La llegada tardía pero generalizada de las lluvias provoca que volvamos a alzar la vista en busca de las temidas goteras. En el caso de cubiertas de tipo deck, utilizadas especialmente en centros comerciales y logísticos, fábricas, supermercados y otros edificios industriales, la entrada de agua puede suponer un verdadero problema para el correcto mantenimiento de las mercancías almacenadas.
“Este tipo de cubierta plana está constantemente expuesto, no solo a la lluvia, sino también a la radiación solar directa y a inclemencias meteorológicas, como el viento, la nieve, el granizo y las fluctuaciones de temperatura. Por este motivo su diseño, instalación, funcionamiento y mantenimiento deben ser muy bien estudiados”, asegura Blanca Gutiérrez, directora de la Asociación Ibérica de Fabricantes de Impermeabilización, AIFIm.
¿Cómo rehabilitar una cubierta deck?
En el caso de que ya se registren patologías, la cubierta deck debe someterse a una rehabilitación que garantice su integridad y la prevención de nuevos problemas.
Pero antes de planificar la intervención, es importante tener en cuenta algunos aspectos para abordar este desafío de manera efectiva. Uno de los más importantes es su impermeabilización, un proceso esencial debido a la exposición de la cubierta a la lluvia y a la posible acumulación de agua.
“Sin una adecuada impermeabilización, el agua puede infiltrarse en la estructura subyacente, lo que lleva a una serie de problemas, como la corrosión de materiales metálicos, el deterioro de la madera y el debilitamiento de la integridad estructural. Además, la filtración de agua puede provocar daños en el interior de los edificios, como manchas en el techo, moho y humedad, lo que afecta negativamente la calidad de vida de los ocupantes y aumenta los costos de mantenimiento”, explica Gutiérrez.
Es fundamental que se garantice la durabilidad de este tipo de cubiertas que, suelen estar expuestas a condiciones más severas que una cubierta residencial. Desde AIFIm se recomienda utilizar materiales resistentes y duraderos, como membranas o revestimientos impermeabilizantes, que puedan soportar cambios climáticos y otros factores asociados con entornos industriales.
En el caso de las láminas, generalmente de materiales como PVC, TPO o EPDM, se aplican sobre la superficie existente y crean una barrera efectiva contra el agua. Las membranas impermeabilizantes son altamente duraderas y resistentes a la intemperie, lo que las convierte en una opción perfecta para proteger las cubiertas deck.
Por su parte, los revestimientos impermeabilizantes son materiales líquidos como poliuretanos o poliureas que se aplican directamente sobre la superficie de la cubierta, creando una capa protectora que sella las grietas y puentea las fisuras evitando la infiltración de agua. Estos polímeros elastóméricos son especialmente útiles para cubiertas deck con múltiples detalles arquitectónicos.
Pero además de aplicar los productos adecuados, una impermeabilización efectiva en una cubierta deck debe incluir la planificación de inspecciones regulares, para identificar potenciales problemas, y un mantenimiento adecuado de la superficie con, si es necesario, la limpieza de desagües y la reparación de áreas dañadas.
Además de la impermeabilización, el proceso de rehabilitación debe contemplar el aislamiento térmico, la accesibilidad y seguridad, compatibilidad con el equipamiento existente y futuro, y para terminar se han de seguir las normativas y regulaciones vigentes y asegurar que todo ello traiga a la propiedad un costo-beneficio a largo plazo.
“El objetivo debe ser que la impermeabilización tenga una larga vida útil que no comprometa la integridad de la cubierta incluso en el caso de que, en un futuro, albergue instalaciones solares o tenga otro uso”, asegura Pau Climent, vocal de la junta directiva de AIFIm.
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