¿Quieres que tu organización tenga éxito, esté sana y no perjudique a sus partícipes para contribuir así a una sociedad mejor? Observa la naturaleza y copia sus éxitos. No arriesgues tus posibilidades de desarrollo cometiendo errores que la naturaleza ya descubrió y enmendó después de miles de años de ensayo y error.
Itamar Rogovsky, en el prólogo del libro, resalta: “La Biomimética no solo ofrece parámetros organizacionales y provee ejemplos de lo que funciona y lo que no, también convierte a la naturaleza en un tipo de mentor que ofrece una nueva manera de apreciarla y de considerar a la organización humana. Es este un libro muy especial; posee el gran mérito de lograr establecer la relación afectiva e intelectual que la forma metafórica despierta para desvelar el conocimiento. En este sentido constituye una magnífica herramienta para incentivar las competencias requeridas para innovar en materia organizacional”.
Incorporar la biomimética a la gestión empresarial
El término Biomimética (Bio = vida, mimesis = imitación) es un enfoque que aplican desde hace algún tiempo los ingenieros, arquitectos y científicos para mejorar sus productos, de forma que cada vez ofrezcan más y mejores prestaciones: robots que imitan los movimientos de los primates o que funcionan en equipo como las hormigas, tejidos para bañadores imitando la piel del tiburón para facilitar la natación, granjas flotantes que se adecúan a las características cambiantes de su entorno, y tantos otros.
Por otro lado, la naturaleza es, simplificando mucho, un conjunto inmenso de ecosistemas unidos por una compleja red de interrelaciones tendentes a garantizar la supervivencia de la propia naturaleza. Así que aquí tenemos a una gran maestra, la naturaleza, explicándonos qué planteamientos llevan al éxito y cuáles al fracaso, porque ha tenido miles de años para aplicar el método de ensayo y error tanto en el diseño de sistemas como en la relación de dependencia mutua que se establece entre los diferentes sistemas.
La empresa, al modo de la naturaleza, se compone de:
- Un determinado número de sistemas de diferente complejidad: personas en tanto que personas, departamentos, unidades de negocio, etc.;
- Un determinado número de sistemas ajenos e íntimamente relacionados: clientes, proveedores, organismos públicos, etc.;
- Un complejo sistema de relaciones de interdependencia dentro de cada uno de los sistemas mencionados y de todos con todos.
Desde este punto de vista, que una empresa u organización (independientemente de sus objetivos, su estructura y sus recursos) consiga el éxito en términos de supervivencia depende de las interrelaciones que establezca dentro y fuera de su propio sistema. Así que vamos a observar qué hace la naturaleza para copiarla descaradamente. Parece ser que es el único modelo de gestión que no solo no cobra derechos de autor ni tasas por reproducción, sino que premia las copias exitosas porque de esos éxitos también se beneficia ella (y consiguientemente todos nosotros).
¿Quieres ver qué papel representan en la empresa las abejas, las hormigas, las medusas y otros bichos vivientes? Aquí tienes el libro Biomimética Organizacional.