiento del derecho a la libertad de expresión como parte integrante de la libertad de información.
En línea con iniciativas anteriores como las de Prodigioso Volcán y la Fundación Gabo, que Dircom apoya, la Global Alliance for Public Relations and Communication Management hizo una petición a Naciones Unidas de un ODS18 sobre Comunicación responsable, un nuevo Objetivo de Desarrollo Sostenible que acelera los otros 17 al hacerlos más accesibles.
Ante la brecha de confianza “creciente y enquistada” que se está dando en nuestra sociedad y a la que se refiere ampliamente el Edelman Trust Barometer 2023, las empresas y las instituciones jugamos un papel decisivo.
Desde Dircom siempre hemos promovido que la comunicación es una palanca fundamental que facilita cualquier proceso de transformación social y, en un momento de cambios profundos como el que estamos afrontando, se convierte en una función esencial que todos los actores sociales debemos cuidar.
Los directores y las directoras de Comunicación, como agentes del cambio, son muy conscientes de que su misión pasa por hacer accesible y asequible la información que se gesta en sus organizaciones pues, solamente a través de una comunicación responsable y honesta contribuiremos a una mejor comprensión del mundo en el que vivimos, promoviendo a su vez una reducción de las desigualdades.
Este artículo forma parte del Dosier Corresponsables: ODS18 – Comunicación Responsable.