La Fundación Freno al Ictus ha otorgado a DKV la certificación de ‘Espacio Cerebroprotegido’ en reconocimiento a su firme compromiso con la salud cerebral de la sociedad. Esta certificación avala que un alto porcentaje de su personal en sucursales está capacitado para actuar con eficacia en caso de que alguien sufra un ictus en sus instalaciones.
Objetivo común, salvar vidas
Juan Manuel Chicote, Director del departamento dePersonas de DKV, ha recibido el certificado destacando la relevancia del proyecto “Espacio Cerebroprotegido” indicando que “es un orgullo saber que con el esfuerzo de todos luchamos por un objetivo común, salvar vidas. Con este certificado los centros de trabajo se DKV se convierten es espacios mucho más seguros donde trabajar, por un lado y donde ser atendido como cliente por otro”.
“Me siento orgulloso también de pertenecer a esa red de empresas comprometidas socialmente, que luchan por iniciativas como estas. Porque nuestro lema es “Juntos actuamos por una humanidad más saludable”, añade.
Así, DKV se suma al grupo de empresas en España que buscan prevenir y abordar eficazmente esta enfermedad, recibiendo esta acreditación. En esta fase inicial del proyecto, se ha brindado formación a 181 miembros de las sucursales de la organización, quienes se convierten en pioneros en la detección temprana y la activación del protocolo ‘Código Ictus’, marcando la diferencia en la seguridad de sus oficinas.
En este sentido, el Presidente de la Fundación Freno al Ictus, Julio Agredano ha recordado que “uno de los grandes problemas de esta enfermedad es que el ictus es una enfermedad tiempo-dependiente; reducir el tiempo de actuación es vital para minimizar su mortalidad o las secuelas que provoca. Gracias a DKV las personas que pasen por sus oficinas estarán más protegidas, al tener los empleados de la sucursal formación para identificar y actuar en caso de ictus”. Esta certificación demuestra el firme compromiso de DKV en la lucha contra el ictus, al formar a una parte significativa de su personal en la detección temprana y la activación del protocolo ‘Código Ictus”.
Este reconocimiento destaca la importancia de la formación en la identificación temprana del ictus y el impacto positivo que puede tener en la salud y el bienestar de la sociedad en general. Con un 90% de los ictus prevenibles y una rápida actuación, podemos reducir significativamente las secuelas y las consecuencias devastadoras de esta enfermedad.