Endesa ha presentado la comunidad inversora la actualización de su plan estratégico para el periodo 2023-2025, que profundiza en la senda de la descarbonización del mix de generación de la compañía al tiempo que focaliza su oferta a los clientes domésticos y empresariales en los servicios de valor añadido y en el suministro de electricidad a partir de fuentes no emisoras. En total, la inversión contemplada en la nueva estrategia para la Península Ibérica crece un 15% respecto al plan 2022-2024, hasta los 8.600 millones, gracias en gran medida al acelerón en promoción de parques solares y eólicos que absorbe 4.300 millones, un 39% más que en el plan previo.
José Bogas, consejero delegado de Endesa, ha señalado a los inversores durante la presentación del plan: “En el actual contexto de mercado, la aceleración de la electrificación de los consumos energéticos a partir de fuentes limpias se revela como la vía para lograr un sistema energético confiable en toda Europa, que reduzca la volatilidad de los precios y contribuya a la recuperación económica. Los Gobiernos están buscando vías para asegurar precios asequibles, seguridad de suministro y sostenibilidad ambiental. Desde Endesa, queremos apoyarnos en las fortalezas de nuestro modelo de empresa verticalmente integrada para cubrir una proporción cada vez mayor de los contratos a precio fijo con nuestros clientes con nuestra creciente producción libre de emisiones. Ello nos permitirá reducir nuestro perfil de riesgo y garantizar precios competitivos a familias, empresas y administraciones”.
La inversión prevista para el desarrollo de potencia renovable absorbe la mitad de la inversión total del trienio y permitirá sumar 4.400 MW de potencia solar (3.000 MW) y eólica (1.400MW) para alcanzar un volumen de potencia sin emisiones de 13.900 MW en 2025 (esta cifra incluye 241 MW de BESS e H2), un 51% más que a final de 2022. Con ello, el 91% de la producción eléctrica en la Península Ibérica será libre de emisiones, desde el 72% previsto a cierre del presente año. Endesa acelera así la senda hacia las cero emisiones netas, sin uso de tecnologías de almacenamiento de carbono, fijada para 2040 para el conjunto de la compañía.
Este crecimiento en renovables se sustenta en una cartera de proyectos de las más amplias y diversificadas del sector, con unos 85 GW, de los que 14 GW están en un estado de tramitación administrativa madura y algo más de 1.000MW están ya en ejecución. El 58% de la cartera es solar, el 16% eólica y otro 20% corresponde a proyectos de almacenamiento con baterías. El plan 2023-2025 incluye 200MW de este tipo de almacenamiento, tecnología que se incorpora como novedad respecto al plan anterior asociada a los dos grandes proyectos de transición justa ganados este año en Pego (Portugal) y Andorra (Aragón).
Este creciente esfuerzo en la creación de un mix energético limpio es la palanca sobre la que Endesa se apoyará para, junto a una inversión prevista de 900 millones hasta 2025 destinada a los clientes, poder ofrecer precios asequibles y servicios de valor. La cartera de contratos en el mercado libre se incrementará en un 6%, hasta los 7,3 millones a cierre del periodo, lo que ayudará a que el volumen total de ventas liberalizadas de electricidad a precio fijo crezca un 2%, hasta 51 TWh( terawatios hora). Endesa ha mantenido en 2022 precios razonables a sus clientes con contratos a precio fijo, muy por debajo de las cotizaciones spot del mercado eléctrico. A lo largo del Plan, se prevé seguir con esta política de precios para nuestros clientes a precio fijo y que en 2025 sean incluso un 10% inferiores respecto a 2022. Con ello, se quiere mejorar la base de clientes que apuestan por avanzar en su electrificación. Por su parte, el volumen de puntos de recarga públicos y privados se multiplicará por cinco respecto del cierre de 2022, hasta 66.000.
El otro gran capítulo de inversiones del nuevo plan, junto a las renovables, es el de las destinadas a la red de distribución. Se sitúan en 2.600 millones, ligeramente por debajo del periodo 2022-2024 para adaptarse a un contexto de mayor incertidumbre regulatoria. Ese volumen inversor se distribuye en tres ejes: la digitalización, que supone el 42%; la adaptación de la red a las nuevas necesidades de los clientes, como el autoconsumo o la generación distribuida, que absorbe otro 34%; y otro 24% para reforzar la calidad y resiliencia, con el objetivo de que tanto las pérdidas como el tiempo de interrupción. En cuanto a los marcos regulatorios de la actividad de distribución, la compañía considera que deben de facilitar su transformación para alcanzar el objetivo de cero emisiones netas.
Beneficios para todos los grupos de interés
El plan industrial que sustenta la estrategia de Endesa hasta final de 2025 maximiza el valor del modelo de empresa verticalmente integrada para jugar un papel de liderazgo en la senda de la electrificación, al tiempo que crea valor para todos los grupos de interés alrededor de la compañía. En cuanto al primer eje, los 7,3 millones de clientes del mercado libre se abastecerán en un 95% de electricidad libre de emisiones, gracias a los 13.900 MW renovables que estarán operativos al final del periodo y a la aportación de la generación nuclear. Todo ello permitirá a Endesa que el 91% de su producción peninsular esté libre de emisiones. En paralelo, con el 42% de la inversión total destinada a la mejora de la red de distribución, el cliente verá incrementada la calidad de servicio y verá facilitado su acceso a las nuevas formas de producir y consumir electricidad.
En cuanto al segundo, el de los stakeholders, algunas cifras sirven para visualizar esta estrategia de reparto de valor:
- Inversores, verán incrementado al menos 300 puntos básicos el retorno sobre el capital invertido.
- Clientes, que podrán reducir un 10% el gasto total energético de sus hogares respecto a 2022.
- El planeta, ya que las emisiones de nuestras plantas de generación se reducirán un 33% en el trienio.
- Las comunidades locales donde ejecutamos nuestras inversiones, en las que incrementaremos su riqueza medida en términos de PIB en 9.800 millones.
- Empleados, mediante la continuación de los programas de mejora de capacidades o aprendizaje de nuevas tareas.
- Proveedores, a los que incorporamos al cumplimiento de estrictos requerimientos de descarbonización, seguridad laboral y reglas de respeto a los derechos humanos. De hecho, el 65% de nuestros suministradores ya tienen la certificación sobre su huella de carbono, porcentaje que queremos que suba al 75% al final del plan estratégico.
Desempeño financiero
En cuanto al desempeño financiero previsto para los tres próximos años, cabe destacar en primer lugar que el 90% de las inversiones previstas está alineada con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU. Estas inversiones son además acordes, en más de un 80%, con la taxonomía de la Unión Europea.
En cuanto a la evolución prevista del ebitda (beneficio bruto de explotación), crecerá un 4% hasta una horquilla de entre 5.200-5.500 millones en 2025 gracias al esfuerzo inversor y a la previsible normalización del contexto de mercado. En concreto, es esperable un margen integrado de los negocios liberalizados estable, soportado por tras la normalización del margen de generación, gas y otros, el crecimiento en renovables y la mejora del margen comercial gracias al menor coste del aprovisionamiento de electricidad, y la estabilización del negocio de Distribución.
El esfuerzo inversor en las áreas de Generación y Comercialización, que representan las dos patas de la estrategia comercial integrada que seguirá la empresa, absorbe 5.900 de los 8.600 millones incluidos en el plan. El ebitda estimado conjunto de ambas actividades se mantendrá plano en 3.700 millones. En el negocio de Distribución, el ebitda crecerá un 6% en 2025, hasta 1.900 millones, con relación al cierre de 2022 ajustado por no recurrentes – 1.800 millones -.
La mejora prevista del margen integrado eléctrico se sustentará en el efecto positivo que se prevé que tenga la sustitución de las compras en mercado y de la producción procedente actualmente de centrales térmicas de gas por producción de origen renovable. Esta producción limpia es la que servirá para ampliar la cobertura de la base de contratos a precios fijos.
La evolución del beneficio ordinario neto situará esta magnitud en el entorno de 2.000-2.100 millones al final del trienio, desde la horquilla de 2.200-2.300 millones de cierre del presente 2022. Esta cifra mejora la previsión inicial de 1.800 millones estimada en el Capital Markets Day de 2021. Las mayores amortizaciones previstas, derivadas del esfuerzo inversor en renovables y redes, así como el aumento de la carga financiera neta por el alza de tipos de interés (pese a la reducción del volumen de deuda total), explican ese descenso del resultado ordinario neto.
En concreto, la deuda bruta descenderá hasta una horquilla de 12.700-13.200 millones en 2025 desde el cierre estimado de 2022 en 18.300-18.800 millones. La deuda neta crecerá hasta el entorno de 11.600-12.100 millones igualmente por ese esfuerzo inversor y por el impacto del nuevo impuesto a las energéticas en España que supondrá unos 500 millones para Endesa en los dos años en que estará en vigor. El coste medio de la deuda será del 2,7% en 2025, desde el 1,5% a cierre del presente ejercicio. La ratio de deuda neta sobre ebitda se mantendrá significativamente por debajo del promedio del sector en un nivel saludable del 2,1%.
En palabras de Luca Passa, director general económico-financiero de Endesa: “Vamos a seguir focalizando la estrategia financiera en instrumentos ligados a criterios de sostenibilidad para sustentar el crecimiento. En un año complejo como 2022, hemos levantado 13.600 millones en deuda sostenible y nuestro objetivo es refinanciar progresivamente los vencimientos futuros y obtener nuevos fondos a través de instrumentos ligados a criterios de sostenibilidad. Con todo ello, el volumen de financiación sostenible que ahora representa más del 65% del total se situará al final del plan por encima del 85%”.
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