¿Cómo ha cambiado en los últimos 50 años la situación de las personas con discapacidad en España?
La realidad es que hace 50 años no había recursos institucionales, las personas con discapacidad intelectual estaban escondidas en sus casas, con sus familias, estaban ocultas. Antes la sociedad les ignoraba. En los últimos años se ha empezado a dar visibilidad a este colectivo pues ellos también son parte de la sociedad.
¿Cuál es el papel de las entidades a la hora de hacer visible a este colectivo?
Desde las Entidades tenemos una gran responsabilidad ya que debemos impulsar y conseguir que estas personas tengan una vida cada vez más inclusiva, empoderándoles y haciendo que conozcan sus derechos para poder exigirlos.
También debemos concienciar y sensibilizar a la sociedad para que las personas con Discapacidad Intelectual sean tratadas de una manera normalizada. Su papel es importante y cada vez más deberíamos de verlo de esta manera. Por lo tanto, hemos pasado de que estén escondidos, sin oportunidades, sin formación, sin educación ni relaciones sociales, a que tengan unos servicios públicos que puedan darles la calidad de vida que merecen. Pero no solo hay que abogar por que estén bien, recogidas y protegidas en un centro sino que tienen que tener su papel en la Sociedad, participar de las actividades de la comunidad, disfrutar de un ocio inclusivo…
Nuestro papel es favorecer que tengan una verdadera calidad de vida que pasa por un bienestar emocional, físico, material, relaciones interpersonales, desarrollo personal, autodeterminación, inclusión social y derechos… Por lo tanto debemos ir pasando de ser prestadores de apoyo a acompañarles en su camino, en su vida, y ver realmente lo que quieren y lo que necesitan, debemos ir en esa dirección.
Nosotros desde la Fundación Juan XXIII Roncalli además de entenderles y atenderles con los mejores medios posibles y las mejores técnicas de intervención, también trabajamos con ellos la autodeterminación a través de nuestros grupos de autogestores para que trabajen por conseguir ejercer sus derechos y responsabilidades y tengan capacidad de tomar sus propias decisiones para conseguir una vida plena que es lo que todas las personas queremos.
¿Cuáles son los retos de la integración social y laboral de la personas con discapacidad en España?
Uno de los grandes retos de inclusión de las personas con discapacidad intelectual está en el área laboral. Al final, una persona en su trabajo tiene todas las habilidades y relaciones, personales, sociales, laborales, además de la oportunidad para la independencia económica. Aquí entran en juego un montón de oportunidades.
Nuestros alumnos del Centro de Formación para el Empleo, por ejemplo, se están formando para en un futuro vivir de manera independiente a la vez que tienen sus obligaciones y responsabilidades. A través del trabajo se puede conseguir una plena independencia. Y es verdad que los retos son muchos, sobre todo, como decimos, en materia de formación.
Para adentrarse en el mundo laboral es necesario estudiar y formarse, en una educación de calidad. Nuestra sociedad no tiene cubierta la necesidad de formación para el colectivo de la discapacidad intelectual porque en los sistemas educativos ordinarios, estas personas no tienen los apoyos y adaptaciones necesarias y abandonan sin conseguir ningún título o sin posibilidad de acceder a una formación profesional que les capacite para desempeñar una profesión.
¿Cómo funciona vuestro Centro de Formación para el Empleo?
Nuestro Centro de Formación para el Empleo lleva 7 años intentando cubrir esta necesidad. Han pasado más de 400 alumnos por nuestros 6 cursos para el empleo adaptados y consiguiendo una titulación de certificados profesionales de nivel 1.
Llevamos 7 años financiando este proyecto con fondos propios gracias al apoyo de muchas empresas para que la formación llegue a todas las personas con discapacidad intelectual y un perfil de empleabilidad aunque no tengan recursos económicos. Estamos solicitando a las administraciones que apoyen estas iniciativas con recursos públicos para poder llegar a más personas. El pasado curso tuvimos a 100 alumnos en formación pero otros tantos quedaron fuera del proyecto por falta de plazas.
Gracias a una formación de calidad y un apoyo en la intermediación laboral, nuestros alumnos tienen la oportunidad de encontrar un empleo y poder desarrollar una vida normalizada, tener sus propios ingresos, poder independizarse y tener una ocupación, porque al final el trabajo dignifica a las personas.
Así, desde la Fundación Juan XXXII Roncalli además de formar, tenemos la responsabilidad de sensibilizar a la sociedad en general y al mundo empresarial en particular, para que existan estas oportunidades laborales ya que no es tan complicado contratar a personas con discapacidad intelectual, es simplemente falta de conocimiento y por eso nosotros tenemos que estar ahí.
Este colectivo puede desarrollar actividades laborales tanto en empresas ordinarias como en empleo protegido con los apoyos necesarios y nosotros, las organizaciones, la administración y las empresas debemos proporcionar estos apoyos. Es importante concienciar sobre esto para que cada día más la plena inclusión sea una realidad. Tenemos que dar a cada persona lo que necesita y defender sus derechos, para que este objetivo pueda lograrse.
¿De qué otra manera contribuye desde hace 50 años Fundación Juan XXIII Roncalli a mejorar la integración de las personas con discapacidad?
Hace 50 años empezamos con un colegio porque no había servicios públicos ni privados para personas con Discapacidad Intelectual, estos niños crecieron y pasaron a talleres ocupacionales hasta que hace ya más de 25 años arrancamos nuestro centro especial de empleo.
Actualmente contamos con un centro de día para personas gravemente afectadas, un centro ocupacional, un centro de formación para el empleo y un centro especial de empleo con 8 líneas diferentes de actividad donde damos empleo de calidad a personas con discapacidad intelectual ofreciendo a las empresas servicios y productos muy competitivos y de gran calidad. Sin embargo, todavía tenemos mucho por hacer porque nuestro objetivo es acompañar en el ciclo vital a estas personas, abarcando así todas las edades y servicios adecuados a cada necesidad.
Actualmente por la Fundación Juan XXIII Roncalli pasan cada día 700 personas en el área de atención directa, de formación y del empleo, lo que es un auténtico logro si echamos la vista atrás. También ponemos en marcha distintos proyectos para lograr los objetivos que necesitan y poner a su disposición los diferentes servicios demandados con los mejores medios y la mayor calidad. Aquí encuentran un lugar que les acoge, y les ayuda y eso les hace sentirse bien, felices y sacar todo su potencial. Tenemos personas que empezaron en el colegio siendo niños y que ahora son mayores y siguen con nosotros porque aquí tienen su casa.
La Fundación es un lugar para dar oportunidades en todos los sentidos. Queremos hacer partícipes a todos los grupos de interés, tenemos una sociedad solidaria y muchas personas quieren hacer labores de voluntariado desinteresadamente y contribuir a la mejora de la calidad de vida de estas personas. Este año hemos sido reconocidos como entidad de voluntariado 2016 por la Comunidad de Madrid y es que a través de nuestro servicio de voluntariado proporcionamos servicio a las personas con discapacidad intelectual para que puedan tener mayores posibilidades de relaciones sociales y ocio inclusivo.