Casi 8 de cada 10 empresas, en concreto el 75%, tiene dificultades para incorporar el talento que requiere, cifra que asciende al 84% en el caso de las consideradas grandes empresas, con una facturación superior a 200 millones de euros, y es especialmente elevado en las compañías tecnológicas, con un 93%. Estas son las principales conclusiones del informe ‘Caminos que convergen: jóvenes y empresas ante el reto del talento’, elaborado por KPMG y la Fundación Princesa de Girona en colaboración con la Fundación Universitaria San Pablo CEU y Enagás.
Brecha entre las capacidades que demandan las empresas y la formación
Juanjo Cano, presidente de KPMG en España, destaca que “el informe constata la existencia de una brecha entre las capacidades que demandan las empresas y la formación con la que los jóvenes se incorporan al mercado laboral. Este hecho, además de comprometer las perspectivas de futuro de nuestros jóvenes, frena el crecimiento de nuestro país, en un momento en el que es necesario impulsar la transformación de nuestra economía hacia un modelo digital y sostenible. La solución a este reto pasa por una mayor colaboración entre administraciones públicas, instituciones educativas, empresas y sociedad civil, fundamental para potenciar el talento de nuestros jóvenes en un entorno en permanente cambio”.
Para Francisco Belil, presidente de la Fundación Princesa de Girona, “hoy, las empresas valoran, más allá de la competencia tecnológica de los trabajadores, cada vez más, sus habilidades cognitivas, su capacidad de pensamiento crítico y creativo, de comunicación, de innovación, de autogestión y trabajo en equipo o su habilidad para resolver problemas. Todo ello, disciplinas que no se adquieren en la universidad. Así que tenemos la responsabilidad como sociedad de saber capitalizar y activar el talento de los jóvenes”. Para Belil, “debemos encontrar más y mejores políticas de orientación laboral, más temprana y que fomente la empleabilidad a través de la formación profesional, por ejemplo. Tenemos que luchar contra el desempleo juvenil y la crisis de empleo, replantear nuestro sistema educativo, reforzando sus fortalezas y cubriendo sus carencias, y tenemos que escuchar lo que necesitan las empresas”.
Las previsiones de las empresas apuntan a que la situación no se aliviará a corto y medio plazo: el 76% cree que es previsible que las dificultades para incorporar el talento necesario se incrementen en el año 2030. Esto es muy preocupante, dado que el 78% de los encuestados considera la falta de talento como uno de los principales riesgos para la sostenibilidad del negocio.
Como consecuencia, el talento se erige como eje estratégico de las agendas corporativas: el 71% conoce con claridad las capacidades que va a necesitar para abordar los retos del futuro y un 87% ha puesto en marcha iniciativas de reskilling y upskilling o las tiene planificadas a corto y medio plazo.
Perfiles tecnológicos
Tanto las empresas como los jóvenes coinciden en señalar que la preparación de las nuevas generaciones que se incorporan al mercado laboral no se ajusta a las necesidades de las empresas. Así lo aseguran el 42% de las organizaciones encuestadas, porcentaje que se eleva hasta el 52% en el caso de los jóvenes. Estos, además, hacen hincapié en la necesidad de avanzar hacia una mayor concordancia entre la formación que reciben y las tareas que tendrán que afrontar a lo largo de sus carreras profesionales.
Las empresas demandan cada vez más perfiles tecnológicos que, pese a ser más atractivos para los jóvenes, son los que registran una brecha de talento más amplia. Según las compañías participantes en el estudio, los mayores gaps de talento se producirán en los especialistas en inteligencia artificial y machine learning (70%), los expertos en ciberseguridad (69%) y científicos y analistas de datos (66%), desarrolladores de software y aplicaciones cloud (63%) y especialistas en tecnología y transformación digital (60%).
En el informe también se proponen 25 iniciativas para reducir este gap, que se enmarcan en cinco ámbitos de actuación: la transformación del sistema educativo con estrategias integrales a largo plazo, la identificación con un enfoque global de los roles y competencias necesarios, la potenciación de becas y prácticas, la promoción de espacios de colaboración entre empresas e instituciones educativas y, por último, la orientación profesional temprana para ayudar a los jóvenes a optimizar la toma de decisiones respecto a su carrera profesional.
Este estudio está basado en las respuestas obtenidas en una encuesta realizada entre los meses de septiembre y octubre de 2022 en la que han participado 106 empresas y 117 jóvenes y se completa con entrevistas a directivos y las conclusiones extraídas de talleres con jóvenes.
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