¿Qué importancia tiene para vuestra empresa formar parte de la Alianza País Pobreza Infantil Cero y qué esperáis conseguir con ella?
Estamos muy esperanzados con que se haya puesto en marcha esta iniciativa, contentos de poder aportar y altamente implicados con los objetivos que propone. Como ha repetido en numerosas ocasiones nuestro CEO, José Bogas, no debemos dejar a nadie atrás. Y el “no futuro” de aquellos que precisamente representan el futuro es una incongruencia que, como sociedad, no podemos ni debemos permitirnos.
En Endesa somos muy conscientes de que el diálogo y la búsqueda de alianzas es absolutamente imprescindible para crear valor equitativo y sostenible en las comunidades donde operamos, además de propiciar nuestra perdurabilidad. Ambas variables, empresa y ciudadanos, están relacionadas en una sociedad interdependiente donde el presente y el futuro de uno depende del presente y el futuro de los demás.
Claramente, la experiencia nos ha demostrado que la capacidad de instaurar mecanismos que deriven en sociedades más justas, integradas y sostenibles es infinitamente más factible cuando los actores que forman parte de la misma aportan sus esfuerzos y recursos para conseguir un mismo fin. Por ello, esta alianza entre la administración pública, empresas y fundaciones y el tercer sector creemos que es el camino para evitar que cerca del 30% de nuestros niños, según diversas entidades, vivan en la desesperanza.
¿De qué forma está vuestra empresa apostando por las buenas prácticas socialmente responsables en el ámbito de la infancia más vulnerables? ¿Nos puedes explicar brevemente vuestra evolución hasta la actualidad?
La lucha contra la pobreza en general y la infantil en particular ha sido siempre un objetivo prioritario de la acción social tanto de Endesa como de la Fundación Endesa. Desde diferentes vertientes tales como facilitar el acceso a la energía a familias en situación vulnerable, el fomento de la empleabilidad y la formación para el empleo para jóvenes en situación vulnerable, la educación inclusiva y de calidad tanto a través de becas, prácticas, competencias extracurriculares, digitalización, etc., o el apoyo a las familias a través de fundaciones y ONG orientadas proveerles de ayuda, acogida y acompañamiento a niños y adolescentes.
Asimismo, en ENDESA condenamos expresamente el trabajo infantil través de nuestro código ético y de nuestra Política de Derechos Humanos, comprometiéndonos con el cumplimiento riguroso de estándares internacionales, como el Pacto Mundial de Naciones Unidas. Para garantizar el estricto cumplimiento de la legislación vigente, así como los estándares internacionales y los principios de la OIT en esta materia, disponemos de los mecanismos de prevención, control y seguimiento más avanzados.
Además, hacemos extensivo este planteamiento a todas las empresas contratistas y proveedores con los que mantenemos relación, incorporando cláusulas de Derechos Humanos en las condiciones generales de contratación, evaluando aspectos de Derechos Humanos en el sistema de calificación de proveedores y realizando auditorías sociales para la verificación del cumplimiento.
¿Puedes especificarnos algunas buenas prácticas y/o iniciativas concretas que estáis llevando a cabo en esta materia y qué objetivos persiguen?
Hay múltiples iniciativas que se realizan con carácter anual y desde diferentes vertientes. Por destacar algunas, en el ámbito educativo la Fundación Endesa desarrolla el programa “School & Talent” cuyo objetivo es dar acceso a una educación inclusiva y de calidad a alumnos con altas capacidades de la red de colegios de la Fundación Sagrada Familia de zonas rurales de Andalucía y de familias con escasos recursos. O tenemos el programa “Orienta-T” de Endesa, para el fomento de estudios STEM (acrónimo en inglés de ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas) en chicas jóvenes y dirigido a estudiantes de 3º ESO (de 14 a 16 años) y profesores de educación secundaria.
O, en la vertiente de formación para el empleo por ejemplo, podemos destacar el proyecto “Coach” de voluntariado corporativo cuyo objetivo es mejorar la empleabilidad de jóvenes en riesgo de exclusión social, incidiendo en su autoestima, motivación y orientación profesional utilizando técnicas de coaching o mentoring.
En general, solo en 2019 se realizaron más de 20 iniciativas dirigidas especialmente a la infancia y adolescencia y otras tantas a familias en situación vulnerable. En 2020, como consecuencia de la pandemia, no se han podido llevar a cabo algunas de ellas, pero esperamos retomarlas en cuanto las circunstancias lo permitan.
No obstante, este último año se han puesto en marcha nuevos proyectos en respuesta a necesidades detectadas derivadas de la crisis del COVID, como ha sido el apoyo a cubrir la brecha en digitalización de niños en situación vulnerable, de manera que pudieran continuar su formación aún en el caso de que esta fuera no presencial. Como ejemplo, una de las actuaciones ha sido la donación de cerca de 5.000 ordenadores y tarjetas de conexión a alumnos de 5º y 6º de primaria. Otro ámbito de actuación ha sido el apoyo a la cobertura de necesidades de alimentación y acompañamiento a través de ONGs y fundaciones dedicadas a la infancia (Aldeas infantiles, Educo, Fundación Rafael Nadal, etc).
Pese a que hay múltiples proyectos y tipologías, el objetivo es siempre el mismo: Dar oportunidades a los niños y adolescentes y procurar su bienestar, independientemente de su situación económica y social.
¿Cuál es la situación actual de la gestión socialmente responsable en vuestro sector económico?
ENDESA entiende la gestión socialmente responsable desde una perspectiva global. Creemos que nuestra responsabilidad no es solo aportar y procurar el bienestar de la sociedad a través de facilitar el acceso a un bien básico como es la energía, de la misma manera que hacen otras empresas del sector. Y tampoco pensamos que ser socialmente responsable es invertir en proyectos e iniciativas que ayuden a paliar situaciones de desigualdad de colectivos desfavorecidos, aunque es una gestión estructural en la empresa e integrada en nuestro día a día.
Creemos que debemos ser socialmente responsables en todas las facetas y operaciones de nuestra gestión: En la relación con nuestros proveedores y contratistas, en la gestión medioambiental, en la transparencia de nuestra información, en el comportamiento de nuestros empleados, en el diálogo con nuestros grupos de interés, en el establecimiento de alianzas para perseguir un bien común, etc.
La ética, las relaciones de confianza, la integración de las diferencias, el buen hacer y la creación de valor compartido y sostenible pensamos que es lo que realmente hace a una empresa socialmente responsable y asegura su enraizamiento y su futuro.
¿Cuáles son los otros grandes retos y desafíos de tu organización en materia de gestión responsable?
Endesa mantiene su principal objetivo de creación de valor sostenible a largo plazo bajo la premisa del ODS13 de acción con el clima, que enmarca la orientación de adoptar medidas para combatir el cambio climático y sus efectos. Un reto de este compromiso, desde la perspectiva de gestión responsable es el cierre de nuestras centrales de carbón de una manera que la que se minimice su impacto en el entorno, a través de Planes de Futuro (llamados Futur-e) destinados a promover el desarrollo de actividades económicas y generación de empleo en las zonas de las centrales en cierre.
Otro reto es la integración de los principios de la economía circular en nuestras diferentes líneas de negocio: desmantelamientos circulares; desarrollo de renovables compartiendo el terreno en lugar de compitiendo por el terreno (hibridación con el sector agrícola y ganadero en Carmona), uso de baterías usadas para almacenamiento de energía, etc.
Y, por último, pero no menos importante, otro desafío importante es ayudar a paliar las consecuencias sociales y económicas de la pandemia que hemos vivido y que aún tenemos. En nuestro caso y desde el año 2015, tenemos un compromiso social público de objetivos alineados con tres ODS de Naciones Unidas: ODS 7 Acceso a la energía asequible y no contaminante, con especial foco en colectivos vulnerables; ODS 8 desarrollo socioeconómico, tema clave para la recuperación de nuestro tejido económico y que redunda de manera directa en la pobreza; y ODS 4 la educación como catalizador del progreso social. Consideramos que no se debe dejar a nadie atrás. En este sentido, es necesario destacar un nuevo compromiso de Endesa en 2020 con su adhesión a la iniciativa Valuable 500, con el fin de fomentar la inclusión de la discapacidad en la agenda del negocio, que conllevará actuaciones y compromisos en los próximos años.
Esta entrevista forma parte del Dosier Corresponsables: Una alianza de país para combatir la pobreza infantil.