¿Cómo ha evolucionado el sector de la aviación en materia de Responsabilidad Social y Sostenibilidad desde los últimos años hasta la actualidad?
Ha evolucionado mucho en todos los sentidos. En el tema concreto de la responsabilidad medioambiental ha habido una evolución clara. Hace mucho tiempo las compañías aéreas pensaban que si solamente representaban un 3% de las emisiones de GEI era suficiente. Desde hace unos 5 años se ve que no es suficiente porque el problema es que el sector aéreo es uno de los más difíciles de descarbonizar.
Lo que hoy es un 3% podría ser bastante más en el futuro. Ahora mismo, cualquier compañía aérea y desde luego desde ALA lo tenemos muy claro, tenemos el compromiso de poder llegar a tener emisiones netas cero en 2050. Es cierto que es complejo porque todavía no existe una tecnología alternativa al queroseno, pero hay una hoja de ruta clara con unos pilares básicos donde esa conciencia está muy metida dentro del sector y dentro de todas las compañías aéreas.
Recientemente ha tenido lugar la firma de la Alianza para la Sostenibilidad del Transporte Aéreo de la cual ALA forma parte del Consejo Rector. Esta Alianza se ha creado con el fin de dar una respuesta transversal al reto de la sostenibilidad en el sector de la aviación. ¿Cómo piensan materializar este compromiso medioambiental, social y económico??
La descarbonización de la aviación es un problema global y complejo y requiere soluciones globales y complejas. No puede ningún actor separado solucionarlo, sino que será el conjunto de los actores aéreo y aeronáutico junto con el resto de los sectores de la sociedad.
Dentro de la hoja de ruta de descarbonización de la aviación hay 4 pilares fundamentales: tecnología, operaciones (tanto en aeropuertos como en el aire), los combustibles sostenibles (SAF) y los mecanismos de mercado y regulatorios. Lo que hemos visto es que necesitamos actores que tengan mucho conocimiento e involucración en cada uno de esos pilares, pero también actores de la sociedad en su conjunto. Por eso, dentro de la alianza forman parte dos ONG punteras como son Transport and Environment (especializada en transporte) y Ecodes porque lo que necesitamos es una visión holística y multisectorial.
Ya se ha decidido en una reunión del Consejo Rector crear un Comité Ejecutivo donde vamos a estar 8 de los miembros para gestionar el día a día. También vamos a buscar un presidente/a. Se decidió la creación de 3 grupos de trabajo. Uno centrado en las operaciones que va a estar liderado por AENA y ENAIRE, los dos gestores de las infraestructuras aeronáuticas básicas en España.
Otro específico sobre SAF liderado por la Asociación de Operadores Petrolíferos (AOP) que es donde están todas las grandes petroleras españolas. El tercero será de temas de mecanismos de mercado y regulatorios que estará liderado por la asociación que yo tengo el honor de presidir, ALA. Es en estos grupos donde se va a empezar a trabajar. Otra cosa en la que seguimos trabajando es ver cómo podemos convencer a que más instituciones se acaben uniendo a esta alianza y sea todavía mucho más holístico el enfoque y mucho más multisectorial.
Además de esta Alianza, ¿Qué otras iniciativas o proyectos podrías destacarnos? ¿Y cómo los estáis llevando a cabo?
La mayor parte de la actividad que estamos llevando a cabo es apoyar a las compañías en todos sus esfuerzos para cumplir con esa hoja de ruta y para evidenciar a todo el mundo los esfuerzos que está haciendo el sector aéreo. No es una alternativa dejar de volar. Nos hemos dado cuenta durante la pandemia que, en España durante la peor fase del confinamiento, apenas se operaron un 3% de los vuelos que se dan en condiciones normales.
Esos vuelos fueron esenciales para repatriar a todos los compatriotas que querían pasar esos momentos tan difíciles con sus seres queridos en su país, para seguir dando una conectividad básica (porque el país siguió funcionado y las personas tenían que viajar para ir a los hospitales en ocasiones) y los vuelos cargueros que han sido fundamentales para traer equipamiento médico, material sanitario y distribuir las vacunas cuando estuvieron disponibles.
Nos dimos cuenta de que un mundo sin vuelos disminuía sensiblemente el bienestar de la ciudadanía. Nosotros nos encargamos de poner en valor el transporte aéreo. El problema es que somos esclavos de nuestro propio éxito. Hemos hecho que volar sea tan asequible para todas las personas y tan accesible que parece que todo el mundo lo da por hecho.
Lo que tratamos de conseguir es cómo podemos hacer que volar siga siendo accesible y asequible para la mayoría de los bolsillos, pero que cada vez sea más sostenible y que en 2050 lleguemos a tener esas ansiadas emisiones netas cero. Una gran parte de la labor de ALA va orientada a este sentido y otra es apoyar esa hoja de ruta.
Por ejemplo, dentro del pilar de la tecnología, formamos parte de otra alianza que se llama Alianza para el Uso del Hidrógeno Verde en la Aviación que se creó hace dos meses. Lo que buscamos aquí es seguir innovando e investigando en dos direcciones: ver la posibilidad de tener un avión íntegramente propulsado por hidrógeno en lugar de queroseno. En ese caso ya no serían emisiones netas cero, sino querían aviones de cero emisiones.
Por otro lado, buscamos el uso del hidrógeno para desarrollar los SAF más sofisticados. De momento se utilizan materias primas de origen biológico para su producción como aceite de cocina usado. Están empezando a hacerse pruebas con huesos de aceituna, biomasa o residuos sólidos urbanos. Pero los SAF más avanzados, los sintéticos, estarán hechos por hidrógeno verde y por carbono. En los casos en los que se utilice hidrógeno verde y carbono capturado de la atmósfera llegarían a tener un 100% de reducciones a lo largo del ciclo de vida. Formamos parte activa de esta alianza también y en general de cualquier tipo de iniciativa que contribuya a poner en valor lo que la aviación supone. Seguir trabajando conjuntamente en esa hoja de ruta.
¿Qué importancia tiene para ALA la comunicación de todos los valores e iniciativas responsables? ¿Y de la generación de alianzas y diálogo con los grupos de interés?
Es fundamental porque las cosas si no las comunicas se desconocen. La comunicación al consumidor final es clave, pero también con las instituciones y grupos de interés. Estamos centrándonos mucho en lo que hemos hablado hasta ahora, en estas alianzas. Hay otra serie de iniciativas bastante importantes también.
Formamos parte de la asociación Ellas Vuelan Alto, que se creó hace 5 años. Lo que busca es incrementar la presencia de la mujer en el sector aéreo y aeronáutico en su conjunto. De hecho, cuando tuvimos una Junta Directiva hace poco vino la presidenta de Ellas Vuelan Alto con otros dos miembros para seguir ahondando en esa colaboración.
Somos un sector donde de momento la diversidad de género en profesiones muy específicas como es la de piloto estamos en unos niveles menores que el resto de media. La mayor parte de las compañías aéreas tienen planes muy activos para seguir desarrollando la presencia femenina tanto en la profesión de piloto como en directivas.
En definitiva, es fundamental asegurarnos de que el sector aéreo y la aviación comercial juegue un rol fundamental en la economía de nuestro país. El rol que juega el turismo es clave, que representa un 12% del PIB. Pero cualquier tipo de sostenibilidad no se limita solo a la medioambiental o económica, sino también tiene que ser social y en eso estamos trabajando.
Y por último, mirando al futuro, ¿cuáles son los próximos retos que debe afrontar el sector de la aviación en materia responsable?
El principal reto que tenemos por delante es cómo conseguir que en esa hoja de ruta de descarbonización no perdamos lo que nos ha costado mucho obtener que es la democratización del transporte aéreo. Hace 30 años volar era un lujo al alcance de muy pocos mientras que hoy en día está disponible para la mayor parte de los bolsillos.
Muchas de esas tecnologías están disponibles, algunas todavía están en fase de desarrollo y otras serán costosas. Siempre digo que hace más de 100 años a muchos les parecía que una máquina más pesada que al aire volase era imposible de conseguir y se logró. Hace menos, hace 30 años como decía, a muchos les parecía que era completamente imposible que volar fuera asequible y pensaban que toda la vida iba a ser algo al alcance de muy pocos y se consiguió. Hoy en día mucha gente piensa que es imposible que el sector aéreo logre descarbonizarse y tener esas emisiones netas cero en 2050. Espero que también digamos, como en esas otras dos ocasiones, que lo conseguimos y todos los esfuerzos que se están haciendo van orientados en esa medida.
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