¿Qué es la Responsabilidad Social para GSK y cómo ha evolucionado? ¿Puedes enumerar sus principales áreas estratégicas?
La Responsabilidad Social es fundamental para GSK. Desde hace muchos años tenemos muy claro que como compañía trabajamos para no solo lograr un impacto económico, sino también un impacto social positivo. Por ejemplo, el área de la sostenibilidad podemos decir que forma parte de nuestro ADN. Desde hace casi unos diez años, llevamos trabajando en programas destinados al cuidado del medioambiente, programas relativos a la seguridad, la salud y el bienestar de los empleados. Todo esto lo hacemos en fomento de la igualdad y la diversidad. Realmente la Responsabilidad Social es fundamental y forma parte también de nuestra propia estrategia.
Si hablamos de la Agenda 2030 y de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, actualmente contribuimos a 15 de los 17. Somos una compañía biofarmacéutica por lo que, naturalmente, hace que impulsemos de muchas formas el sector de la salud y por tanto, la consecución del ODS 3. Además, por otro lado, pensamos en el bienestar de las personas durante toda la vida, en la educación de calidad, la igualdad de género, la reducción de las desigualdades, todo lo que se refiere a acción climática, el desarrollo sostenible en general, etc.
Por dar algún ejemplo en temas de diversidad, y ahora que se acaba de celebrar la semana del orgullo, tenemos en la compañía un grupo de trabajo que se llama Spectrum que tiene el objetivo fundamental de visibilizar todo lo que es la realidad LGTBI en el entorno laboral, en un ambiente de respeto y tolerancia, y sobre todo la idea de promover y fomentar acciones que impulsen el conocimiento y comprensión de los problemas que afectan al colectivo. Trabajamos sobre todo en fomentar la diversidad dentro de la compañía.
Otro ejemplo que se me ocurre es un programa muy interesante: “Back to work”. Nosotros somos pioneros en tratamientos para VIH. Desarrollamos el primer tratamiento hace más de 40 años. Con este programa, lo que tratamos es promover la inserción laboral de las personas que viven con VIH.
También consideramos en GSK que todo lo que tiene que ver con la educación juega un papel esencial. Hablamos de Responsabilidad Social para alcanzar la igualdad y eso es clave para el desarrollo económico y social. Por eso, por ejemplo, estamos trabajando con STEM Talent Girl para promover el estudio de carreras científicas y tecnológicas por parte de las niñas y jóvenes de nuestro país.
Además, también tenemos programas internos de formación y promoción de compañeras.
Como conclusión, creo que la Responsabilidad Social es clave en nuestra compañía. Llevamos ya muchos años trabajando en esta parte y lo consideramos un pilar estratégico en todo lo que hacemos.
En relación con lo que comentabas antes, desde el punto de vista de la alta dirección, ¿Cómo lleváis a cabo desde la alta dirección para que estas políticas de Responsabilidad Social, Sostenibilidad, ¿Agenda 2030 se estén trabajando desde hace tiempo? ¿Qué importancia tiene en la alta dirección?
La Responsabilidad Social está incluida en todos los planes de negocio de la compañía, es decir, tenemos distintas áreas terapéuticas y éstas a su vez tienen un compromiso de Responsabilidad Social también reflejado en sus planes anuales. Esto supone el tener discusiones de valor sobre la RSC y sobre los objetivos ESG en el propio Comité de Dirección. Esa es la clave: construir una gobernanza a nivel general en la compañía, no solamente un comité o un departamento específico de RSC, y que así las iniciativas de RSC se aprueben y se discutan en el propio Comité de Dirección.
Hay que hacerlo de una manera natural, es decir, en este tema pasar de la conciencia sostenible a la acción sostenible es clave. No se trata de tener buenos comités de Responsabilidad Social, si no que las decisiones claves en esta área de la compañía sean apoyadas al más alto nivel.
¿Puedes destacar algunas iniciativas o proyectos en los que estéis trabajando?
Hay un colectivo especialmente vulnerable y que, como compañía dedicada al cuidado de la salud, nos preocupa y nos ocupa: los niños y niñas. El dato de mortalidad de niños y niñas en el mundo es terrible…se calcula que cada año mueren aproximadamente seis millones de niños y niñas por enfermedades prevenibles. Es verdad que durante los últimos 15 años hemos visto una reducción importante en la mortalidad infantil en todo el mundo, pero en muchos países la desigualdad es enorme y queda mucho por hacer.
Es por eso que desde el año 2013 pusimos en marcha de la mano de Save the Children la Alianza “Orange United”, que trata de unir fuerzas para conseguir salvar la vida de un millón de niños y niñas. Los propios empleados de GSK son los que ayudan en esta Alianza a través de voluntariado y donaciones. A día de hoy podemos decir orgullosos que desde el inicio del proyecto hemos conseguido recaudar más de cinco millones de libras a través de estas donaciones de empleados. Pero más allá de aportar los fondos, lo que es importante en esta alianza, es que combinamos los mejores recursos, las experiencias, habilidades, y energía a nivel mundial tanto de Save the Children como de GSK para ofrecer esta asistencia sanitaria a los niños.
Otro proyecto que también me gustaría comentar en el ámbito de RSE es sobre nuestro compromiso con el talento joven. En julio de este año nos separamos de nuestros compañeros de Consumer Healthcare y hemos pasado a ser una compañía 100% centrada en el desarrollo de soluciones terapéuticas y de prevención. Cuento esto porque nuestro nuevo propósito como compañía biofarmacéutica es que unimos la ciencia, la tecnología y el talento para adelantarnos a la enfermedad.
La palabra talento forma parte del propósito, es algo fundamental para GSK. Por ello, trabajamos en un programa de becas para recién licenciados y en otro programa de jóvenes talento (el Graduate Future Leaders) que permite a jóvenes recién licenciados empezar su carrera en el sector farmacéutico. Más del 80% de los jóvenes que finaliza su beca en GSK España acaba teniendo una oportunidad en la compañía, lo que es muy positivo. Yo creo que son unas becas muy reconocidas, que están funcionando muy bien y en las que se hace una labor de mentoring y de reverse mentonrig muy importante.
¿Qué importancia tiene desde GSK la comunicación responsable o la comunicación de la Responsabilidad Social y cómo la trabajáis? ¿Qué principales ventajas y beneficios crees que hay por apostar por este tipo de comunicación?
En GSK creemos que es tan importante saber hacer las cosas bien como saber comunicarlas. Yo aquí soy muy claro, incluso con mi equipo, en el sentido de que lo que no se comunica no se conoce y claramente en el sector farmacéutico en el pasado había poca comunicación. En este sentido se ha mejorado mucho y nos hemos dado cuenta de la necesidad de comunicar a la sociedad, no solamente a nuestros grupos de interés más importantes, sino que nuestra actividad sea conocida también por el ciudadano.
Un ejemplo de buena comunicación puedo decir que es lo que hemos vivido durante este tiempo por la COVID-19. La sociedad ha tenido mayor conocimiento de lo que hace la industria farmacéutica en investigación.
En el ámbito de la RSE y la comunicación, para nosotros es importante comunicar todo lo que estamos haciendo para dejar una huella positiva en el medio ambiente y la sociedad. Que no solamente conozcan a GSK como una compañía innovadora que desarrolla tratamientos y vacunas para un amplio número de enfermedades, sino que tiene un compromiso más allá de ese fin. Lo que no se comunica no solo no existe, sino que no se comparte y no aporta valor común.
Por lo tanto, bajo mi punto de vista es muy lícito y creo que es necesario que las empresas seamos altavoces de nuestra acción social, porque ayuda a construir nuestra reputación. Estoy convencido de que la reputación se gana, pero también se trabaja con acciones deliberadas y objetivos claros donde se involucre la alta dirección. Dar a conocer estas acciones a la sociedad es fundamental. Además, así también se puede inspirar y servir de ejemplo para otras compañías.
En nuestros planes de comunicación cada vez somos más transversales y tendemos a realizar actividades no tan endogámicas en nuestro propio sector, si no ser cada vez más amplias para estar más cerca de la sociedad. El ciudadano tiene que entender el esfuerzo que significa, por ejemplo, fabricar una vacuna o desarrollar un tratamiento, la inversión que hay detrás y el trabajo de los múltiples actores que hay tras el logro de que un medicamento llegue al paciente: agencias regulatorias, administraciones, profesionales sanitarios, investigadores, pacientes o personas sanas para el desarrollo de los ensayos clínicos, etc.
¿Cómo fomentáis en la organización la comunicación interna o el diálogo con los grupos de interés que pueden ser tanto internos como externos? ¿Cómo lo lleváis a cabo? ¿Tenéis alguna buena práctica al respecto o alguna cosa que queráis destacar?
Yo creo que, si hablamos de grupos de interés, creo que la clave de la comunicación es el ser constante y transparente. Tiene que haber una comunicación continua con los grupos de interés y en esto las redes sociales, tanto internas como externas, nos han ayudado mucho.
A nivel interno la comunicación es fundamental desde un punto de vista de cultura empresarial. Hay muchos mecanismos ya de llegada al empleado, pero como ejemplo me gusta destacar el uso de las redes sociales internas en las que realmente hay una información muy amplia y actualizada de lo que se está haciendo en todas las áreas. Somos muchas las compañías que ya estamos utilizando estas herramientas a nivel interno. Además, el empleado es el mejor embajador de una compañía y para ayudarle en esta tarea, la clave es generar ilusión en lo que hacemos y cómo lo hacemos. Cada empleado se debe de sentir absolutamente empoderado para comunicar y para transmitir a sus grupos de interés lo que la compañía está haciendo.
La verdad es que estoy muy contento porque en GSK todo esto fluye de forma muy natural. Puedo poner como ejemplo cuando comenzó la pandemia, cuando tuvimos que tomar decisiones muy complicadas sobre cómo se va a trabajar, la salud y el bienestar de los empleados y sus familias, etc. Una de las cosas que mejor ha funcionado durante estos más de dos años ha sido la comunicación interna.
Constituimos el comité de crisis de la compañía de manera inmediata antes incluso de que se anunciase el estado de alarma y nos reuníamos al principio dos veces al día y al final de cada jornada los empleados recibían en su correo una actualización de lo que la compañía estaba haciendo, además de reuniones virtuales periódicas con toda la organización. De esta manera las personas se sentían primero informadas, pero luego también acompañadas. Creo que la comunicación interna es fundamental para apoyar la cultura que la compañía quiere tener y para transmitir los valores.
Si hablamos ahora a nivel externo, para nosotros uno de los grupos de interés más relevante son los pacientes. Se habla mucho de situar al paciente en el centro de todo lo que hacemos, pero a mí me gusta más decir que el paciente es el protagonista sobre el que gira nuestra actividad como compañía y, por supuesto, toda nuestra comunicación.
Es verdad que a nivel externo la comunicación está evolucionando mucho en los últimos años, la rapidez de la información es espectacular. En este sentido las redes sociales han marcado un antes y un después, pero no se nos debe olvidar que es fundamental hacer un uso responsable de estas herramientas. Tenemos delante a un público más exigente, que tiende muchas veces a buscar la rapidez de la información. En consecuencia, hay que ser bastante creativo y deliberado en la manera de comunicar y todo esto está evolucionando.
Es un momento maravilloso para la comunicación. Nos estamos alejando de la idea de realizar solamente las clásicas notas de prensa, sino intentar también innovar mediante otras vías comunicativas ya que el público al que quieres llegar con tus mensajes es cada vez más amplio. Antes nos centrábamos casi en exclusividad en el profesional sanitario y ahora mismo nuestro público es la sociedad en su conjunto porque nuestras comunicaciones cada vez tocan más temas transversales. Por ejemplo, todo lo que estamos haciendo en sostenibilidad va destinado al beneficio del planeta y eso nos afecta a todos.
¿Cuál es el papel de los medios en cuanto a la comunicación de la Responsabilidad Social? ¿Están cumpliendo la expectativa de también contribuir a esa comunicación responsable?
Creo que el papel de los medios es fundamental. Los medios tienen que transmitir información de forma fiel al esfuerzo inmenso que las compañías estamos haciendo en este reto de nuestro siglo que es ayudar a construir un mundo mejor, más allá del beneficio económico. De hecho, si cogemos análisis de fondos de inversión, el análisis de intangibles cada vez es más importante en el valor de las empresas.
Por tanto, los medios tienen que ser buenos testigos de ese esfuerzo. La relación con los medios, tanto generalistas como especializados, para nosotros es clave. Y los medios generales centrados en RSE son muy importantes -como Corresponsables- poniendo en valor los esfuerzos detrás de las acciones de Responsabilidad Social que llevamos a cabo las compañías.
Es importante que a los medios de comunicación les contemos las historias que estamos viviendo las empresas de una manera sostenida, constante, no simplemente cuando hay una noticia, sino que ellos conozcan la trayectoria de la compañía porque muchas veces la grandeza de una empresa se ve en lo que ha hecho en los últimos cinco años, no solamente en la puesta en marcha de una acción concreta.
Sin embargo, es verdad que también estamos en un momento complicado con las fake news y el ruido en comunicación; se echa a veces en falta el rigor en algunas noticias. Aunque como decía antes creo que las redes sociales han ayudado en el mundo de la comunicación por la inmediatez y el acceso a la información, pienso que los medios tienen también un papel clave para acabar con algunas malas prácticas. Diría que la RSC de los medios debería enfocarse en trabajar en esa línea de frenar o dar más espacio a desmentir algunas noticias falsas. Creo que esto es un nuevo reto para ellos. Por ejemplo, con la pandemia y el desarrollo de las vacunas, fue espectacular lo que vivimos como sociedad en ese sentido.
Supongo que con el tiempo todo irá tomando forma y prevalecerán las voces que contrasten la información, pero considero que aún se debe trabajar en esa línea.
¿Cuáles consideras que son las principales barreras y desafíos de futuro?
Creo que, viendo el aspecto positivo, la Responsabilidad Social no ha hecho más que aumentar en los últimos años. A mí me gusta ver más la parte positiva que la negativa porque existe más conciencia colectiva. Antes, las empresas eran entidades muy independientes: nuestro negocio, nuestro beneficio, nuestro resultado, nuestros empleados… pero cada vez más las compañías trabajamos para todo lo que hacemos tenga un impacto positivo en la sociedad y en el planeta.
Como reto diría que queda aún camino por recorrer para que las acciones de responsabilidad social sean entendidas como reales y no como una herramienta de marketing. Para ello es muy importante la transparencia y la coherencia, que son los dos pilares más importantes de la Responsabilidad Social, para hacer ver a los públicos de interés que las acciones tienen una verdadera contribución positiva con la sociedad y que no son actividades puntuales, sino compromisos a largo plazo. Para ello la RSC tiene que formar parte de la estrategia de las compañías y pasar de la conciencia a la acción.
De hecho, si vemos las cumbres del clima que ha habido estos años, claramente han ido de la conciencia a la acción, ya no se trata de palabras, sino de acciones y compromisos concretos. Eso es lo difícil porque la acción requiere un presupuesto. En el fondo, es importante hablar de acción, pero ser muy transparente con lo que cuesta poner actividades en marcha, y que esto también puede ser un reto para muchas organizaciones.
Y es que cuando una compañía anuncia que reducirá su huella de carbono un XX% en un año concreto, no son solo palabras, hay un plan detrás con inversiones para realizar esa transición y eso solamente se consigue teniendo a todos los empleados concienciados y alineados para pasar a la acción: conciencia colectiva y conciencia individual. Por eso la comunicación es importante, cuando un empleado de GSK escucha que hemos tenido una huella positiva en el clima, la clave es que el empleado sea consciente de que él puede contribuir en esa huella positiva y debe de conocer las herramientas para saber cómo hacerlo.
¿Cuáles son los próximos retos y desafíos de GSK en materia de Responsabilidad Social y cómo los vais a llevar a cabo?
A finales de 2020 anunciamos nuevos objetivos de sostenibilidad: tener un impacto neto cero en el clima e impacto positivo en la naturaleza para el 2030.
Para conseguirlo, hay que tener en cuenta que no partimos de cero. Nuestro trabajo en sostenibilidad y RSE es continuista. A lo largo de nuestra historia como compañía hemos tomado decisiones que nos han llevado a ser considerados referentes en el sector de la salud y reconocidos por nuestro compromiso con la sostenibilidad. Según el Dow Jones Sustainability Index del año pasado, somos la compañía farmacéutica más sostenible del mundo. Trabajar en este sector es un orgullo y trabajar en una compañía como GSK es un privilegio, porque además de aportar al cuidado de la salud de las personas, también lo hacemos cuidando la salud del planeta.
Un ejemplo práctico de cómo hemos pasado de la conciencia sostenible a la acción sostenible integrado la sostenibilidad en el negocio es con nuestro proyecto de desarrollo de novedosos inhaladores más sostenibles para el tratamiento de enfermedades respiratorias como el asma o la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC). Entre los gases que contribuyen al calentamiento global como gases de efecto invernadero están los propelentes hidrofluorocarbonados (HFC).
Es un gas que contienen los actuales inhaladores de cartucho presurizado (pMDI) para el asma y la epoc. En GSK estamos trabajando para cambiar ese propelente por otro menos contaminante y contribuir así a reducir la huella de carbono de los inhaladores pMDI. Además, todos los nuevos tratamientos inhalados para el asma y la epoc que hemos desarrollado en los últimos años ya no utilizan propelente. Este es un gran ejemplo de cómo hay que empezar desde el propio negocio a integrar la sostenibilidad y que ésta forme parte de la estrategia de la compañía a todos los niveles.
En GSK cuando hablamos de estrategia tenemos tres pilares fundamentales en la compañía: innovación, resultados y lo que llamamos trust o confianza que tiene que ver con la Responsabilidad Social. Cuando hacemos el análisis anual, cogemos todos los objetivos de cada uno de los tres pilares y los medimos, por lo tanto, ahí ya estamos midiendo nuestros resultados en RSE.
También considero que el que la comunicación forme parte del “core business” y del comité de la compañía, en este caso con mi figura como vicepresidente llevando también la comunicación y las relaciones institucionales, es una señal importante del compromiso de GSK en esta área y algo que deberían de tener todas las empresas en sus comités de dirección.
Por otro lado, para afrontar todos los retos que tenemos por delante en materia RSE, es fundamental establecer un tejido de colaboraciones fuerte. No podemos avanzar solos, hay que buscar aliados que sumen y hagan el camino más fácil. En ese sentido nosotros hemos trabajado en los últimos cinco años de manera espectacular estableciendo múltiples alianzas. Estamos en Cotec, Fundación SERES, Forética, Fundación Real Madrid, STEM Talent Girl, trabajamos de la mano de la Embajada británica en muchos proyectos así como con Universidades y centros de educación y tenemos una Alianza con Save the Children…
Al final hemos generado una red de colaboraciones y de coordinación de esfuerzos con terceros para trabajar en mejorar nuestra Responsabilidad Social. El ODS 17 habla exactamente de esto, de la importancia de generar alianzas para contribuir a alcanzar los ODS de la Agenda 2030. Las colaboraciones y alianzas te permiten aportar y sobre todo escuchar con humildad lo que otros están haciendo y unir fuerzas. Te das cuenta de que, aunque seas del sector de construcción, farmacéutico o petroquímico, hay muchas sinergias en común en RSE que al final buscan mejorar la sociedad y la salud del planeta.
Solamente me gustaría añadir que como compañía para nosotros es un momento apasionante ya que como comentaba anteriormente, a partir del 18 de julio nos separamos de nuestros compañeros del área de Consumer Healthcare (productos sin prescripción médica) y nos convertimos en una compañía con un foco 100% biofarmacéutico que aplica la ciencia, la tecnología y al talento para adelantarse a la enfermedad. Seguiremos trabajando para continuar siendo un sitio maravilloso para trabajar, reconocido por rankings como el de Actualidad Económica o Forbes, que no solamente reconocen el cuidado 360º de los empleados, sino también la huella positiva que dejamos como compañías en la sociedad.