La inclusión social y laboral de las personas con discapacidad intelectual no siempre ha ocupado un lugar prioritario para las empresas o la sociedad. Aunque cada vez somos más conscientes de la necesidad de esta integración, bien es cierto que hace tiempo no formaba parte de la responsabilidad social de las entidades, ni tampoco se contaba con ello como uno de los pilares en los que basar el progreso (más allá de lo económico) de las mismas.
Poco a poco, vemos como cada vez es mayor la apuesta de las entidades por una sociedad plural en la que todas las personas tengan cabida, sea cual sea su condición física o intelectual. Ahora más que nunca valores como el respeto y el apoyo, así como la apuesta por el desarrollo de las capacidades de cada uno, se han convertido en esencial y de gran valor, siendo los parámetros en los que se pretenden asentar las relaciones sociales y laborales.
Desde Rodilla, intentamos hacer de la inclusión un bloque fundamental en nuestro día a día y trabajamos de manera coordinada para lograr estos objetivos. Consideramos fundamental el apoyo a personas con discapacidad intelectual, fomentando su inserción social y laboral y alineándonos con sus dificultades para poder ayudarles en su contribución con nosotros.
Es por ello por lo que cada año acogemos nuevas iniciativas en las que tratamos de que todo el equipo de Rodilla se haga partícipe de las propuestas y logros que vamos adoptando. Un ejemplo de ello es el acuerdo con Eurofirms el año pasado que, entre otras cosas, supuso la contratación de un servicio para colaborar en la integración sociolaboral de personas con discapacidad en el programa Suma de la Fundación Eurofirms. Este acuerdo lo implementamos como un servicio de la empresa para asesorar y gestionar en caso necesario el certificado de discapacidad entre los empleados.
Otro proyecto en el que recientemente nos hemos reafirmado, y con el que llevamos más de un año trabajando, es la inclusión de personas con discapacidad intelectual en nuestros equipos de trabajo, gracias a la Fundación A LA PAR. Esta entidad trabaja por los derechos y la participación de las personas con discapacidad en la sociedad. En Rodilla quisimos colaborar con ellos, para lo que abrimos en Madrid nuestro primer restaurante gestionado por 15 personas con discapacidades intelectuales, es decir, todos los empleados a excepción de los 2 responsables del local.
Pese al esperanzador balance que dejan estos proyectos, ya que tanto la acogida como el desarrollo están siendo muy positivos, aún queda un largo camino por recorrer y trabajar pues son muchas las personas que siguen esperando que la sociedad, y en concreto nosotros como empresarios y empleadores, les demos una oportunidad para demostrarnos su autonomía y su fuerza de voluntad. Uno de los retos que se presentan es, precisamente, que las oportunidades que se brinden tanto a este como a otros colectivos sean suficientes y reúnan las condiciones necesarias de compromiso para llevar a cabo proyectos como el que desarrollamos con nuestro Rodilla A LA PAR, por ejemplo.
Es vital ser consciente de que hay que adaptar diferentes puestos a cada perfil, ya que cada una de las personas cuenta con unas dificultades y unos puntos fuertes distintos. Sin duda, las empresas necesitan hacerles sentir partícipes de su actividad, a la vez que cuentan con ellos como una fuente muy importante para que su trabajo prospere en un futuro, ya que ya no basta con generar beneficios económicos, también hay que conseguir aportar valor social y, para ello, es fundamental conocer las necesidades de las personas con discapacidad, tanto física como intelectual, y ofrecerles las oportunidades que necesitan.