El Día Mundial del Medioambiente es un momento clave del año para recordar y acentuar la importancia de actuar para preservarlo. Una apelación tanto a las personas, como a las compañías y a las administraciones públicas para recordar que, sin duda, todavía queda mucho por hacer, pero que con el compromiso de todos se puede conseguir el desarrollo sostenible y un progreso positivo para el planeta.
En Henkel queremos contribuir al desarrollo sostenible y la sostenibilidad. Es una parte fundamental de la compañía y uno de sus cinco valores corporativos. Un compromiso que es parte de su ADN desde sus inicios y que ha ido evolucionando con el paso del tiempo buscando siempre la mejora constante y la minimización del impacto ambiental.
Desde 2010 contamos una estrategia de sostenibilidad con la vista puesta en 2030, cuyo pilar fundamental se concreta en crear más valor con menos recursos para permitir el crecimiento sostenible, al mismo tiempo que se reduce la huella global. Para ello, se definieron una serie de objetivos agrupados en tres áreas concretas: la protección del clima, la economía circular y el impacto social.
Concretamente, en cuanto a la protección del clima, el principal reto es ser una compañía 100% positiva para el clima en 2040, es decir, 10 años antes que lo establecido en el Acuerdo de París de las Naciones Unidas. Para ello hará falta reducir las emisiones de CO2 y contribuir a limitar el calentamiento global, y queremos lograrlo marcándonos hitos a más corto plazo muy ambiciosos, pero hacia los que ya estamos realizando importantes progresos.
Uno de estos hitos es reducir la huella de carbono de la producción en un 65% para el año 2025. También es clave trabajar para ser energéticamente más eficientes a través de la mejora continua que nos permitirá utilizar a partir de 2030 solo electricidad procedente de fuentes renovables. Además, no debemos olvidar el amplio alcance de Henkel a través de sus marcas y tecnologías en todo el mundo. En este sentido, tenemos la oportunidad y la responsabilidad de ayudar a los clientes, consumidores y proveedores a reducir sus emisiones de CO2. De hecho, ya hemos contribuido a que ahorren más de 55 millones de toneladas en entre 2015 y 2020, y continuamos con el foco puesto en alcanzar el objetivo de 100 millones de toneladas para 2025.
El otro ámbito fundamental de la estrategia de sostenibilidad es el packaging. Desde Henkel promovemos el desarrollo de la economía circular como base para ello. Concretamente, el objetivo para 2025 es que el 100% de los envases de Henkel sean reciclables o reutilizables. De hecho, a finales de 2020 ya se situaban alrededor del 89% y estamos trabajando constantemente para aumentar la proporción de material reciclado en nuestros envases. Aunque muchas de nuestras marcas ya ofrecen productos con envases hechos de material reciclado, tenemos como objetivo aumentar la proporción de plástico reciclado a más del 30% para todos los productos de bienes de consumo en todo el mundo. Un hito que queremos alcanzar en 2025. Y vamos por buen camino, ya que a finales de 2020 esta proporción se situaba en torno al 15%.
En cuanto al impacto social, en Henkel llevamos a cabo diferentes iniciativas que tienen como objetivo mejorar la vida de las personas y ayudar a los que más lo necesitan en las comunidades donde operamos. Además, queremos contribuir activamente al progreso social, empoderando a las personas y salvaguardando los derechos fundamentales. Por eso, ayudaremos a mejorar a 20 millones de vidas en todo el mundo para 2025, involucraremos a nuestros más de 50.000 empleados, que han sido formados como embajadores de la sostenibilidad y abasteceremos de forma 100% responsable para 2025.
Finalmente, no debemos olvidar que en todo este proceso y en lo que se refiere a la sostenibilidad, la transparencia es fundamental, por ello Henkel fue pionera en la elaboración del Informe de Sostenibilidad en la década de los 90. Concretamente, este año se han cumplido 30 años desde que se publicó el primer informe, siendo una de las pocas empresas de su sector y del entorno del DAX alemán que puede echar la vista 30 años atrás y demostrar su compromiso con la transparencia y la sostenibilidad.
En definitiva, creo que Henkel es un buen ejemplo de que es posible mantener un equilibrio entre el éxito económico, la protección del medio ambiente y la responsabilidad social; un triángulo por el que todas las compañías pueden apostar con el fin de preservar el desarrollo económico, pero también medioambiental del planeta y la sociedad. ¡Todos y unidos, lo podemos conseguir!
Este artículo forma parte del Dosier Corresponsables: Día Mundial del Medioambiente, promovido por Ayuda en Acción dentro de su proyecto #1Planet4All, financiado por la Unión Europea.