Nos movemos en un entorno VUCA (volatilidad, incertidumbre, complejidad y ambigüedad), más aún tras la crisis sanitaria mundial de la que aún estamos saliendo paso a paso. En este nuevo escenario, los estilos de liderazgo deben cambiar para poder adaptarnos y abrazar la incertidumbre que ha venido para quedarse.
El liderazgo es uno de los aspectos más importantes a la hora de emprender o de realizar nuestra actividad profersional. Desarrollarlo es un camino que dura toda la vida, pues con el tiempo vamos adquiriendo cada vez más herramientas y experiencia para poder influir en otras personas. El liderazgo también es una actitud, la valentía de dar un paso adelante y tomar la iniciativa para gestionar, promover e incentivar a equipos humanos para que logren todos sus objetivos.
Hay muchos tipos de liderazgo y numerosas formas de desarrollar y potenciarlo, pero hay uno que siempre me gusta destacar y es el liderazgo de cooperación. Durante mucho tiempo hemos entendido el mundo profesional como una competencia. Es cierto que la hay, como es lógico, entre las diferentes empresas que tienen su foco en un sector, pero debemos apostar cada vez más por la cooperación en forma de alianzas y uniones. Cada vez son más las empresas y marcas que se fusionan, trabajan en un mismo sentido y cooperan con el objetivo de mejorar el mercado y favorecer tanto su desarrollo como empresa como las necesidades de sus usuarios.
El liderazgo, tal y como yo lo entiendo, se basa en tres principios fundamentales.
Cooperación. Dejamos atrás las competencias del siglo XX y avanzamos en la era de la cooperación, siguiendo los pasos de las células hace millones de años, cuando se convirtió en multicélula gracias a la cooperación entre ellas, lo que permitió la evolución de la especia. La economía y el sector empresarial están dando grandes muestras de esta forma de liderazgo en los últimos años. Sin ir más lejos, un ejemplo reciente es la unión de dos grandes marcas como Versace y Fendi lanzando una colección conjunta y revolucionando el sector de la moda a través de la cooperación.
Plataformas B2B. Es necesaria fomentarlas en todos los eventos, tanto online como presenciales porque es ahí donde surgen las mejores colaboraciones y sinergias. También es recomendable llevar a cabo estrategias de networking inteligente y entrenar nuestra habilidad para cerrar acuerdos, pues nunca sabemos donde podremos cerrar un negocio o encontrar vías de cooperación con otras/os emprendedores. Recuerda, no se trata simplemente de un intercambio de tarjetas, hay que cerrar y amarrar.
Una buena comunicación, basada en la asertividad donde la cultura empresarial no solo sea de cara al exterior sino desde dentro y enfocada a los propios trabajadores y empleados. El objetivo es que todos entiendan y hagan suya la cultura de cooperación interna de la empresa, para enriquecerla y desarrollarla cada día.
En el mundo moderno se valoran cada vez más las capacidades de comunicación que tienen las mujeres, quienes además practican más la cooperación puesto que desde la maternidad y el cuidado del otro se desarrolla una cooperación familiar sin la cual el grupo no sobrevive, hablando desde el punto de vista más reptiliano de nuestro cerebro. La mujer sobresale en ese liderazgo democrático e igualitario. Volviendo al liderazgo compartido, aquel en el que la cooperación es clave, debemos tener en cuenta que actualmente no existe ningún líder que tenga todas las competencias ni conocimientos para liderar todos los campos o sectores, convirtiendo la cooperación en algo absolutamente imprescindible.
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