La migraña y la depresión son dos realidades complejas que están conectadas y se revelan como desafíos que exigen un enfoque integral. La Dra. Carmen González Oria, neuróloga y coordinadora de la Unidad de Cefaleas del Hospital Virgen del Rocío de Sevilla apuesta, con motivo del Día Mundial de la Lucha contra la Depresión el próximo 13 de enero, por un abordaje completo, desde el diagnóstico precoz hasta tratamientos combinados, destacando la importancia de la salud mental en pacientes con migraña y la necesidad de tratar simultáneamente ambas condiciones.
El último estudio “Depresión y Neurología”, publicado por la Sociedad Española de Neurología (SEN), revela que hasta un 50% de las personas con migraña puede desarrollar depresión . Según el informe, la prevalencia de depresión en personas con migraña es casi dos veces más alta que la población general. La migraña multiplica por 5 la probabilidad de sufrir síntomas depresivos. A medida que se incrementa la frecuencia de las crisis de migraña aumenta la probabilidad de sufrir síntomas de depresión. Por ello, las personas con migraña crónica tienen el doble de probabilidad de sufrir depresión que las personas con migraña episódica.
Con el objetivo de abordar la migraña de forma integral, se ha desarrollado un programa especial de manejo conjunto y la expansión planificada en el marco del Plan Andaluz de Cefaleas . Se busca hacer más eficiente la atención a estos pacientes, redefiniendo la narrativa en torno a la migraña como una enfermedad que merece atención y comprensión. La Dra. González Oria, insta a mejorar hábitos de vida y destaca el papel fundamental de la terapia cognitivo conductual y la terapia psicológica en el tratamiento complementario, ofreciendo una perspectiva única sobre el manejo de la migraña que va más allá de lo puramente farmacológico.
La migraña, siendo la primera causa de discapacidad en adultos menores de 50 años en España , exige una atención integral y un cambio de paradigma que reconozca su impacto profundo en la salud mental. Si bien se subraya la importancia de los tratamientos farmacológicos, la Dra. González Oria resalta que “compartir experiencias y buscar recursos para manejar las situaciones que preocupan a los pacientes también es crucial”. En última instancia, este enfoque multidimensional busca no solo tratar la migraña sino también mejorar la calidad de vida y el bienestar emocional de quienes la padecen.
Diagnóstico Precoz
Destacando el desafío al que se enfrentan los pacientes con migraña, la neuróloga enfatiza sobre la importancia de un diagnóstico temprano y un tratamiento adecuado para evitar el malestar asociado a las crisis y prevenir su cronificación. “La información precisa sobre la patología y la promoción de hábitos de vida saludables son esenciales para controlar la migraña episódica y reducir la posibilidad de comorbilidad psiquiátrica”, comenta.
La Dra. González Oria insiste en la detección y tratamiento conjunto de ambas patologías, utilizando en ocasiones tratamientos preventivos con antidepresivos, cuando existe comorbilidad psiquiátrica. “De hecho, en la Unidad de Cefaleas del Hospital Virgen del Rocío, se implementa un programa especial de manejo conjunto con el equipo de Salud Mental, que consideramos necesario extender en el marco del Plan Andaluz de Cefaleas”.
Resaltando la importancia del componente emocional en todas las patologías, la especialista destaca la necesidad de mejorar los hábitos de vida de los pacientes con migraña, incluyendo aspectos como sueño, alimentación, hidratación y ejercicio, fundamentales para la salud mental.
“Los pacientes deben compartir los motivos de su empeoramiento durante las revisiones, ya que muchas veces están relacionados con el estrés, problemas familiares o preocupaciones”, explica la Dra. González Oria. Un abordaje integral, según la neuróloga, “es esencial para pacientes con migraña cronificada que presentan síntomas asociados como falta de ilusión, anhedonia, tristeza e indiferencia”.
En un mensaje final sobre la migraña, la neuróloga destaca su condición como una enfermedad que requiere atención. Siendo la primera causa de discapacidad en adultos menores de 50 años, la Dra. González Oria aconseja a los pacientes tratarse las crisis a tiempo, adoptar buenos hábitos de vida y buscar ayuda profesional en caso de aumento de frecuencia de las mismas o aparición de síntomas ansiosos o depresivos.
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