Mucho se ha hablado en España y el mundo sobre las conocidas como “Inversiones de Impacto”. Y parece que, por fin, al igual que en cualquier movimiento que aspira a convertirse en un sector consolidado, se está alcanzando un consenso que las define como “inversiones que buscan intencionalmente un impacto social/medio-ambiental, positivo y medible, junto con un retorno financiero, como mínimo igual al del capital principal invertido”.
No sólo hay, además, un consenso en el marco conceptual, sino que los datos avalan igualmente el crecimiento del sector en todo el mundo. Según la encuesta anual 2018 del Global Impact Investing Network (GIIN), la inversión de impacto dobló su tamaño de $112 mil millones en 2016 a $224 mil millones en 2017. En España, el movimiento empezó a tomar forma unos pocos meses después de que en diciembre de 2010 JPMorgan publicara el informe “Impact Investments: An Emerging Asset Class”.
Un grupo de inversores de impacto y profesionales del sector nos reunimos para abordar cuales deberían ser los siguientes pasos para desarrollar la inversión de impacto en España. El resultado fue el desarrollo del primer análisis del sector en España, que se tradujo en la publicación del primer Mapa de las Inversiones de Impacto en España.
Desde entonces, el sector ha evolucionado enormemente con la creación de nuevas organizaciones de apoyo a emprendedores o fondos de impacto. También con un número creciente de instituciones académicas apostando por incorporar el impacto social en sus currículos, o el florecer de nuevos servicios profesionales como consultoras de medición del impacto o grandes despachos de abogados con foco en la estructuración de nuevos productos y fórmulas jurídicas orientadas al impacto.
Sin embargo, todavía hoy existe un consenso general en la necesidad de tener una mayor coordinación y colaboración, donde sin duda la Administración podría y debería jugar un importante papel. Ha habido en el país varios intentos de crear dicho espacio de encuentro donde coordinar acciones y definir una estrategia conjunta. Pero el resultado no fue siempre el deseado debido principalmente a la ausencia de una entidad conocedora del sector en España, en sentido amplio, e involucrada activamente en los foros internacionales sobre inversión de impacto, con la capacidad de representar y movilizar al sector.
Como respuesta, en 2018 se ha creado Foro Impacto, entidad sin ánimo de lucro que tiene por objetivo aglutinar a los principales actores bajo un Grupo de Trabajo para la Inversión de Impacto Social en España y conectar al país con los foros internacionales por medio de nuestra adhesión al Global Steering Group on Impact Invetment (GSG) – sucesor del grupo de trabajo para la inversión internacional nacido en el marco de la presidencia británica del G8 – que ya cuenta con la adhesión de 18 países.
Cabe destacar que en países como Francia o Reino Unido, que decidieron apostar por la inversión de impacto en 2013, el volumen de estos activos se ha multiplicado significativamente, siendo la adhesión a la red global del GSG ha sido un importante catalizador. En el caso de Reino Unido el tamaño del sector creció de GBP 1.150 millones a GBP 5.000 mil millones en 2018, mientras que en Francia lo hizo de EUR 252 millones a EUR 1.260 millones.
En España, UnLtd Spain, Open Value Foundation y Eurocapital Wealth Management EAFI son los promotores de Foro Impacto, que gestionará y coordinará las actividades del Grupo de Trabajo para la Inversión de Impacto en España, y que seguirá una hoja de ruta pasando por ciudades como Madrid, Bilbao o Barcelona y que profundizará en el desarrollo y fortalecimiento de la oferta, demanda e intermediación de capital de impacto.
Para ello, el Grupo de Trabajo ya cuenta con la participación de más de 40 organizaciones que a través del esfuerzo colectivo y de manera desinteresada están ayudando al desarrollo del sector. El proceso completo se traducirá en un conjunto de recomendaciones a partir de las cuales España presentará su candidatura para adherirse formalmente al GSG y pasar a ser oficialmente el Consejo Asesor Nacional Español (Spanish National Advisory Board – Spanish NAB).
Es muy ilusionante y alentador ver cómo el sector está avanzando de manera firme y decidida gracias al esfuerzo colectivo de cada vez más organizaciones de muy distintos ámbitos, como el sector público, privado o el tercer sector. Algunos llevamos muchos años trabajando por ello; otros empiezan a mostrar un creciente interés. En cualquier caso, todo el mundo es bienvenido para poner a trabajar el capital y la innovación con el objetivo de conseguir un mundo mejor para todos. ¡Sigamos por el mismo camino!